Parte 2 - Camino a la estación

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Rogers y Mizuki esperaban en la parada del autobús. Mientras Rogers mantenía sus brazos dentro de su gabardina café, algo desgastada por los años, con una mirada perdida en el horizonte, Mizuki se balanceaba sobre sus pies mientras tatareaba una melodía y miraba fijamente a cada cosa que se moviera en un radio de dos metros de ella.

-Así qué… Hoy nos vamos en esta cosa llamada bus…

-Anoche te quejaste mucho sobre caminar. Pienso que es lo más adecuado considerando la situación- El sargento no dejo su expresión vacía para responderle a Mizuki.

-Había estudiado un poco sobre estos “vehículos” antes de venir a este mundo. Pero es la primera vez que me subo en uno… A decir verdad… estoy algo nerviosa, je, je, je- Mizuki rio tímidamente mientras apartaba la mirada.

-No es la gran cosa. Solo agárrate del pasamanos si te toca ir de pie. Cede el asiento a las personas mayores o con problemas y demás cosas de cortesía.

- ¡Entiendo! - Mizuki hizo un saludo militar para reforzar su frase. El sargento Rogers solo la miró de reojo antes de suspirar.

Finalmente, el autobús llego a la parada, terminando el suplicio de Rogers.

- ¡Wow! ¡Así que esto es un autobús! – Las palabras de Mizuki estaban igual de iluminadas que sus ojos.

-Sí, sí, como sea, ya entra- reprochó Rogers pasando su tarjeta por el lector y luego ofreciéndosela a Mizuki.

- ¡Vamos señor! No sea tan duro con la muchacha- Interrumpió el chofer. - ¿Acaso eres nueva en este mundo pequeña? ¿Sabes cómo funciona el sistema? – añadió el conductor al dirigirse a Mizuki.

- ¡Si! Acabo de llegar hace unos días a este mundo y ayer fue mi primer día aquí. Aprendí algunas cosas en la academia antes de venir, fue parte del entrenamiento estándar para una Chica Mágica – Mizuki sacó el pecho un poco orgullosa.

- ¡Ja, ja, ja! Pero que jovencita más animada. Igualmente, si necesitas alguna información del sistema de transporte de Saint’s George, no dudes en consultar a cualquiera de nuestros miembros, con gusto atenderemos sus dudas.

-Muchas gracias señor conductor. Me alegra saber que hay gente muy buena en este mundo. Si solo me quedará con la impresión que da Rogers realmente podría llegar a realizar juicios equivocados…

Después de una breve risa de ambos, Mizuki se dirigió hacia el asiento donde estaba Rogers, quien miraba la ventana tratando de evitar el contacto visual con ella, sin embargo, Mizuki podía sentí un aire de malas energías provenientes de él mezcladas con un poco de vergüenza.

-En efecto, el movimiento de los vehículos es mucho más suave que el de los carruajes- Mencionó Mizuki al sentarse al lado de Rogers. No hubo respuesta. Mizuki guardó silencio.

Después de varios minutos de viaje, la expresión de Rogers se notaba ya un poco más relajada.

-Sobre tu entrenamiento…- Mencionó Rogers.

- ¿Eh?

- ¿Qué tipo de entrenamiento pasaste para llegar a este mundo?

-Bueno, no fue gran cosa. El enfoque estuvo en estudiar el lenguaje, algunas normas de conductas y algo de la tecnología de este mundo. También una breve introducción de la política, historia y economía. ¡Oh! ¡Incluso recuerdo que había gente de tu mundo explicando algunas cosas!

- ¿Entonces te dedicabas a ser “policía” antes de llegar aquí?

- Mmmmmm… Supongo que algo así. En mi mundo se nos conocía como guardines y servíamos al reino de Fiorè. No obstante, la situación era muy distinta aquí… Las cosas por aquí son algo más… frías… y crueles.

- ¿Por qué decidiste ser una guardiana?

- ¡¿Eh?! ¿A qué viene esa pregunta?

-Si no quieres responder…

-Bueno, Me gusta ayudar a la gente. De pequeña veía a los guardines con gran admiración y anhelo, solía leer muchos de los cuentos e historias sobre los grandes héroes. Ya sabes, ese tipo de cosas.

- ¿Y qué te motivo a venir a este mundo?

- ¡La aventura! – Mizuki respondió sin dudar – Ya sabes, la idea de poder visitar un nuevo mundo, preguntarse qué tipo de cosas podrías vivir en él. Como sería su gente, y como podría ayudar en la medida de lo posible.

- ¡Oh!... vaya, supongo que te llevaste un gran choque al llegar aquí.

-Cierto. – Mizuki se volvió a calmar -Pero no podría decir que me desagrada del todo. Este mundo es completamente distinto al mío y si bien no hay magia o cosas a las que ya estaba acostumbrada, me parece interesante a su manera – La chica hizo una pausa - ¿Y a ti que te motivo a ser policía?

-No tengo por qué responder a eso- Dijo Rogers desviando la mirada rápidamente a la calle.

-Uh…- Mizuki se recogió sobre sí misma algo afligida.

Sin dejar de mirar a la calle Rogers llevó sus dedos a sus cejas, masajeando lentamente la punta de estas buscando algo de alivio.

-Mira, yo solía trabajar la mayor parte del tiempo solo. No estoy acostumbrado a tener un compañero y mucho menos a abrirme. Me cuesta ser sincero con mis emociones, pero algunas veces soy brutalmente honesto con mis pensamientos.

La chica se quedó en silencio por unos segundos, luego una luz iluminó sus ojos y de un sobresalto abrazó al sargento. Quién la apartó casi de inmediato.
- L-lo siento… Me dejé llevar- Mizuki hizo una reverencia para acentuar lo que dijo.

- Está bien… es solo que… No estoy acostumbrado a ello. De igual forma, sé que en este trabajo la cooperación es importante. Así qué… Trataré de llevarme mejor contigo…

Mizuki sonrió ante el comentario de Rogers, tratando de reprimir sus ganas de abrazarlo nuevamente.

Finalmente, luego de algunos minutos más, los dos habían llegado a la estación de policía.

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