Capítulo 1

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-¡Levántate, cielo! Es hora de ir al colegio.- Gritó mi madre. Abrí ponsoñozamente mis ojos, me levanté de un salto de la mullida cama y bostecé. La noche anterior había asistido a una fiesta dedicada al aniversario de la muerte de mi hermana; pero lo único que hicieron en toda la velada había sido mirarme con compasión y beber todo el alcohol que podían. Odiaba demasiado esas fiestas, odiaba que la gente me hubiera puesto como reemplazo de Carrie, y lo que más odiaba era la falsedad en la que me había convertido.

El espejo de cuerpo completo frente a mí me mostró a una chica de cabello castaño claro con ojos de color verde jade en una pijama rosada. Me cambié de ropa por unos leggins negros y una camiseta de tirantes con una impresión de un tigre, me peiné rápidamente y me puse maquillaje. Entraba a la cocina cuando mi teléfono sonó.

-Aquí Chris.- Respondí.

-¡Hola!- Una voz femenina muy chillona respondió. No la supe identficar.

-¿Quién eres y qué quieres?- Respondí de mal humor.

-¡Uf! ¿Así saludas a tu prima?-

Me palmeé la frente, enfadada conmigo misma.

-Melanie...-

-¿Por qué estás tan enfadada hoy?- Me preguntó. Entré a la cocina para encontrar en la mesa un post-it amarillo con una nota. Mamá debió irse a trabajar horas extra de nuevo.

-No estoy enfadada, solo algo cansada.- Y sola.- ¿Llegas mañana?-

-En realidad llego hoy en unas horas.-

-¿QUÉ? Pero, ¿Cómo te voy a recoger? No puedo llegar al aeropuerto si estoy en media clase.- Protesté.

-Llego en unas 9 horas, ¿Segura que no puedes?- Suspiré aliviada.

-Vale, sí puedo.-

-Entonces nos vemos.- Mi prima no me dejó ni despedirme antes de colgar. Sonreí y dejé el móvil en mi bolso, cogí la nota de mi madre y la chequé.

"Dejé un par de emparedado en la nevera. Recoge a Melanie en el aeropuerto a las 4:30. Horas extra hasta las 12, no me esperes. Besos, mamá."

-Demonios, tendré que llamar a Greg para llegar.- Volví a sacar mi móvil y llamé al número del chico que me respondió en menos de tres tonos.

-¿Muñeca?-

Rodeé los ojos. Odiaba ese sobrenombre.

-Hola, cielo. ¿Me recoges hoy?- Hice el tono más cursi y tonto como pude y escuché un "Ajá" de su parte.

-Estoy ahí en 5 minutos.- Cerré mi teléfono. Me colgué el bolso en el hombro y salí de casa.

No llevaba ni cinco minutos fuera, cuando el convertible de Greg se hizo visible en la acera frente a mi casa. El chico bajó del auto de manera egocéntrica y con sus lentes de sol puestos; me miró extendiendo los brazos. Idiota. Pensé.

Caminé lentamente hasta él, y me dediqué a mirarlo petulante por alrededor de dos minutos. Greg se rindió y con una sonrisa "Cautivadora" en sus labios, me atrajo por la cintura hasta su musculoso cuerpo. Pero no se dejen llevar, este tipo era lo más cercano a popular e inteligente que había encontrado en todo el instituto al que iba. Él era totalmente el tipo de chico que a Carrie le hubiera encantado. Greg era el capitán del equipo de baloncesto, tenía notas excelentes, era buen mozo y tenía ese aire misterioso y rebelde que a las chicas encantaba. Pero yo sabía que era un tipo idiota que trataba de revolcarse con cuanta chica se le cruzara, y que su hermana había sido la mejor amiga de Carrie. Tal vez eso era lo que me incitaba a querer estar con él detrás de mi, que quería saber como sobrellevar esto como lo había hecho ella.

-Nos vamos, Greg.- Me despegué de su abrazo con agilidad y el chico me miró perplejo.

-Estás molesta.- Sonrió. Lo fulminé con la mirada. Se esforzaba en conocerme y saber lo que me disgustaba y lo que no. Era una verdadera lástima que a mi no me gustara de esa forma, podría haber sido más feliz con el.

-Un poco, lo de Carrie ayer fue la peor que se ha hecho.-

-Lo sé, nena, pero debes admitir que tenemos amigos divertidos.-

-Amigos cabezotas y ebrios.- Resoplé. Greg sólo sonrió y arrancó el auto en camino al instituto.

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