félix por error olvidó cubrir su web cam y ahora ha sido comprado por el mejor postor en la red oscura sin saberlo.
✶ félixharem fanfiction; hyunjin ♡'s félix
✶ au. horror. boys love. cambio de edades. escenario ficticio
✶ se mencionan temas sobre...
❝ Lee Minho no es tan diferente a su padre, él tiene un particular gusto con la comida, no por nada se certificó en gastronomía. Un día con Lee es como un día en el infierno. ❞
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─Psst, manzanita.
Pequeños susurros escuchaba Félix cerca de su oído, un quejido bajito salió de sus labios cuando sintió unas grandes manos apretar sus mejillitas con insistencia.
─Manzanita acaramelada. Si sigues durmiendo así entonces vendrá blanca nieves y te comerá.─ Volvió a susurrar de manera juguetona mientras le mordía el lóbulo de la oreja.
En cuanto el chiquillo escuchó la coqueta voz y sintió la húmeda boca de el hombre de sus pesadillas se apresuró a levantarse de golpe. Él creyó por un instante que se trataba de Hyunjin pero no era así, él estaba muerto.
─¿Por qué...estoy aquí? ¿Qué ha sucedido?─ Le preguntó temeroso y aturdido por el recuerdo de Hyunjin.
─Yo te traje, ¡Es como mi visita conyugal a la cárcel!─ Se apresuró a responder Lee con cierto entusiasmo, su grisáceo cabello estaba oculto debajo de una gorra negra.
─¿Vas a dañarme, cierto?
Félix tembló ante la presencia del aterrador hombre, le causaba tantos escalofríos que él lo mirara fijamente. Como un platillo, como algo sublime, casi comiéndolo. ¿Por qué tenía esa extraña sensación?
─Oh no, no. Sería muy maleducado de mi parte, ¿No lo crees?
─Sí, sí.─ Le contestó el menor con rapidez sacándole una sonora carcajada a Lee.
─Manzanita, deseo probar lo dulce que eres. ¿Me lo permites? Soy caballeroso.
El pequeño rubio lo miró confundido, ¿Acaso le pedía permiso? Ahora no tiene ni una duda de que el tipo está completamente loco, tiene una obsesión con los modales.
─Supongo que yo...no tengo opción.─ Expresó Félix con una expresión asustada, Lee sonrió satisfecho acercándose de manera tortuosa, el suave aliento dulce del menor se mezclaba casi con el del pelinaranja.
El caníbal podría haber probado sus deliciosos y tentadores labios si no fuera cruelmente interrumpido por los gritos de Jeongin.
─¡Lee imbécil! ¡Quiero que me sueltes ahora!
─Este Yang Jeongin es un grosero, le he alimentado y cuidado. No deja de ser un chico sin modales conmigo.─ Bufó con frustración el grisáceo mientras se bajaba de la cama, salió de la habitación directo al sótano.
Félix sintió su curiosidad picar, ¿Por qué tenía a Jeongin en este lugar? Inseguro de lo que iba a hacer se bajó de la cama también, talló sus ojitos en busca de ver mejor y comenzó a caminar por los pasillos.