Pasaron varios minutos luego de la aclaración de Chloe, y es más que obvio decir que el silencio entró y se hizo lugar.
- Vaya, que bueno - entonces puso su mejor sonrisa fingida.
Él no tenía nada más por preguntar, sólo giro la cabeza y volvió a mirar a su amiga. Debajo de la gorra negra con extraños logotipos, su coleta y los delgados mechones rubios seguían la corriente del viento. Ella trataba de no tragarse su pelo.
Y él no podía notar eso.
- Em Chloe, yo de verdad - inicio de la nada - no quise ofenderte ayer en el receso, pero si te ofendí, en verdad lo siento.
Ella paro de hacer lo que hacía y suspiró en breve para reírse; sin gracia alguna.
- No, tranquilo sólo que ha pasado un tiempo desde que hablamos y ya sabes - se acomodó un mechón grande que cubría su boca - Adrien, seré directa - formó una mueca pero luego varios hilos rubios se arrastraron nuevamente por sus labios.
El sol de la tarde le daba de aurora solar por detrás de la nuca, y como ya antes dicho, con los cabellos alevados en el aire con la corriente y sus constantes movimientos, sus labios rosados... sus ojos azules mezclados con el sol. Él la veía paralizado en su lugar y notaba que se veía... «Bonita».
Si, él pensaba que tenía una amiga bonita.
A dos metros de distancia encontrándose escondido detrás de una ancha chimenea sobresaliente en las tejas, Luka Couffaine se reía tapándose la boca cuando vio como la Srt. Yellow se acomodaba una y otra vez los cabellos que a por poco se tragaba, pero lo más gracioso fue ver a su amigo verla tiernamente, como si se viera linda.
- El punto es... - volvió a acomodarse - que - está vez la corriente de viento soplo con más fuerza y restrego su coleta en toda su cara - ¡¡¡Aaargh!!! Suficiente - tomó su cabello y lo sostuvo con una mano - me cambiaste Adrien.
- ¿Qué?
«¿Qué? No escucho nada, diablos... ¿De qué están hablando?» se apego más a la pared en intento escuchar.
- Bueno, entonces... ¿Quién te gusta? Digo, amm... Bueno si es que se puede saber, ja.. Jaja - preguntó él, rascándose la cabeza apartando los ojos de ella, sobra decir que, iba totalmente incómodo.
- Nadie - la sencilla respuesta afloró aún más el reinado del silencio.
«Espera, espera, espera... Osea ¿Whats? Como terminaron en eso?, bueno, da igual, hay que celebrar, no hay competencia. Sus labios pintaron un enorme sonrisa.
Entonces.
El rockero de mechas turquesas se desplomó pegado a la chimenea del tejado, había escuchado una buena parte de su conversación pero su torpe desplome causó ruido y ambos blondes se giraron a ver en la dirección de su escondite.
- Rayos... - susurró agachando su cabeza.
Busco algo para arrojar en otra dirección y desviar su atención, pero tuvo suerte y un gato negro saltó por los tejados acercándose a él.
«Un momento, se está acercando a mi...»
- Oh no, ey tú - susurró el guitarrista hacia el minino, este pareció prestarle atención - no te acerques ¿Esta bien?
- ¡¡Miaww!! - el gato chillo y aceleró su coqueto paso en su dirección.
- No joder no, ¡Vete! - vocifero - ¡No! ¡Shu!
El modelo se lavanto de su sitio con cuidado y dio su opinión.
- Creó que hay alguien detrás de la chimenea.
ESTÁS LEYENDO
¡Hey, Rubia!
FanfictionUn accidente de trabajo + orejas y una esponjosa cola + un temporada de celo en próxima aparición. See... esta rubia va a sufrir. Una akuamatizada a la que le gusta jugar con la suerte. Dispara a puro azar cuatro flechas, que en simple casualidad ll...