Dejamos a Aly en casa con la pequeña Hilal. Mi madre y yo emprendimos el viaje en la madrugada para poder volver temprano a casa.
Llegamos al reino justamente cuando el sol saco sus primeros rayos de luz y comenzamos a buscar los mejores viveres en cada esquina de la calle, es un poco dificil si las personas que te lo venden si las personas que te los venden son unos estafadores. Mientras por fin habiamos encontrado algunas zanahorias decentes escuchamos gritos y musica que provenian no tan lejos del lugar, el rey habia llegado y sin pensarlo me habia parado entre la miltitud para precenciar el desfile.
Eran demasiadas cosas como para una llegada, bailarinas, hombres acrobatas, hombres manejando dagas incluso un anciana con no se cuantas serpientes alrededor de sus hombros, era espeluznante, despues de todo eso aparecio un elefante enorme con telas preciosas en la cabeza y en el lomo, parecian como que estaban echas de esmeraldas y si, asi era, estaban echas se esmeraldas genuinas, encima del lomo estaba sentado el rey con algunas damiselas a su alrededor con vestimenta blanca, parecia enojado, digo, esa era su cara nadie jamas lo ha visto sonreir.
-Oh por Dios, es tan guapo!- Dijo una muchacha atras de mi.
-Ojala pudiera casarme con el, el es un sueño- Dice la amiga de la chica alargando la palabra sueño.
Yo solamente las ignoraba, no entiendo el fanatismo hacia un tirano como el, puede que sea guapo pero en su interior debe haber la persona mas horrible del mundo, me reí a lo bajo imaginandome esa persona.
En un momento dado me quede mirando al pobre elefante que al parecer estaba viejo, pero, sin darme cuenta unos ojos verdes casi como la esmeralda habian llamado mi atención, era el rey quien me miraba...
Me miraba fijo y mientras pasaba el elefante volteaba la cabeza solo para verme, no entendia por que, mi chequee el cuerpo haber si tenia algo pero lo unico que ocupada era mi viejo vestido el cual uso casi todos los dias, no despegaba sus ojos de mi pero no sentia temor de su mirada solmente me le quede mirando para desafiarlo y mostrarle que no tenia miedo a nada, que podia ser más fuerte de lo que soy.
Las chicas que estaban detrás se agarraron de las manos y comenzaron a respirar con fuerza y fingir que se estaban abanicando.
-Oh por Dios!, lo viste?!, miro hacia nosotras! Miro hacia nosotras!!- Dijo una de ellas dando saltitos.
Si, seguro es eso, miró hacia las chicas, y no lo culpo, desde que entro ellas meneaban las manos, gritaban y saltaban, y al parecer estaba susurrandole en el oido a algunos de sus sirvientes que le molestaban ya que habia mirado hacia aquí con determinación.
-Alysha! Ven! Ayudame!- Gritaba mi madre mientras cargaba un pequeño saco de papas, fui rapidamente a ayudarla para despues devolvernos a la pequeña casa.
Al llegar Aly estaba jugando con la gata en el frente, desde que nos vio se paro para ayudar con los sacos mas pequeños, cuando llegamos, entramos todas las vacijas y mi madre se puso a cocinar un estofado de viveres, no se por que no me dejo a mi.
Al teminar, yo puse la tela para dormir y nos acostamos como siempre, pero yo no me dormi al instante porque me habian entrado unas ganas de hacer una oración, no acostumbro mucho a orar pero no quiere decir que no lo haga. Me arrodille fente a la ventana donde se reflejaba la luna, junte mis manos, cerre los ojos y baje mi cabeza.
"Hola, se que ultimamente no te he orado espero tu perdón algún día, pero vengo hasta aquí para pedirte de los más profundo de mi ser que protejas a mi familia y que traigas sanidad y mucha salud a esta casa, no te pido que nos traigas lujos ni cosas en exceso, lo unico que pido es.....es...."
Respire hondo y me puse mas firme en mis rodillas, aprete las manos y volvi a respirar hondo.
" Es una vida mejor...eso es lo unico que quiero, te lo pido con todo mi corazón y alma, por favor concedeme mi petición, amén"
Al terminar me devolvi a mi puesto quitandole los pies a Aly de mi lugar, es una costumbre de el moverse mucho al dormir, pero no me molesta porque al menos se que esta teniendo el mejor sueño de todos.