Un nuevo general

798 101 23
                                    

Habían pasado ya dos semanas desde que Todoroki había sido transferido al equipo Alfa Rojo el cuál iba a combatir en el frente.  Los soldados que lo integraban eran realmente hábiles.

Hace dos días también había llegado un nuevo integrante a ese equipo lo cual fue aprovechado por el bicolor y de esta forma sigilosamente asesinó al general de ese escuadrón.  De está manera, él no sería el sospechoso directo.  Tendría tiempo para salir de Alfa Rojo.

En realidad lo habían enviado a ese escuadrón con la esperanza de que muriese en la batalla ya que es considerado todo un inútil por múltiples comandantes que le han dado órdenes.  Pero se necesita de una gran inteligencia, experiencia y agilidad para poder matar a un general en medio de su campamento y evadir a los guardias, todo terminando en qué nadie sospeche de él.  No es tonto y sabe de paciencia pues generalmente no asesina en cuanto llega por obvias razones y tampoco elimina a todos los superiores de los campamentos a los que va para no dejar un patrón el cuál puedan seguir.  Cabe aclarar que por más bueno que sea, toma precauciones y solo cuando va a asesinar retira su peluca de color negro y sus pupilentes café obscuro dejando así ver su distintivo pelo bicolor y su ojos heterocromáticos, además de colocarse una máscara logrando tapar su igualmente característica cicatriz de quemadura.

Ahora solo tendría que lograr que le pidieran llevar un mensaje a otro equipo o que lo transfieran.  Pero antes debía asegurarse de la inutilidad de ese poderoso agrupamiento.
Para esto iba a confirmar que el nuevo al mando podía ser vencido por sus superiores, y de paso les diría la estrategia que utilizará para facilitar su trabajo, después de todo eso era lo que él tenía que hacer.

[...]

Bakugou había sido ascendido a general.  No era algo que quisiera mucho pero no le desagradaba.

Sabía de la leyenda entre los soldados de la "cuchilla asesina" que supuestamente llegaba en las noches cuando todos dormían y terminaba con la vida de los líderes sin dejar rastro y siempre lo hacía con armas blancas.  Le preocupaba lo sorprendentemente analítica que sería la persona que estaba tras todo esto, pues había logrado confundir a inmensos números de investigadores especiales ya que sospechaban que podía ser un infiltrado y a pesar de ello nunca lograron dar con la respuesta, otra suposición era sobre un enviado especial para acechar los campamentos desde fuera y en el momento adecuado atacar, pero también habían llegado a un callejón sin salida en esa investigación.

Sin duda alguna era un gran problema pero el rubio se consideraba listo para lidiar con ello, aunque posiblemente así habían pensado todos los que murieron a manos de este asesino...

[...]

Los integrantes del escuadrón fueron reunidos a petición de Katsuki, antes de ser general conocía un poco a los soldados pero ahora quería estar bien seguro del número y de sus habilidades.

Entre todos los formados habían dos que ya habían tenido un trato cercano con él anteriormente, estos eran amigos que conoció en su primera batalla: Kirishima y Kaminari.  A su parecer eran un par de idiotas pero tenían grandes destrezas, por ejemplo, Kaminari poseía una excelente puntería como francotirador, aunque definitivamente no superaba a Bakugou el cual no importa el arma que fuera, nunca fallaba.  Por otro lado, Eijiro Kirishima es simplemente un estúpido con suerte y gracias a esta "suerte" ha dado el gane a sus compañeros unas veces.

El rubio con ojos rubíes recorrió con la mirada a todos los presentes y entonces se detuvo en uno, había llegado hace no más de un mes, la verdad tenía buen parecido y sobre su pálida piel posaba una quemadura al rededor de uno de sus cafés ojos.  Cualquiera diría de solo verlo que es un impresionante chico pero Katsuki ya había leído su informe y según entendía es un completo inútil.

No faltó mucho para que lo demostrara puesto que rompió su pose de firmes solo para acomodarse un mechón que sobresalía.  Parecía completamente perdido en su mundo.

— Ey bastardo! Ven conmigo.

Gritó el de mirada rubí hacia Todoroki.

Este último había logrado su cometido: procuraba parecer más estúpido de lo normal pero tampoco tanto y eso precisamente para no llamar la atención, pero en este caso quería poder hablar con ese nuevo general para analizarlo.  Y qué mejor que hacer algo que le moleste?

Miró apresuradamente hacia Bakugou parpadeando varias veces con una expresión nerviosa.

— S-sí señor!

Los pasos del rubio y Shoto dejaron un camino del lugar de reunión a la instalación del mayor.

Una vez llegaron, los ojos rubíes miraron de arriba abajo el cuerpo ajeno, pudo notar unos 4-5 centímetros de diferencia en la estatura (Todoroki más bajito) y le fue imposible comprender como había sobrevivido tantos tiempo.

— Cuántos años tienes imbécil?

Eso ya lo había leído antes en el expediente pero se le había olvidado.

— 22 señor!

Mientras pronunciaba estas palabras, el bicolor se dió cuenta de algo que no le gustaba, no podía saber que era lo que pensaba este tipo...

Con el tiempo había aprendido a detectar las emociones de las personas o si mentían, pero en este caso parecía que siempre estaba enojado, había algo que no le gustaba de ese chico que era su "general".

[...]

Después de la "conversación" el heterocromático había tomado una desición, definitivamente lo mataría esa misma noche, no permitiría que la presencia de aquella persona durara un día más, el pequeño momento que interactuaron le había sido más que suficiente para darse cuenta de esto.  Algo en él era diferente a los demás.  Era más...peligroso...

[Bakutodo] Juntos en un infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora