Capitulo 1

48 0 0
                                    

Preparaba la masa para el pan mientras mi madre barria el frente de la casa, era una casa bastante pequeña y se estaba cayendo a pedazos, estaba echa de barro y pajas, era como una pequeña madriguera, pero aun asi era nuestro hogar y nos traia bastante recuerdos de hace muchos años, mi hermano Aly estaba juagando con algunas baras que encontro no se donde mientras Hilal, mi gata, maullaba en el techo.

-Alysha, te falta mucho?- Pregunta Aly quien entra a la pequeña casa.

-Si, pero descuida lo importante es que estaras muy ricos- Digo con una sonrisa sin mirarlo.

-Ayyy, hazlos mas deprisaa, me estoy muriendo de hambre- Dijo agarrandose la panza y alargando las vocales mientras echaba su cabeza hacia atrás. Salió.

Yo solo me rei sacando todos mis dientes, seguia amasando la unica comida que teniamos en la casa y si la arruinaba nos acostariamos sin cenar, por eso estaba muy concentrada, lo que mas detesto es ver a mi familia sin comer, aunque ya deberia ser una costumbre para mi...

-Alysha!- Me llama mi madre fuera.

Dejo la masa encima de la pequeña madera que teniamos, me limpio las manos con un pañuelo viejo y salgo.

-Termina rapido, por favor, mañana iremos temprano al reino para conseguir comida- Dice mi madre al verme- Mañana es la llegada del rey y....

Al mencionar esa palabra, esa insignificante palabra, respiro hondo y miro hacia un lado, mi madre solo mira, suspira y vuelve a barrer.

-...y ya sabes que en cada llegada bajan los precios, asique consegui algunas monedas los mas rapido que pude para poder comprar aunque sea para 3 semanas- Dice ella sin mirarme, continuando con su labor.

Le di una pequeña sonriasa, al saber la razon por la cual mi madre habia trabajado duro estos dias, su trabajo consistia en hacer telas para despues venderlas por el reino, pero no ganaba mucho.

Me fui a hacer los panes lo mas rapido que pude y los meti al pequeño horno de barro, llame a mis parientes y todos nos sentamos en el suelo a comer del pan, sin nada de compaña.

Al terminar, mi hermanito y yo entramos las basijas de agua que teniamos, siempre las sacabamos durante el dia ya que ocupaban mucho espacio en la casa, al entrar la ultima, mamá tenia la tela puesta en el piso para dormir, nos acostamos todos juntos, hasta Hilal y nos quedamos dormidos bajo la luz de la luna que emanaba el pequeño agujero en el techo.

Ciudad EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora