Capitulo 2

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—Hoy es el día— es mi primer pensamiento, en cuanto escucho la alarma que indica, que me espera otro día de caos en el ministerio, y para completar, hoy veré a Malfoy, aun no se la razón de mis nervios. Que tontería.

Después de darme un buen baño, me pongo mi traje y mi capa favorita, adoro como se me ve, resalta mi figura y me da ese estilo inglés, elegante y dulce al mismo tiempo. Mi día comienza con la misma rutina de todos los días, y me dirijo a la chimenea.

Al llegar al ministerio, el subsecretario Herbert Fleet, me detiene —por favor, no más malas noticias Herbert.

— Lo siento Hermione, pero aquí los problemas están a la orden del día. Te informo que: El mortifago aún no ha sido hallado, y no sé si es bueno o malo, pero se supone que está en Italia, ya que, según nuestros registros, en las pasadas doce horas se sintió una fuente de magia oscura justamente en Palermo.

—Entonces que se encargue de eso su presidente de Magia ¿hay más buenas noticias?

—El presidente, dice que no se encargará a menos que haya víctimas, además que eso le compete solamente al ministerio británico... ah, y Mary tiene fiebre de dragón, está en San Mungo— dice Fleet, dándome una sonrisa rara, una sonrisa que dice auxilio.

—Mátame, te juro que no irás a prisión

—Ni loco, no me dejarás el trabajo a mí solo. Créeme, no quiero hablar con el presidente de Magia, yo con los italianos no me llevo nada bien. Más te vale seguir viviendo hasta que arreglemos este conflicto, por lo pronto te traje un secretario, es medio raro, pero apuesto que servirá— Termina de decir y se retira dejándome con el doble de preocupaciones.

Al llegar a mi oficina reconozco de inmediato al chico que está sentado en la recepción, y el cual se suponía era quien reemplazaría a Mary.

—Antonio ¿eres tu?— Le pregunto en cuanto lo veo

—Hermion, es un placer verte de nuevo. Vaya, cuanto tiempo— se acerca con esa cálida sonrisa que siempre lo ha caracterizado.

Le recibo su abrazo, es muy amable.

—Y en todo es tiempo, aun me dices Hermion, no se quien está peor, si tu o Viktor— le digo bromeando, recordando cuando los conocí en Hogwarts, justo en el torneo de los tres magos.

Me gustó tanto haber tenido la oportunidad de conocer un nuevo amigo del colegio de Dumstrang y otro de la académica Beauxbatons.

—No creí que... bueno, tu estabas en España.

—Si, terminé la escuela y volví a España, pero conocí a una hermosa chica y nos casamos, no sé qué tienen las británicas que me enloquecen— me dice con aire inspirador.

—Se que estas para más cosas Antonio, no sabía que ya te habían contratado para este puesto.

—No está Mal, Hermi. Debo decir que, el sueldo es increíblemente bueno y estaré trabajando con una vieja amiga ¿puedo pedir más?

—Te prometo que en cuanto Mary regrese, tu continuarás en el ministerio.

—Eso es algo que me complace oír querida ministra, pero por el momento a trabajar; revisando todos estos documentos me enteré que el ministerio está en un caos— agarra una carpeta en donde están registrados todos los informes semanales incluyendo el desastre de ayer.

—Justo hoy tengo agendada una reunión con el que, espero sea, el nuevo Sub jefe de aurores, tal vez nos de una mano.

—Si, eso acabo de ver en tu agenda, que curioso— me dice y puedo notar como lucha para no reír.

El primer amor no muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora