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» El precioso castaño entró en su habitación, tomándolo por sorpresa. El moreno nunca espero que aquel muchacho entrara de esa forma, casi agresiva, a su habitación y mucho menos, solo en ropa interior, aunque claro que agradeció aquello. Esos bóxers negros le quedaban a la perfección, remarcando los músculos de su cintura y de sus piernas.

Lo último que DongHae recordaba era haberse acostado, desnudo, en su cama, como hacía siempre para ir a dormir. Pero él de repente aparece sentado en ella, en bóxers. Él no acostumbraba a dormir con ellos, es más, no acostumbraba a tenerlos en absoluto, ya que le parecían muy incómodos y molestos.

HyukJae se le acercó hasta que estuvieron a centímetros, le agarró por la cintura y unió sus labios con los ajenos de forma posesiva y ruda. De a poco lo fue llevando hacía la cama, a la vez que las manos del castaño se dirigían al trasero del otro, pasando antes por el costado de su cuerpo, acariciando éste suavemente al principio, pero cuando se acercaron a sus caderas apretando fuerte.

DongHae buscó profundizar aquel beso y lo logró, introduciendo su lengua en la boca del castaño y empujándola contra la de esté. Pero el beso finalizó cuando las piernas del moreno chocaron contra el final de la cama y HyukJae lo empujó sobre está, sonriendo seductoramente, DongHae mordió su labio inferior al ver como lo hacía ver más precioso de lo que era aquella expresión.

El castaño siguió de pie frente a él, en vez de recostarse encima de DongHae como él había pensado que haría, con una seña le indicó que se diera vuelta y él no tardó mucho en hacerle caso, girando rápida y torpemente en la cama, casi enredando sus pies al hacerlo. HyukJae rió al ver lo desesperado que estaba DongHae.

DongHae soltó un gemido ahogado y se agarró fuerte de las sabanas cuando sintió una de las manos del otro chocar contra una de sus nalgas, lo mismo hizo con la otra, dejándolas a las dos rojizas y vibrantes, su piel pidiendo por otro golpe, sorprendiéndose a si mismo de sus deseos.

DongHae se inclinó hacia delante, apoyando su rostro contra la almohada y mordiéndola con fuerza. Se encontraba en cuatro sobre la cama, sus piernas abiertas para HyukJae y su trasero rojo, su piel irritada por los golpes de la palma del otro, DongHae meneó nuevamente su trasero, intentando volver a provocar al castaño, su acción resultó a la perfección, ya que a los segundos una de las mejillas de su culo volvió a tornarse roja a causa de otro y otro golpe. El moreno al escuchar las respiraciones dificultosas y los leves gemidos del otro chico atinó a mover su pelvis contra el colchón pero el castaño no se lo permitió, le agarró las nalgas de su trasero con ambas manos apretándolas y a la vez separándolas.

DongHae sintió que no podía respirar cuando sintió la punta del miembro de HyukJae comenzar a adentrarse en él, sin ningún tipo de preparación previa o lubricación, no le dolió y no entendió por qué. DongHae tuvo que levantar la cabeza para no ahogarse, le estaba costando bastante respirar con el rostro contra la almohada y eso había empeorado cuando el castaño introdujo por completo su pene en su entrada.

HyukJae se quedó quieto por unos minutos hasta que sintió que el otro se acostumbraba a él por fin, cuando pasó, comenzó a moverse, embistiéndolo con fuerza y dureza, las manos del castaño estaban a los costados de la cintura de DongHae, para poder sostenerse mejor, apretando con fuerza y seguramente, dejando marcas sobre la morena piel de DongHae.

DongHae soltó un fuerte gemido cuando el miembro del castaño tocó su próstata, esté sonrió victorioso y continuó embistiéndolo en ese ángulo con más profundidad y rapidez. Mientras pasaban los minutos el castaño iba acelerando y profundizando sus embestidas, moviendo también sus caderas con dureza.

DongHae sintió un escalofrió recorrer su cuerpo y unas cosquillas en su estómago bajo, estas sensaciones eran las que le avisaban que el orgasmo se acercaba. El pene de HyukJae volvió a tocar su próstata, por lo que hizo nuevamente su cabeza hacia delante y mordió la almohada con fuerza a la vez que comenzaba a correrse, manchando las blancas sabanas que estaban debajo de él, sin importarle realmente.

...

DongHae se despertó aturdido y bastante excitado, maldijo al aparato que se encontraba en su mesa de luz y luego de apagarlo de un golpe, comenzó a levantarse. No era tan extraño que él tuviera ese tipo de sueños, es más, era casi normal desde que había tenido relaciones con YunHo, él necesitaba de eso, necesitaba de sexo, pero lo extraño era que ese sueño haya sido con alguien a quien apenas conocía... Con alguien que sería su psicólogo en un futuro cercano.


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𝑨 𝑺𝒉𝒐𝒓𝒕 𝑷𝒆𝒏𝒊𝒔 ◽ EunHae (+18) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora