¡Por alguna razón el nuevo estudiante de la U.A, tú, capta la atención de todos! ¿A qué se debe este extraño fenómeno?
¡No eres para nada modesto en aceptar que tienes algunas cualidades, quizá también un poco de baja autoestima y ser un introvertid...
La vida es una montaña rusa de emociones y decepciones. Nada es siempre color de rosa, muchas veces hay toques grises.
Sabes que no todas las personas son amables, eso te lo enseño la vida misma y aquellas películas que mostraban una bella utopía enmascara de felicidad, pero la cual escondía bajo una tela blanca una oscuridad tan descabellada e inhumana que causaba repugnancia.
Entonces, te preguntaste: "¿Por qué carajos todos se portaban tan amables contigo?"
Era Japón, sí. Un país primer mundista, sí. Lugar donde se promovía el bienestar social, sí.
Pero eso era demasiado. Y lo comprobaste cuando pusiste a prueba a la persona menos carismática del salón.
—Bakugō-san, ¿podríamos comer juntos? —preguntaste directo y sin miedo a recibir una buena explosión en la cara.
Esperabas un fuerte "¡Vete a la mierda, maldito gato!" y muchas explosiones de fondo acompañando esas palabras; sin embargo, un ligero tono rosa se alojó en el rostro del muchacho de cabellos cenizos.
Desvió su mirada, tratando de ocultar aquella espontánea reacción de tus ojos felinos que no podían encontrarse más perplejos.
—Ah, uh... —no sabías que decir, las palabras se quedaban cortas tras la escena tan aterradora.
Se levantó del pupitre con bruscas acciones, tomó tu muñeca con firmeza y te arrastró junto a él.
¡¿QUÉ DEMONIOS ESTABA PASANDO?!
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(🥀) ; Oh. Esto será muy corto, espero que sea divertido para ustedes.
