El Comienzo

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Resoplaba mientras que mi cabello era una mierda, daba mi última mirada al espejo esa mañana antes de irnos. Papá sería el nuevo director de un hospital psiquiátrico en otra ciudad y comenzariamos desde cero allí. Baje las escaleras de nuestra antigua casa muy rápido antes de que papá fuera a explotar la maldita corneta del auto, mi tío abrió la puerta de la camioneta muy caballeroso haciéndome una expresión de impaciencia, así que entre giñandole un ojo y lanzándole un beso, este solo río de lado y me tranco con tanta fuerza que pensé que destrozaria los vidrios.

__¡Uy,cuidado Hulk!__ papá miró a su hermano menor tratando de darle un toque de gracia al asunto. __¿Listos?__ pregunto antes de arrancar el auto y yo asenti rodeando los ojos.

No sabía que mi vida iba a cambiar tan rápido, nuevo instituto, nueva casa.En fin, nada importante.

No tengo nada que perder,¿mejores amigos?, pues no. Soy lo suficientemente asocial como para no tener amigos de mi edad, y lo suficientemente social como para ganar las elecciones en un estado. Como sea, papá siempre me dijo que era buena en relaciones públicas, cuando tenía 4 años me metía en sus conversaciones con amigos y les comentaba de los buena que era la leche tibia, o lo excelente que me iban los vestidos de lana. Ellos siempre fingian un gran interés en mis temas de conversación, reían y me seguían alargando el tema cautivados por mi ternura. Ya sabía yo que a veces se fastidiaban, pero nunca me lo demostraban, me querían muchísimo.

Después de un largo viaje, llegamos a la que sería nuestra nueva morada. El sitio era una colina con áreas verdes y grandes árboles, la calle era empinada y a lo lejos se podía mirar una gran mansión con arbustos descuidados. Si, nuestra casa. Antes de ella, no era más que terrenos solitarios y las demás casas se encontraban unas más separadas de otras, "Así es mejor" pensé, tantos vecinos es agobiante.

Papá estacionó el auto y mi tío se bajó para abrirme la puerta, me quedé mirando el lugar perpleja por el aire escalofriante que reflejaba el sitio. Mi tío me sonrió y me dio una palmadita en las nalgas, __Ya te acostumbraras.__ dijo para luego cargar mi equipaje.

Todos entramos a la polvorienta mansión tosiendo y lanzando las maletas al suelo, __¡Maldita sea Alan!,¿De donde has sacado este lugar?__se dirigió mi tío a papá mirando con molestia la casa.

__Tranquilo vaquero...ya pronto será como la casa de las Kardashian...__papá ladeó su cabeza para que lo siguiéramos a lo que sería la cocina.

En dieciséis días exactos la polvorienta mansión no era más que una casa de ensueños, con alberca, living, salones de juegos, jardines, y las habitaciones eran de reality. Todo había quedado como queríamos gracias a diseñadores de interiores y diez mil trabajadores. papá insistió en matricularme en un instituto. No era problema nivelarme, ya que por mis calificaciones pasadas, y mi "gran cráneo de Einstein", así le llamaba papá, no era muy difícil que terminara el segundo año con éxito.

__Feliz primer dia princesita__ canturreo mi tío lanzándome un beso al aire antes de dejarme entrar al colegio. __¡Bela!,¿Tienes tu desayuno?__gire al ver aún a mi tío gritándome desde la ventana del auto.__Si Tony, aquí está.__ respondí y este me dedicó una sonrisa tranquila.

__Ok pequeña,te veo luego, te amo.__ arranco a mil el auto y yo me quedé despidiendolo moviendo mi mano.

"Al fin"...entrecerre los ojos respirando y pensando en mi avergonzante y sobreprotector tío Tony.

Mi primer día transcurrió tranquilo, en mi curso no había problemas porque eran más chicos que chicas y todos estaban enfocados en lo suyo. Nadie me miró mal y mucho menos que menos hablaron conmigo. Exceptuando a un chico de confecciones finas y cabello obscuro, __¡Hola, soy Daniel Ricci!__ alze mi mirada de mi emparedado al joven alto que me miraba encantador y con la mano extendida.

__Ah, hola...¿todo bien con el clima allá arriba?__ dije burlándome un poco por lo alto que era.

__Eh...si pues, jejej...¿puedo sentarme aquí cariño?__ "Oh vaya que modesto" pensé, luego le di un lado en mi asiento que básicamente era una banqueta, así que encajamos los dos perfectamente.

__¿Como te llamas?__ preguntó sacando sus diez mil envases de comida.

_¡Wow, cuanta comida!, un gusto, soy Bela Costa__ extendi mi mano y el la tomó muy agusto.

__¿Con que de Brasil eh?__ sonrío

__Si, tengo raíces latinas...¿Acaso no te parezco linda?__ inmediatamente noté como el pequeño italiano se sonrojo ante mi comentario. Sus ojos aceitunas se clavaron en los míos y luego soltó una carcajada.

__¡Bellíssima principessa!__ respondió Daniel con admiración y ambos reímos.

Desde ese día sabía que Daniel había ganado puntos a su favor.

***

__¿Como estuvo tu primer día amor?__ pregunto papá colocándome el cinturón de seguridad, ya que esta vez yo iría alante con él.

__Espere menos...pero a decir verdad, excelente. ¿Como te ha ido en tu nuevo loquero?__ bromee refiriéndome a su nuevo trabajo en el psiquiátrico.

Papá sonrió y apretó una de mis mejillas, __Hay mucho que hacer...pero igual de excelente que él tuyo princesa.__ sonreí con él y luego nos dirigimos a casa. En el camino cantamos juntos todos los éxitos de los Back Street Boys y pasamos por fideos para almorzar.

Cuando llegamos a casa yo preparé la mesa para comer, pero papá me detuvo en cuanto hizo un gesto hacia el jardín. El día estaba de lujo, y por ser una ciudad con costa, el calor quemaba todo lo que viera a su paso.

__Tenemos un maldito jardín envidiable Bela, deja la mesa para acción de gracias.__

__Bueno...pero voy a quitarme los tenis, el calor me está matando.__ tiré los tenis a un lado de la sala y nos fuimos a comer fideos sentados en la verde grama.

Y allí nos encontrábamos mi padre aún con su elegante traje a corbata y yo en uniforme disfrutando de los pequeños placeres de la vida.

Se nos hizo la tarde mirando como los patos jugaban en la pequeña laguna, papá me abrazaba por la cintura mientras yo correspondía con sus grandes brazos. __Te quiero mucho Bela, siempre serás mi hermosa pequeña...__ dijo papi aspirando mi lacio cabello.

Yo cerré mis ojos y luego lo miré,__yo igual papi, te amo.__ él me sonrió y besó mi frente.

__Al primer chico que te hable le haré una lobotomía__ yo rei a carcajadas ante su comentario y luego la fuerte voz de mi tío Tony invadió el lugar.

__¿De que me he perdido?__ se acercaba a nosotros tirando al igual que yo sus zapatos de cuero fino, para incorporarse en la grama al lado de papá.

__Nada que no sepas...hablábamos de tu salida del clóset__ papá hizo una mueca de lástima y Tony golpeo su hombro ofendido.

__¡Calla ya imbecil!__ ambos rieron y comenzaron a jugar como neandertales en el jardín, golpeándose uno con otro y riendo.

Así era mi pequeña familia, loca, salvaje y amorosa. Y aunque yo no tenga mucha  carisma, no estaría de más decir que ellos eran mis pequeños retoños, lo que más amaba en el mundo.

ERES MIA (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora