Sanando un Corazón Roto

Capítulo 2

Un nuevo día comienza, especialmente en la academia High School, y los estudiantes recién van llegando a la escuela.

Entre ellos, se encuentra el castaño llamado Issei, quien viene caminando tranquilo con su mano sosteniendo una mochila negra, y no parece siquiera prestar atención por dónde camino, todo por unos auriculares negros que trae puestos.

Y no solo eso, pues el castaño mientras levemente movía su cabeza de un lado a otro, también cantaba, pero en voz baja.

"I'm gonna take it all I

I'm gonna be the last one standing,

Higher overall I,

I'm gonna be the last one landing 'cause I, I, I"

-¡Issei-kun!- exclamó una voz femenina.

"Believe it, and I, I, I

I just want it all, I just want it all

I'm gonna put my hands in the air, hands in the air

Put your hands in the air"

-¡ISSEI-KUN!- exclamó nuevamente esa misma voz, y se trataba de Kokona, quien aceleraba un poco para acercarse al castaño y llamar su atención.

Una vez llegó con él, y después intentó llamar su atención durante unos minutos, recién se dió cuenta de que el chico estaba en su mundo cantando, y debía admitir que tenía buena voz.

Pero luego también se dió cuenta de que el chico traía auriculares, así que asumía que por eso no la escuchaba, entonces, le quitó el que tenía en su oreja derecha, y lo llamó por su nombre en un susurro.

-Issei-kun- fue lo que dijo la pelivoleta.

-¡AH!- exclamó el castaño un tanto exaltado, antes de darse cuenta de que la chica fue la que habló- Uf...Kokona-san, no hagas eso, casi me llevo un buen susto.

-Pues para la próxima quítate esas cosas, o sino hasta alguien te puede robar y ni cuenta te das- señaló la pelivioleta.

-Sí, lo siento, es que uno de mis pasatiempos es escuchar música, y cada vez que lo hago me olvido del resto del mundo- dijo Issei con una mano detrás de su cabeza.

-Si te sirve de algo, debo decir que cantas bien- señaló Kokona con una sonrisa.

-Jeje, gracias, y eso que es la primera vez que alguien aparte de mis padres me escucha cantar- dio el castaño.

-Bueno, mejor, sigamos caminando o perderemos las clases- dijo la chica empezando a caminar.

-¡Oye!¡Espérame!- exclamó el chico acelerando el paso para alcanzarla, pues el era el que se había quedado parado, mientras que la chica se le había adelantado.

Unos minutos después

Al igual que el resto de estudiantes, Issei y Kokona ya habían entrado a la academia, habían guardado sus cosas en sus respectivos casilleros, y luego se habían quedado sentados en una de las bancas que había en uno de los pasillos.

Aunque, esta vez, el chico había notado que la chica estaba algo más callada que de costumbre.

-Emmm...¿Kokona-san?- preguntó el castaño.

-¿Eh? Ah, Issei-kun, perdona, estaba distraída- dijo la pelivioleta un tanto apenada.

-Se nota, desde que entramos has estado un tanto callada- señaló el chico con sus brazos cruzados.

-Sí, jejeje- dijo la chica con una sonrisa de lado, antes de simplemente apoyar sus manos en sus piernas y quedarse mirando el suelo.

-¿Acaso tienes un problema y no me lo quieres decir?- preguntó el castaño.