ʟᴏᴏᴋɪɴɢ ꜰᴏʀ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ||ᴛᴇᴇɴ ᴡᴏʟꜰ|| ꜱᴛɪʟᴇꜱ ꜱᴛɪʟɪɴꜱᴋɪ

ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴏ|| ᴄᴏɴᴏᴄɪᴇɴᴅᴏɴᴏꜱ

Okey, estoy muy asustada. Me dejaron encerrada por mucho tiempo, me había quitado la venda de los ojos pero no lograma distinguir si era de día o ya anocheció, ¿¡acaso esto no es ilegal!?,encima de todo estoy manchada de mi propia sangre, porque la muy generosa Erica me dejó aquí luego de tirarme sin ningún cuidado sobre un hierro que seguramente estaba oxidado, dejándome una herida bastante grande, sangrando demasiado y que probablemente se me iba a infectar por no tratarla a tiempo. 

Me desperté por ruido de golpes afuera de donde yo me encontraba, se escuchaban como tres o cuatro voces que no lograba reconocer.

- ¿Pueden tratar de no ser tan predecibles?- logré escuchar una voz masculina. Es la última vez que haces eso.

- ¿Por qué? ¿Porque soy Beta?.- esta vez era la voz de una chica.

- No. Tengo a otra persona en la mira para ti.

- ¿Ya terminamos?- entre en shock, esa voz... Era la voz de Isaac, no podía ser posible. Tal vez me confundí y solo son parecidas, no entendería por qué Isaac estaría en un lugar como este.- Porque tengo como 100 huesos que tardaran unas horas en repararse.

- ¿Si?- se escuchó un fuerte crujido. Me causó impresión por lo que me aparte unos centimetros de la puerta que nos separaba, esto logró que mi herida doliera nuevamente haciendome emitir un quejido.- Ahora son 101. ¿Crees que te estoy enseñando a luchar, huh? ¡Mírame! ¡Te estoy enseñando a sobrevivir!

- Si nos quieren matar, ¿Por qué no atacan ahora? ¿Qué esperan?- no entendía de que demonios estaban hablando porque estaba concentrada en mi herida, que volvía a sangrar. Nunca mesentí tan debíl en mi estúpida vida, sentía que en cualquier momento me desmayaría. No sé si por perder demasiada sangre o porque nunca fuí fan de ella. Siempre la he evitado ver, ya que me descompone.

- No sé. Pero están planenado algo. Y tú, sobre todo, sabes que tenemos otros problemas. Eso que mató al padre de Isaac también mató a otra persona anoche.- un shock de adrenalina golpeó mi cuerpo al escuchar el nombre del oji-azul. En verdad era Isaac, Isaac y sus amigos me tenían... ¿Secuestrada?- Y hasta que averigue qué es, necesito enseñarles todo lo que sé. Lo más rápido posible.- hubo una pausa- Y alguien puede decirme ¿¡por qué demonios hay tanto olor a sangre en este lugar!? Que yo sepa ninguno de ustedes está lastimado o tiene un corte.

- Eh... ¿Derek? hay algo que tengo que decirte.- escuché nuevamente la voz de la chica. En esos instantes me estaba sentando en el suelo porque sentía que me caería estando de pie.

- ¿Qué demonios hiciste?- hubo un momento que no logré escuchar nada ya que al sentarme logré que la herida doliera más. Sentí un golpe y luego pasos apresurados hacia la puerta, yo me encontraba en un rincón de la oscura habitación apretando la herida en un intento fallido de querer que la sangre parára de salir de mi cuerpo.

La pesada puerta de metal se abrió dejando ver una silueta de un hombre con una contextura musculosa viniendo hacia mi, detras de él aparecieron dos chicos más. Uno de los chicos se acercó rapidamente a mi y me miró muy preocupado, pude divisar que era Isaac. El de contextura musculosa se colocó frente a mi y comenzó a inspeccionarme con la mirada.

- Okay Scarlett, mi nombre es Derek, estamos aquí para ayudarte. No te preocupes.

- ¿Realmente quieres que no me preocupe teniendo esto?- Levanté mi blusa hasta donde se pudiera ver la herida que tenía, se veía horrible y el me pedía que no me preocupe, muy gracioso.

- Escuchame hermana- esta vez habló Isaac agarrandome la mano, sentí que el dolor disminuyó un poco pero no le dí importancia.- vas a estar bien, yo cuidaré de ti. Solo confía en nosotros.