Mizuki y Rogers caminaron en silencio hacía el elevador, aun cuando los demás parecían actuar de manera mundana, no podía evitar ver a Roger con cierto aire de jocosidad, cosa que este último notaba y le irritaba.
Una vez salieron del ascensor hacía la oficina de Roger, un hombre de talla grande, cabello y un abundante bigote castaño que cubría su boca, camisa de manga corta blanca combinada con unos pantalones cafés y terminando el conjunto con unos zapados negros lustrosos se interpuso en el camino de ambos con una expresión bastante afable.
- ¡Brillitos! No pude evitar escuchar acerca de tu primer día en tu nuevo puesto ayer, ¡Me muero de ganas de oír los detalles! - Dijo el hombre de gran bigote.
- ¡¿Brillitos?! – Replicó Rogers con cierta irritación.
- ¡Oh! ¿Así qué tu sobrenombre es brillitos? ¡No me imagine que alguien tan amargado como tú tuviera un apodo tan lindo!
- ¡No es mi apodo! – Exclamó Rogers casi perdiendo la compostura.
- Tu eres la nueva compañera de Brillitos… Déjame recordar… ¿Miku? ¿Missuri? Mmmmm…
- ¡Ja, ja, ja! – Mizuki no pudo evitar soltar una pequeña carcajada. – ¡Mucho gusto, Me llamo Mizuki de Adernland!
El hombre del bigote hizo una reverencia al estilo medieval. –El placer es mío, my lady! - Después de volver a su postura normal continúo. –Mi nombre es John Trevor.
-Mucho gusto John- Mizuki extendió la mano. –Siempre es bueno encontrar a alguien con clase- Al terminar de decir esto Mizuki lanzó una mirada inquisidora a Roger, quién inmediatamente hizo un gesto de frustración.
-Bien, si se ha terminado la parafernalia de hoy me gustaría ir a mi oficina.
-Eso no se va a poder- Respondió John.
- ¿Eh? ¿Por qué?
-Cómo te lo digo…- John llevó una de sus manos a su barbilla mientras trataba de pensar.
- ¿No te lo dijeron, Brillitos? Con la nueva estructuración de la policía también hubo un cambio en las dependencias, ahora deberás dirigirte al cuarto piso donde antes quedaba archivística- Interrumpió Amanda, quién había estado presenciando la escena desde su escritorio.
-Mmmmm… Gracias supongo…
- ¡Al parecer eres bastante popular Brillitos! ¡Sigues sorprendiéndome cada día! – Mizuki exclamó con vehemencia.
- ¡Dios! ¡Este va a ser un largo día! – Roger comenzaba a considerar el retiro.
- Por cierto…- Añadió John. – Hoy también llega tu nueva jefa, directo del otro mundo. ¿No estás emocionado? ¡Ja, ja, ja!
Roger y Mizuki miraron a John para luego darse una mirada entre los dos. Ciertamente era algo que los dejo expectantes.
Después de unos minutos, la pareja llegó al cuarto piso. El cual tenía un aura de silencio y aburrimiento que Mizuki no podía soportar, así que para sobrellevar el monótono recorrido hacia la antigua oficina de archivística (y para tortura de Roger) comenzó a tatarear una canción.
Finalmente habían llegado, y en efecto Roger pudo notar como las antiguas letras de “Archivística” fueron removidas para dar lugar a “Asuntos Mágicos” en la puerta. La abrió lentamente.
- ¿Hola? – Preguntó Roger con cautela asomándose un poco por la puerta.
- Mmmmm... Al parecer no hay nadie… - Respondió Mizuki colando su cabeza justo debajo de la de Rogers, el cual abrió la puerta de golpe y ocasionando que la chica se caiga.
- ¡Oye! No tenías por qué hacer eso…
- ¡L-lo siento! ¡Realmente no quería hacerte caer! - se excusó Rogers tratando de socorrer a la chica tan rápido como pudo. –Solo que no me gusta mucho el contacto físico…
Mizuki lanzó una mirada de incredibilidad a Rogers mientras aceptaba la mano de este para volver a levantarse. Rogers tragó un poco de saliva, no sabía cómo lidiar con la situación aun cuando fue bastante sincero.
Después de ese incidente solo quedaba esperar a su nueva jefa. Ambos se sentaron en sus nuevos escritorios. Rogers leía el periódico local mientras jugaba con su barba. Mizuki por otro lado dibuja con lápices de colores que había comprado el primer día al llegar a la tierra.
Los minutos pasaban lento, pero no tenían otra opción que esperar. El día anterior habían salido de patrullaje por petición del antiguo jefe de Rogers y sin una orden directa no podían actuar.
Ante el aburrimiento y el haber terminado el periódico Rogers miró por el rabillo del ojo al dibujo que estaba haciendo Mizuki, para sorpresa de este, la muchacha había hecho una obra impresionante de un bosque con hadas, cristales y otras criaturas, posiblemente de su mundo. Quiso por un momento elogiar su trabajo, pero decidió mantenerse en silencio.
En ese instante la perilla de la puerta resonó por la silenciosa habitación, Mizuki en un acto de reflejo tomó sus dibujos y sus lápices de colores y los guardó rápidamente en la bolsa sin fondo que traía consigo. Ambos estaban ansiosos por conocer a su futura jefa. La puerta se abrió lentamente. Hasta que una hermosa mujer alta, de cabello castaño oscuro, ojos de color miel detrás de unos lentes de marco negro, camisa de suéter manga larga ajustado a su figura al igual que un Jean de color azul oscuro para terminar con unos tacones negros apareció del otro lado de la puerta.
-Les pido mis más sinceras disculpas, el día de hoy hubo un tráfico irregular que me impidió llegar a la hora pactada.
- ¡Hola! ¡Me llamó Mizuki de Adernland! Sirvo al Reino de Fiore como Guardiana, y él es mi compañero Brillitos ¡Mucho gusto!
- Por favor ignoré el sobrenombre que ha escuchado, mi nombre es Roger Woods, un gusto en conocerle.
- De igual forma me presento ante ustedes, mi nombre es Naomi de las Tierras del este.
- ¿Las tierras del este? Eso limita con Fioré, ¿no?
- Así es, el Rey de las tierras del este se ha interesado de sobremanera en la particular cultura y tecnología de este mundo, por lo que ha iniciado negociaciones para aumentar su presencia aquí.
- Mmmmm… No sé qué asuntos tenga el rey de la tierra del este con todo esto… Él siempre está planeando algo…
- Mucho me temo que la discusión de las políticas de mi reino se escapa a mi competencia y es ajeno a mi función, así que les ruego dejar de lado ese tema y centrarnos en la situación actual.
- Me parece acertado. Tampoco me gusta estar fuera de la conversación- Intervino Roger.
- Naomi… ¿Puedo preguntarte algo? – Intervino Mizuki.
-Siempre y cuando sea fuera de los cánones que he establecido, responderé a tu pregunta con gusto.
- ¿Qué tipo de criatura mágica eres?
Hubo un silencio en la sala durante unos instantes. Después de eso Naomi cerró los ojos y esbozo una sonrisa, Roger estaba bastante confundido.
-Veo que tenemos a una guardiana muy perspicaz aquí. En efecto, soy una criatura mágica, para ser más precisa soy lo que en el reino de Fioré se conoce como “Hada”.
- ¡¿Un hada?! Pero pensé que no podían subsistir en este mundo, especialmente un hada de su tipo consumiría mucha energía mágica…
- Una aserción bastante precisa. No obstante, hay formas de que criaturas mágicas como nosotras las hadas podamos estar en este mundo, y fue esta una de las razones por la que tanto el Reino de Fioré como las Tierras del este y el Reino del norte hicieron una alianza para trabajar sobre un tema en concreto.
- ¿Los tres reinos hicieron una alianza? –
- Así es. Para mí pesar, el método que empleé para poder permanecer en este mundo no fue un desarrollo de nuestro reino, sino una suerte de investigación inversa realizada con base a casos particulares que comenzaron a levantar sospechas en el otro mundo.
- Mmmmmmm… ¿Entonces hay una forma de concentrar magia en este mundo? Eso explicaría el hada que nos atacó ayer…
Para este punto, Roger estaba bastante confundido sobre la creencia que tenía acerca del aspecto de las Hadas, sencillamente se limitó a observar y escuchar atentamente la conversación de las dos mujeres.
- En efecto, hay una forma de concentrar magia en este mundo, lo cual puede resultar contraproducente para los dos lados. De hecho, es algo que me gustaría hablar con más profundidad luego de instalarme en mi correspondiente puesto, así que me excusó si me retiro de forma inoportuna – Y haciendo una reverencia, Naomi se fue.
Mizuki estaba bastante consternada, constantemente se repetía “no puede ser”. Roger la miraba en completo silencio mientras trataba de asimilar la situación, pero podía presentir que se trataba de algo serio, así que usó el tiempo extra para pensar en las preguntas que haría.
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Tales from Saint's George
FantasíaDesde que el mundo de los humanos y el mundo de las hadas se unieron en un desconcertante evento, ya nada ha vuelto a ser lo mismo para nadie.