Ya casi un año y medio ha pasado desde que Issei se adentró en lo sobrenatural al convertirse en un demonio, además de descubrir que era el Sekiyuutei..
En un día que parecía común, al castaño se le asignó ser el tutor de alguien nuevo que llegaría...
Han pasado ya 3 días desde que el director de la academia Kuoh le informó a Issei que había sido escogido para dar asesorías a un nuevo estudiante que llegaría a la academia, que llegaría exactamente el jueves de esa semana.
Y...cómo le avisó el lunes, ahora ya era jueves, así que Issei estaba un tanto nervioso por conocer a quien le iba a ar asesorías académicas.
PD: El uniforme de Issei en gran parte de la historia será este, ignoren la Boosted Gear...por el momento, también, el único cambio será en las zapatillas...lo siento...es que me gusta imaginar a este vato más con esas zapatillas que las normales.
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En el salón 3-C
Mientras que el dúo pervertido parece estar "discutiendo" con Aika Kiryu, por el otro lado, Issei se encontraba con los brazos cruzados mientras mira hacia el techo.
-Oye Issei, ¿Estás bien?- preguntó un chico pelinegro, quien estaba sentado delante del castaño.
-Sí, ¿Por qué lo preguntas?- fue lo que dijo Issei, ahora con los ojo puestos en su compañero.
-Pues...sé que apenas somos amigos desde hace 6 meses, pero puedo deducir que algo te inquieta solo por ver tus ojos- fue lo que dijo el pelinegro.
-Wow...¿Y cómo haces eso Drake?- preguntó el castaño.
-Es algo que mi familia siempre ha encontrado raro o especial en mí...se podría decir que es un don- fue lo que dijo el pelinegro, ahora identificado cómo Drake mientras tenía los brazos en la cintura cómo si de un superhéroe se tratara.
-Pues que don tan curioso ¿Eh?- señaló el castaño con una ligera sonrisa mientras apoyaba ambos brazos en su mesa- Pero tranquilo...estoy bien...solo un tanto nervioso por conocer a mi alumno.
-O alumna, quien sabe ¿No?- fue lo que dijo mientras miraba al castaño con picardía.
-¿A qué te refieres?- preguntó el castaño.
-Solo digo...vaya a ser que sea una chica y termines con un harém- señaló el pelinegro mirando a otro lado.
-Ja, si, cómo si esas cosas pasaran- fue lo que dijo el castaño con una sonrisa, pero en su mente pensaba otra cosa- Si supieras que ya tengo uno.
