Portiñon One-Shots (Pequeños Relatos)

Una Navidad Muy Especial

¡Feliz navidad a tod@s! Espero que la estén pasando bien. Aquí les traigo un regalito :).

Este es mi primer shot y no quiero empezar con algo dramático ni triste, solo algo simple y lindo para navidad.

Díganme que piensan y si quieren más.

Sin más disfruten!

Roberta G!P
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POV Mia

-¿Lista?-oí la voz de mi hermosa esposa.

Sentí sus brazos rodearme para después sentir como dejó un beso en mi hombro.

Sonreí y me di la vuelta para verla. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y bese sus labios castamente.

-Estoy muy lista-dije pegando mi frente con la suya.

-Ese vestido te queda muy bien.

Yo le sonreí un poco sonrojada.

-Es mejor que nos vayamos porque si no, tal vez no lleguemos. Aunque ese vestido te queda increíble, se vería mejor en el piso.

-Eres una cochina-susurré cerca de sus labios ahora completamente sonrojada.

Aún me sonrojaba cuando ella me hablaba sucio. Me sonrojaba cuando me halagaba, hasta me sonrojaba cuando hacíamos el amor. A mi edad de veinticinco años me sentía como una adolescente. Llevábamos ocho años de novias y tres años de casadas y ella aún tenía el poder de hacerme sonrojar tan fuerte que me daba vergüenza.

Ella se rió.

-Te ves muy tierna así toda sonrojada y avergonzada-habló.

-¡Cállate!-exclamé haciendo que ella se riera de nuevo.

Tomé la bolsa de regalos que teníamos para los demás. Ella tomó mi mano libre y salimos hacia su auto. Ella como toda una caballera me abrió la puerta.

-Dama-sonrió.

Yo le devolví la sonrisa mientras me subía al auto.

Ella cerró la puerta para después caminar al lado del conductor. Encendió el auto y salimos hacia la casa de Alma y mi papá.

Hoy era la posada anual de Alma donde están todos de la familia y todos nuestros amigos. Con el tiempo habían menos de nuestros amigos ya que se mudaron o pasaban navidad con sus propias familias. Con el tiempo también hicimos nuevos amigos y ellos también atendían.

Mañana era navidad, hoy era noche buena. Estaba segura que el día de mañana sería muy especial, mejor de lo que pasaríamos hoy.

Me emocionaba mucho dar y recibir regalos y más cuando son echos con amor y se nota que hay mucho pensamiento detrás de la compra. Abrirlos era algo muy divertido para mi y era porque esa niña en mi interior seguía muy viva.

Le tenía muchos regalos a mi ardillita y estaba muy emocionada por verla abrir cada uno. Ella siempre decía que no tenía porque comprarle tantas cosas porque yo era su mayor regalo, claro eso también me hacía sonrojar pero no comprarle tantos regalos hacia todo muy injusto porque ella me compraba más regalos de los que podía contar.

-¡Mia!-oí su voz a lo lejos.

-¿Hm? ¿Que pasa?

-Te he estado hablado pero estás perdida-se rió.

-Perdón, ¿que decías?

Ella me miró con los ojos entrecerrados pero la desvió cuando la luz del semáforo volvió a verde.