Noté frío en las piernás y supe que alguien había levantado las sábanas.
- Mmmm - rezongue mientras intentaba volver a localizarlas con la cara hundida en la almohada.
Alguien abrió la ventana y para mí fue como si le hubieran echado agua bendita a la niña del exorcista. Empecé a revolverme como una cucaracha hasta que conseguí agarrar la esquina de las sábanas y me volví a a envolver como un burrito.
Alguien me rozo la mejilla con el pulgar - Tayler déjame dormir porfavor - murmuré somnolienta - eres un pesado, es domingo, vete a hacerte una paja y cierrame la ventana.
Desde luego que pesadilla de hermano que ganas de molestar y...espera...ayer acompañe a Gilmher borracho hasta su casa y me quede a dormir ¿Había sido real?
Abrí los ojos de golpe y lo vi, a el, con la cara de susto mirando fijamente algo en la cama. Su mirada preocupada se desvío una milésima de segundo al ver qué me despertaba para volver a posarla en el mismo sitio de antes.
Con curiosidad mire lo que llevaba observando con tanto ímpetu y vi una mancha roja.
- Mierda, lo siento muchísimo por haber manchado, es que no lo tenía bien controlado y se me ha...
- ¿Que hicimos ayer _____?
Estaba preocupado y muy pero muy alarmado. ¿Por qué? Entiendo que no es muy agradable levantarte y ver eso pero tampoco es que haya matado a alguien y lo hubiera restregado por su cama.
- Nada, estabas borracho y casi le pegas a un camarero que me quería invitar una copa así que te saque y tú me coacionaste para que te acompañará hasta aquí y me quedara a dormir.
Pero el siguió mirando la mancha - ¿Estás segura de que te acuerdas de todo? ¿Eso entonces que es? - con voz temblorosa señaló.
- Me ha bajado la regla, no he calculado bien el día, tengo que descargarme esas aplicaciones que llevan la cuenta - respiro aliviado - Ah, ¿Tu pensabas que tú y yo....?
Pude ver qué se sonrojo levemente y me pareció la cosa más adorable que había visto en mi vida.
- Me da un poco de pena pedirte esto pero si tienes tampones te agradecería mucho que me dieras uno, y repito que lo siento mucho por haber manchado.
- ¿Por qué hiba a tener yo uno? - respondió indiferente.
- Desde luego prefiero al Gilmher borracho....Tu madre puede que tenga.
Resopló y salió de la habitación, tardo un par de minutos y volvió con una caja entera.
- Se los he robado a Hillary y no se si te sirvan - examine la caja en la que como siempre salía una chica haciendo el pino en plan "tener la regla es lo mejor del mundo" y asentí.
- Gracias.
- Puedes cambiarte en mi baño - me señaló una puerta en la misma habitación y entre corriendo.
Se me había traspasado a los panties y lo peor era que me sentía terriblemente mal ¿Cómo iba a justificar Gilmher la mancha de la cama? Y además ¿Cómo iba a salir a la calle con esa mancha y un mini tutú blanco como única prenda para taparlo?
Al salir del baño, Gilmher estaba urgando en los cajones, sacó una camiseta y me la tiro de manera que si no fuera por mis reflejos, habría acabado en mi cara.
- Toma, ya me la devolverás.
Volví al baño a cambiarme y al salir me di cuenta del dibujo de la camiseta.
- ¿Mickey Mousse? - hice un gran esfuerzo para no reír.
- Es lo más pequeño que tengo, no te rías o te dejare en ropa interior en la calle - dijo divertido.
- Vaya, parece que Gilmher ha vuelto.
- Parece que por mucho que lo intente no puedo hacer nada así que es hora de que lo vaya aceptando.
- ¿Que? - por favor que se declare, por favor, por favor...
- Que soy tan guapo que es imposible que te puedas separar de mi ni un minuto - respondió fanfarrón.
- No fui yo la que suplico que me quedara como un niño de cinco años a su mamá.
Gilmher se cruzó de brazos - ¿Te dije algo más? - que estabas enamorado de alguien aunque no te conseguí sacar quien, obviamente no dije nada.
- No, nada más, gracias por los tampones y la camiseta pero me tengo que marchar o Tayler se empezará a preocupar - abrí la puerta pero oí voces que provenían de abajo.
- ¿¡Están tus padres en casa!?
Me miró divertido - ¿Donde querías que estuvieran?
- Trabajando.
- Es domingo - mierda, la vida me odia.
- Gilmher por favor tienes que sacarme por alguna parte que no me vean.
- ¿Quién es ahora la que suplico?
- ¡Oh vamos déjate de bobadas por favor ayudame!
- Mis padres están acostumbrados a tener que ver chicas desconocidas para ellos marcharse los domingos por las mañanas, no serás novedad - se encogió de hombros.
- ¡No pienso quedar ante ellos como otra maldita conquista tuya! ¡Tú y yo no hemos hecho nada ni lo haremos! - ojalá, chst cállate subconsciente - ¡Tengo una dignidad que mantener!
El idiota parecía disfrutar la situación - Bueno puedo pensarlo a cambio...de un beso.
- Prefiero salir tirandome por la ventana.
- ¡Pues ya verás como te las arreglas! - si le daba un beso se iba a notar, iba a descubrir todos mis sentimientos, si no lo sabia ya. Pero necesitaba salir de allí con mi orgullo intacto y no como la que le había calentado la cama una noche.
Así que suspire y sin pensarlo mucho para no arrepentirme lo bese. Y esa maravillosa sensación me invadió de nuevo, el tiempo se volvió a relentizar, el lugar no existía, solo el y yo, sus labios en los míos lo demás era polvo, el ritmo era lento, suave y dulce haciendo que pudiera saborear cada parte de su boca de manera que me llevaba a la locura.
Todo era perfecto, logré olvidar esos dos últimos meses de frialdad y quería quedarme ahí eternamente. Pero oí unos tacones subiendo las escaleras y con la poca fuerza de voluntad que tenía me separé.
- He cumplido mi parte - susurré con la voz entrecortada.
Se había quedado en silencio y se pasó una mano por el pelo - ven por aquí.
Me tomo de la mano y ese pequeño gesto incendio mis mejillas, cogí el tutú y los zapatos en la mano me guío por las escaleras hasta la puerta trasera por la que había entrado ayer en la noche.
- Da a la calle.
Asentí y en un pequeño impulso le di un beso en la mejilla - Gracias.
Estaba apunto de abrirla cuando:
- ¿Gilmher has visto el reloj que me regaló tu padre....? - una voz femenina se oyó detrás de nosotros e instintivamente me di la vuelta.
- ¿____? - dijo la mujer.
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Esa Virgen es Mía
RomansaHace unos años los chicos descubrieron, en una maravillosa clase de biología, que cuando metían cierta parte de su cuerpo en la nuestra les daba gustito. Desde entonces quieren meter su cómo llamarlo... ¿Churro? en nuestro real agujero en concreto t...