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NARRADOR OMNISCIENTE 

En cuanto JK apretó el gatillo, la sangre comenzó a escurrir rápidamente del hombro de Taeyeon, quién había caído por el impacto de la bala y que estaba aún en el suelo; admirando las vistas y por cerrar sus ojos. 

Velozmente, JK devolvió el arma a su dueño y corrió dónde Taeyeon.

—Tú lo haces difícil, lindura.— expresó con tranquilidad al lado de la herida, para seguidamente recibir un disparo rozando su pie por parte de la contraria.— ¡Ahg, hija de puta!— sin mucho problema y con enojo la tomó en brazos. 

—Por idiota...— dijo con un último suspiro Taeyeon antes de desvanecerse en brazos de aquel chico, soltando el arma en ese momento. 

Con prisa y dolor JK alcanzó a llevar a la joven con Jin, con esperanza de que él podría curar a la chica y luego a él. 

—Jin, aquí está. Tiene una herida de bala en el hombro y un corte en el estómago, perdió mucha sangre.— dijo dejando a la chica sobre una de aquellas mesas de metal que había sido anteriormente esterilizada. Jin asintió y se desinfectó las manos. 

Ya había curado su pierna y, sin importarle que haya sido Taeyeon quien le lastimó, él intentaría salvarla. 

—Oye, JK, ¿estás bien tú?— interrogó ahora Jin al menor. 

—Oh, sí... casi me da un disparo en el pie.— suspiró— Es sólo un rasguño.— dicho eso, se fue a esperar. 

NARRA JK

Salí de la sala de Jin y fui a buscar unas vendas y alcohol para desinfectar mi herida. No dolía demasiado ni sangraba, pero debía hacerlo; Jin me lo había dejado en claro bastantes veces como para que ya no lo olvidara otra vez. 

—Mierda...— murmuré para mis adentros cuando el alcohol recorrió la lesión. Resultó ser más profunda de lo que creía. 

—Hey, JK, la hija de puta asesinó a Zoilo.— me giré en la dirección de aquella voz, encontrando a otro de mis compañeros asomando la cabeza por el umbral de la puerta. 

—¿En serio? Carajo...— suspiré y lo miré nuevamente. Algo en su mirada no me gustaba.— ¿Qué piensas, uh?— interrogué. 

—¿De veras no lo ves? Amigo, asesinó a Zoilo a sangre fría de un corte en la garganta. ¡Le rajó el puto cuello!— se tomó un momento.— Lo que digo es que deberíamos matarla. Por como se ha comportado hoy, no parece ser una ciudadana común de Daegu.— me quedé perplejo; tenía un punto. 

—Vale, ya veré lo que hago. No tomes decisiones apresuradas por tu cuenta.— tenía mis dudas, pero no le haría dudar de lo que haría porque podría ser peor. Esperaré a que se calme la corriente antes de zambullirme en el  mar. 

—Como digas...— dijo en un suspiro y se fue, no sin antes dejar de un golpe en la mesa un trozo de cristal sanguinolento.— Con eso le mató.— y se fue sin más. 

Tome aquella arma homicida entre mis dedos y, mientras la admiraba, corté mi dedo. 

—Ouch.— dije en un tono de voz endeble. Abrí el grifo, dejando el agua correr por mi mano un rato.  Me enderecé y me propuse ir hasta la azotea.  

Odio tantas escaleras, pero al final logré comparecer. De mi bolsillo saqué la cajetilla de cigarrillos que siempre va conmigo y tomé uno entre mis dientes; encontré entre los demás compartimientos de mi indumentaria un encendedor y no vacilé en prender aquel pitillo. 

Me dispuse a llegar hasta el borde de aquel terrado para apoyarme, aunque cuando llegara ya debería encender otro cigarrillo. Cuando había caminado la mitad de la travesía, tiré la colilla al suelo y lo apagué con la punta del zapato. Junto al charco de sangre que había dejado Taeyeon. 

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2020 ⏰

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