Al dia siguiente nos despertamos del susto por los golpes tan fuertes que sonaban en la pequeña puerta de madera, mi madre nos dio una señal de que nos quedaramos acostados mientras ella veia quien era por el agujero.
-Abran! Es una orden! Ahora!- Dijo una voz demasiado varonil, como la de un guerrero.
Mi madre abrio bastante los ojos, su boca echo un pequeño respiro sordo, nos hizo señas de que guardaramos silencio mientras los dedos les temblaban.
-Que abran, maldita sea!- Dijo otra voz casi parecida a la primera que habia hablado.
En un abrir y cerrar de ojos la puerta se habia destrosado mientras que mi madre estaba pegada a la pared, agarrandose el pecho y con una cara de espanto.
Habian entrado dos hombres que parecian dos montañas, tenian uno tenia el pelo bastante rebelde y el otro era calvo pero con una cantidad exagerada de pelo en la cara, tras de ellos habia un hombre debilucho con una bata blanca y un sonbrero extraño, tenia lentes y una piel color canela.
-Es esa?- Pregunto uno de ellos señalando a mi madre.
El debilucho nego con la cabeza, luego miro a mi direccion y me señalo, abri los ojos como platos y la respiración se me corto al ver a los dos hombres que parecian bestias acercarse a mi, ambos me tomaron por los hombros.
-QUE HACEN?!, SUELTENME!- Grite mientras pataleaba y movia los brazos para safarme.
-DEJENLA!- Grito Aly mientras repartia pequeños golpes a la cabeza del calvo.
-Quitate niño- Dijo este y la empujo tan fuerte que cocho con la pared, el golpe fue tan duro que se agarro el vientre y cayo de rodillas.
-Aly!- Grita mi madre corriendo hacia el, al parecer esta bien.
-SUELTENLA MALDITOS!!!- Grita mi madre nuevamente corriendo hacia uno de los guardias.
El de pelo rebelde la toma por las caderas y la sube a sus hombros, mi madre patalea con desesperación no tiene por donde escapar, el calvo hace lo mismo conmigo y yo comienzo a morderlo y a patearlo, pero este hombre parece de acero, el peludo baja a mi mamá sosteniendola por los hombros y poniendola al frente del debilucho, su respiración esta entrecortada.
-Escuche...- Dice, pero es interrumpido al intante que mi madre le escupe en la cara, comienza a intentar zafarse pero el peludo la sostiene con mas fuerza rodeandola con su brazos - Ahora si escuche... esta joven ha sido elegida para servir al rey y....- Dice pero mi madre lo interrumpe.
-No me engañan para nada malditos bandidos, larguense de aqui, acaso no ven que no tenemos nada?, vinieron al lugar equivocado y quiero que ahora mismo SUELTEN A MI HIJA!- Gruñe mi madre con los dientes apretados, la cara esta roja del odio.
El debilucho hace una seña al peludo y este asiente y le tapa la boca a mi madre, ella intenta quitarle la mano de la cara pero se le hace imposible, Aly esta jadeando aun de rodillas, le hago señas para que haga algo pero parece que el dolor no lo deja concentrarse.
-Como decia... su hija ha sido elegida para servir al rey de ciudad esmeralda y todo lo que diga el rey tiene que cumplirse lo quiera o no, ordenes son ordenes- Dice el debilucho- Por cierto, para que vea que no estamos mintiendo aqui hay una prueba- Dice.
Rebusca en su bolsillo y saca como si fuera un broche verde, tiene el simbolo que esta en la puerta de la ciudad, y tambien contiene esmeraldas pequeñas, sin duda son sirvientes del rey, un broche asi no puede igualarse de ningun modo, mi madre abren los ojos como si hubiera visto un fantasma, yo ahogo un grito y Aly aún jadea por el dolor.
-Debido a la expresión de sus ojos ya veo que nos cree, ahora nos llevaremos a la joven para el palacio, espero que pase un buen dia- Dice el debilucho y sale de la casa, el peludo deja a mi madre a un lado y sale y el calvo comienza a caminar conmigo al hombro, ahora si pataleo más fuerte.
-MAAAMMÁÁÁ- Grito a todo pulmon, mi madre corre hasta mi y me toma de las manos para jalarme
-ALYSHAAA- Dice con lagrimas en los ojos- POR FAVOR DEJENLA, ES MI HIJAA!!
El calvo tambien comienza a jalarme, yo intento zafarme de su agarre.
-ALYSHAAA NOOO- Dice Aly caminando algo cojo dirigiendose hacia nosotros, aún agarrandose el hombro.
-SUELTENLA!- Grita mi madre, jalandome y con las lagrimas rodando por sus mejillas -SE LOS SUPLICO!
-MAMÁ NO DEJES QUE ME LLEVEN!, POR FAVOR MAMÁ - Dijo llorando, de la rabia, intento zafarme con todas mis fuerzas de aquel hombre, pero es inutil.
-YA ME HARTE - Gruñe el peludo dirigiendose hacia nosotros por detrás, este empuja por la cabeza a mi madre, fue tan fuerte que al caer provoca un ruido sordo al chocar con el suelo, mi madre eleva la cabeza lentamente y se percata de que me estan llevando.
-ALYSHAAA- Grita, Aly llega junto a ella - ALYSHAAA,NOOO- Grita intentando pararse pero el golpe parece que la deja abobada y cae otra vez.
Me percato de qur tiene un gran moretón del lado de la cara y su ojo esta entrecerrado y lloroso, Aly comienza a llorar y a gritar junto con mi madre en el suelo.
-MMMMAAAAMMÁÁÁ- Digo con las lagrimas en la cara, siento que me suben a un caballo, intento bajarme pero este hombre me tiene acorralada.
-Quedate quieta!- Gruñe entre dientes.
Veo a mi madre agarrandose el pecho y lanzando gritos, los cuales no puedo escuchar porque ya estamos lo bastante lejos.
-Mamá....- susurro con voz quebrada, me tapo la cara y comienzo a llorar como una loca.
- Jajaja... Niña estúpida, deja de llorar, asustaras a los caballos- Dice este riendose mientras guia a uno de ellos.
Estabamos cerca del palacio ya, asique los caballos comienzan trotar, veo que uno de ellos se pone al lado del que estoy montada, el debilucho lo manejaba.
-Lo lamento, pero, ordenes son ordenes y tenemos que cumplir - Dice subiendose los lentes más para arriba de la nariz.
Respiro más profundo para dejar de llorar, cierro los ojos, al calmarme vuelvo abrirlos y lo miro, con una mirada que hasta podria matarlo, el no dice nada solo evita mi mirada.
-Malditas sean las ordenes- Susurro con los dientes apretados, me escucho pero no me hace caso- y maldito sea el rey Zayed...