One Shots De Sirius Black

5|Mirándolo dormir

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Autor/ra: amanda-black22

Gruñes levemente cuando el cálido aliento de Sirius abanica tu cuello. Su rostro está enterrado en tu cuello, las piernas entrelazadas con las tuyas como un complicado juego de rompecabezas infantil, y sus brazos atornillados alrededor de tu cintura. Te está envolviendo literalmente.

Sirius era como una especie de bebé que caminaba, disfrutaba tenerte en sus brazos y a ti te gustaba estar ahí... bueno, la mayor parte del tiempo. Eran momentos como este, a altas horas de la noche, deseabas que fuera un poco menos pegajoso.

No era que no te gustara abrazar a Sirius, en realidad era todo lo contrario, te encantaba abrazarlo. Pero las pequeñas bocanadas de cálido aliento que escapaban de su boca le hacían cosquillas en la clavícula, y tenía el hábito inconsciente de inquietarse constantemente, frotando su tobillo contra el tuyo o acercándote aún más, o clavando sus dedos en tus caderas con más fuerza. Era como si tuviera miedo de que desaparecieras en medio de la noche. La inquietud le impedía dormir, de verdad, porque cada vez que lograba quedarse dormido, su cabeza cambiaba de posición o sus piernas se movían.

Además, él también era un poco llorón. Con sus carnosos labios rosados ​​y la cabecera de la cama desordenada, era bastante difícil resistirse a sus somnolientas peticiones de "Necesito un abrazo, bebé" y "Abrázame, no te vayas".

Recuerdas esta noción cuando tus pensamientos te llevan a dejar distraídamente de pasar tus dedos por sus mechones, y él gime levemente, en tu piel, moviéndose un poco para mirarte con ojos somnolientos, parpadeando una vez para ver si algo anda mal, antes de retomar su posición de enterrar la cabeza en su cuello, agarrando con los dedos su cintura con más fuerza.

Te ríes un poco, inclinando la cabeza hacia abajo para presionarla contra la cabeza de tu chico dormido, y él tararea ligeramente, un beso somnoliento presionado contra tu piel antes de que se adormezca de nuevo. Su olor a colonia abrumadora y el olor remanente de su chaqueta de cuero es lo único que has podido oler durante horas.

Al mirar hacia abajo, se le recuerda que, aunque es posible que no esté durmiendo lo suficiente, fue agradable verlo hacerlo. Sonríes un poco, inclinándote para presionar tus labios en la parte superior de su cabeza antes de cerrar los ojos.