Capítulo 2

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Los años pasaron y los niños habían crecido, ya tenían 7 años. Los dos tenían tutores privados en sus casas pero sus padres siempre los juntaban para que estuvieran juntos y se conocieran.
Los niños jugaban y siempre se visitaban entre sí. Sus padres estaban contentos con su decisión.

—Sakura, ¿quieres jugar pelota?— pregunto Naruto. 

—Si, juguemos— contestó la pelirosa.

Ese día los habían llevado al parque. Por supuesto había más niños jugando pero cómo ellos estaban acostumbrados el uno al otro no jugaban con los demás. Sus padres no lo veían mal sino al contrario, de esa forma nadie iba a interferir con sus planes.

Los padres se visitaban todos los fines de semana turnándose de casa. Un día los Haruno llevaban la Sakura a la casa de los Uzumaki y viceversa. Pasaban mucho tiempo juntos, que era lo que los adultos querían para que en un futuro aceptaran el hecho de casarse.

—Mamá porqué no vienen otros niños para que juguemos— pregunto Naruto.

—Ay hijo no conocemos más personas con niños, además, ahí está Sakura para que juegue contigo!— contestó Kushina.

—Pero Sakura es niña y no le gusta jugar con carritos o soldaditos. Estoy aburrido.— dijo el pequeño rubio desanimado.

—Jueguen a otra cosa, entonces.— dijo Minato.

Sakura también pensaba lo mismo, Naruto no jugaba con muñecas ni jugaba con ella a la hora del té. Los dos niños se aburrían y empezaban a hacer preguntas de porque no podían tener más amiguitos. Sus padres siempre buscaban una excusa para evitar tantas preguntas.
Los años pasaron con la misma rutina de los fines de semana. 

7 años después.

—Mamá, ¿qué es el amor?— pregunto Sakura que ahora tenía 14 años.

 —Hija, ¿porque me preguntas eso?— pregunto Mebuki preocupada. 

—Vi un programa de televisión donde había una pareja y él la besaba y se iban a casar, por eso pregunto— dijo finalmente la pelirosa.

—Ya veo, pues el amor es diferente dependiendo de la persona. Por ejemplo, mi amor por ti es diferente al amor que siento por tu padre. El amor es algo que sientes cuando estás con determinada persona como si tuvieras mariposas en el estómago. Cuando lo sientas lo sabrás— dijo su madre.

Esa conversación quedó grabada en la memoria de Sakura. Ella soñaba con encontrar el amor. Naruto y ella se habían unido bastante pero no como querían sus padres. Ellos más bien se sentían como hermanos.

Naruto por su parte estaba despertando a la madurez sexual y hablaba con su padre acerca del tema.

—Papa, ¿a que edad te empezaron a gustar las mujeres?— preguntó el rubio un poco apenado.

—Pues dejame ver…. quizás a la misma edad que tienes ahora. ¿Por qué me preguntas eso?.

—Pues no sé la verdad es que en el parque he visto algunas niñas muy bonitas y me llaman la atención.

—Y qué hay de Sakura, ¿no la consideras bonita?— preguntó su padre.

—Pues yo la veo como mi hermana menor. no creo que pueda sentir algo romántico por ella.

—Ya veo… bueno hijo, es normal que te sientas así. No te preocupes. Todo va a estar bien.

Una tarde cuando los adultos estaban en su reunión como de costumbre, Naruto estaba con Sakura y los dos estaban platicando.

—Oye Sakura, ¿qué piensas acerca de los besos?— pregunto el rubio.

—Pues, creo que es algo interesante, una vez vi en la televisión a una pareja que se estaba besando. Algún día quisiera saber cómo se siente.— dijo ella.

—¿Porque no probamos?— pregunto el sonrojado.

—P—pues… no se… ¿tú quieres?— preguntó ella sonrojada.

—Intentemoslo— dijo el.

Naruto se acercó a Sakura y posó sus labios en los de ella. La sensación que sintieron fue extraña. Se separaron y se quedaron en silencio. Era el primer beso de ambos.

Ellos trataron de olvidar ese suceso en sus vidas y no volvieron a hablar de ello.

3 años después.
Los dos estaban por cumplir 18 años y sería entonces cuando sus padres les revelarian sus planes.

El cumpleaños de Naruto llegó y sus padres decidieron hacer de su conocimiento la idea que tuvo Minato cuando los niños nacieron.

Le habían organizado una fiesta. Cuando todos estaban presentes comieron pastel y Kizashi propuso un brindis.

—Brindo por Naruto para que toda su vida sea de éxitos y que sea un buen esposo para mi hija!— todos levantaron sus copas y brindaron.

 —Salud!.

—¿Que acabas de decir papá?— dijo Sakura.

—¿Qué acaba de decir el tío Kizashi?— dijo Naruto.

—Si, hijo, cuando ustedes dos estaban recién nacidos decidimos que cuando cumplieran 18 años lo mejor seria que se casaran y así nuestras familias estarían unidas para siempre.— dijo Kushina.

—¿Y alguna vez nos iban a preguntar qué queríamos nosotros?— dijo Sakura enfadada.

—¿No quieres a Naruto hija?— preguntó Mebuki.

—Si, mamá, pero no de la manera que ustedes insinúan. Lo quiero como un hermano.— dijo ella.

—Sí, también yo— dijo Naruto.

—Bueno hijo, esto es algo que ya decidimos antes y no cambiaremos de opinión.— dijo Minato.

—Ustedes dos se casaran en 3 meses. De lo contrario los desheredamos.— dijo Kizashi.

—Aprenderán a quererse hija.—dijo Mebuki.

Los chicos no tuvieron más opción en ese momento y aceptaron. Pasaron los meses y llegó el día en el que se casarían. Habían contratado a un abogado para que hiciera el papeleo y que ellos firmaran el contrato de matrimonio. Lo firmaron y se fueron a vivir a una casa que sus padres habían comprado para ellos. Luego que Naruto y Sakura se casaron sus padres empezaron a viajar alrededor del mundo como antes.

—Sakura, yo se que esto se hizo sin nuestro consentimiento, pero no teníamos opción en ese momento. No te preocupes no tenemos que actuar como si estuviéramos casados.Esta casa tiene dos habitaciones. Puedes dormir en una y yo en la otra.— dijo el rubio.

—Todo esto me tiene muy confundida y molesta. Encontraremos la manera de resolver esta situación. Por el momento sí, yo dormiré en aquella habitación y tu en esa.— dijo la pelirosa.

Sakura se encerró en su habitación y se puso a llorar. Era verdad que quería a Naruto pero no lo quería de esa manera. Tenía un conflicto interno. No quería desobedecer a sus padres pero quería encontrar a alguien que ella quisiera de verdad. Después de tanto llorar se quedó dormida. 

Matrimonio arreglado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora