¿Adrien? No, espera. Es más que obvio que es él, pero ¿Qué demonios hace Adrien acá?
Y si, justo cuando estábamos a punto de encontrarnos cara a cara con Adrien, ¡Pum! Tremenda caída en la que mi trasero se deformo como un pez globo re-contra-mega puntiagudo, y no, no va de a chiste.
«Seguro que el trasero de Quasimodo está mas pintudo que el mío»
¿Qué paso? Simple; el rufián teñido de azul fosforescente resbalo al siguiente paso después de que girará la cabeza, justo antes de llegar a la tienda del maestro Fu.
«¡Milagro, que no me haya torcido el cuello!»
Y como cualquiera con un poco de lógica se puede imaginar... Volamos por unos centímetros del suelo para acabar: Yo, de nalgas para el pavimento, y él, de bruces contra el suelo. «O al menos eso vi».
Obviamente no fue nada afortunado que después de caer; resbalara, justo, lo que me pasa ahora mismo.
Grite, mientras resbalara por el agua vía abajo. Adrien corrió en mi dirección «¿Cómo? Ni idea, solo que corre para arriba, con agua y todo» escuche unos chapoteos bastante ruidosos a pesar de la lluvia a unos metros de distancia, así que... O me salvan, o me salvo yo mero.
Gire repetidamente la cabeza como la chica del exorcista para todo lado, buscando algún pare y frene; ninguno, ¡Joder! ¡¿Es que no alcanza el presupuesto para una pinché ayuda para mua?!
Antes de asimilar completamente la escena, antes de que Adrien se posicionara con los brazos abiertos para cogerme del suelo... Una gran cantidad de agua se arrojó contra un costado suyo; mojándolo por completo. El rufián teñido de azul, me tomó con una brazo del otro lado de mi hombro, para apegarme a su pecho.
Balanceo su cuerpo, y yo enseguida también lo hice, formando así, una yarda de agua en el aire por unos instantes. Mientras con el brazo restante, aprisiono a un poste venidero.
Alto, ¿Un poste?... ¿Me estas jodiendo mundo del... Y ¡Bam! El impacto vino, y por fin nos detuvimos. Pero ya, volviendo al tema ¡¿Porque no vi ningún mendigo poste cuando giraba la cabeza a lo exorcista?! ¡Un segundo! - chille mentalmente - ese no es el tema principal. Gire la cabeza buscando a Adrien y cuando lo encontré, él evitó mi mirada nervioso.
Un gemido me sacó de mi nube.
- Ah... ¿Todo bien... Rubia? - preguntó el chico con la voz algo adolorida.
Me quedé pasmada por unos momentos antes de reaccionar a los segundos y ponerme de pie y ayudarlo a levantarse, con cuidado, obvio.
- Tú... - antes de proseguir - es... Tas - «Vamos, se amable... Al menos esta vez». Mencione con todo el escepticismo posible y para aumentar, también algo de desagrado, un poco no cae mal. Porque vamos, el me habrá salvado pero fue el estúpido que corrió bajo la lluvia, eso y aumentando que me cargaba - ¿Bien?
Mientras tanto, él y yo estábamos caminando. Olvidamos por completo a Adrien.
Él observó hacia un lado con la cabeza gacha e ignoro mi pregunta y MI tan preciada amabilidad, ¿Sabes a quien estas ignorando pedazo de imbécil? Pero lo que pase por alto y luego recordaría, sería; esa sonrisa a un lado que traía en los labios.
Estaba a punto de gritarle, pero como buen Cliché de boy que es. Solo escuche una mini carcajada; casi inaudible.
Pero que desagradable sorpresa, se estaba riendo.
Mira que reírse después de que casi y te rompes la jeta en mil - ¿De que te ríes? - Pregunte.
Él se callo de una y luego puso un rostro casi, calmado, por no decir que parecía algo solo algo, adolorido.
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¡Hey, Rubia!
Fiksi PenggemarUn accidente de trabajo + orejas y una esponjosa cola + un temporada de celo en próxima aparición. See... esta rubia va a sufrir. Una akuamatizada a la que le gusta jugar con la suerte. Dispara a puro azar cuatro flechas, que en simple casualidad ll...