¡Por alguna razón el nuevo estudiante de la U.A, tú, capta la atención de todos! ¿A qué se debe este extraño fenómeno?
¡No eres para nada modesto en aceptar que tienes algunas cualidades, quizá también un poco de baja autoestima y ser un introvertid...
Volvías de la cafetería junto a Shoto, habían terminado de comer y les indicaron que era hora de regresar al estadio para continuar con el festival. Ambos estaban en silencio, te encontrabas muy satisfecho después de la comida y no pensabas en nada. De pronto, una mano se colocó sobre tu hombro, un pequeño sobresalto no se hizo esperar como una respuesta involuntaria y giraste la cabeza.
Era Ojiro, quien parecía haber corrido para alcanzarlos, aunque aún tenías los pelos de la nuca herizados, lograste preguntar.
—Ojiro-san, hola, ¿sucede algo? —hiciste un ligero movimiento para reverenciar y esperaste a que tu compañero recobrar la respiración.
—Otakashi, ¿podemos hablar? —preguntó.
Parpadeaste un par de veces y le diste una ojeada dubitativa a Shoto, él te devolvió el vistazo y pareció entender algo. Por lo que dijo: —Me adelantaré.
Shoto se fue sin más, así que seguiste a Ojiro y salieron del camino para no entorpecer el desplazamiento de sus compañeros.
—Otakashi, estuve pensando acerca de lo sucedido...
Sentías un pequeño signo de pregunta surgir en tu mente, ladeaste la cabeza y entrecerraste los párpados intentando conectar los puntos, por un momento, no sabias de lo que él estaba hablando.
—Yo... yo creo que es una situación injusta, no puedo recordar nada de la prueba de caballería, es como un espacio en blanco en mi memoria.
Tuviste una comprensión súbita y tus labios se abrieron un poco por la sorpresa, notaste a Ojiro con un temple abatido, inquieto pero había una ardiente determinación en sus ojos.
—Es por eso que voy a renunciar a la competencia.
Fueron unas fuertes declaraciones, incluso estuviste pasmado y moviste las manos nerviosamente, querías decir algo; sin embargo, no había forma de que las palabras salieran de tu boca.
—Todo esto fue como golpear mi orgullo —sus iris se encontraron directamente con las tuyas y bajaste las palmas, él estaba completamente decidido y nadie lo haría cambiar de opinión—. ¡Pe-pero no digo que tengas que hacer lo mismo! Yo solo quería decírtelo de antemano porque no quiero que te sientas presionado cuando lo diga allá —el atisbo de nerviosismo no pasó desapercibido y solo pensaste que Ojiro era una buena persona.
No pudiste evitar sonreír y dijiste con gratitud: —Ojiro-san, muchas gracias. ¡También tomaré mi propia decisión!
En ese instante, Ojiro, que permanecía erguido y con el mentón elevado, se desinfló y se inclinó hacia adelante con una mano sobre su pecho, entonces exhaló un gran suspiro de alivio.
—Creí que Otakashi me odiaría —suelta con una expresión verdaderamente adorable y solo atinas a reírte de su extraña conclusión precipitada.
Después de ello, Ojiro y tú se apresuran al campo concurrido de estudiantes.
Presentaron al grupo de porristas americanas y hubo un momento incómodo cuando tus compañeras de clase aparecieron con el mismo uniforme que las invitadas. Solo querías darle unas palmaditas en la espalda a Momo que parecía completamente derrotada.
Antes de los juegos recreativos, que eran un preludio al torneo 1 vs 1, se haría el sorteo del orden para los competidores. Así que cuando la heroína Midnight estaba por comenzar, la persona a tu lado alzó la mano.
—Disculpe, quiero retirarme.
No se hicieron esperar los jadeos de asombro. La maestra preguntó la razón y Ojiro expresó exactamente lo mismo que te afirmó, mientras sus compañeros de clase intentaron persuadir a Ojiro, tú imitaste su acción.
—(t/n) Otakashi de la clase 1-A, yo tampoco quiero continuar —sonreíste un poco cuando varias miradas se posaron en ti y lentamente bajaste el brazo—. ¿Por favor...?
—¡¿Otakashi, tú también?! —Midoriya estaba pasmado.
—¡¿Por qué?! —Kaminari te zarandeo con ímpetu y casi te caes hacía atrás.
—¡Cre-creo que sería lo correcto! —a pesar de las sacudidas lograste hablar y el rubio lentamente se detuvo—, aunque yo quería aceptar ser parte del equipo de Shinso-san en la competencia estuve también bajo su quirk en el enfrentamiento de caballería... no lo considero malo, de hecho, pero el próximo año quisiera hacer las cosas por mi cuenta.
La deliberación quedó en manos de Midnight, la cual con pleno júbilo aceptó la renuncia de ambos.
Finalmente, se eligió a dos chicos de la clase 1-B para tomar sus puestos, por lo que oficialmente comenzaron los juegos recreativos. Participaste en algunos, pero cuando comenzaron los de velocidad y resistencia física te esfumaste como el humo.
Entraste a la sala de espera en la que estaban tus cosas, querías revisar tu celular, te sentaste a perder el tiempo hasta que la puerta se abrió. Elevaste la cara y vislumbraste a Bakugō, él se congeló por un instante antes de caminar a grandes pasos hacia ti.
En ese momento temiste por tu vida.
Bakugō agarró la parte posterior del respaldar de la silla, ésto hizo que se levanten las patas delanteras y tus piernas no tocaran el suelo. Él tenía la clase de mirada homicida.
—Ba... Bakugō-san, hola —tenias las manos puestas sobre el protector de tu celular y te encogiste por el extraño vértigo que te generó la posición—. ¡Buen trabajo en la batalla de caballería!
—Cállate —él ya estaba bastante cerca, pero ahora sus rostros estaban frente a frente—. La próxima vez no hagas equipo con extras de mierda, estúpido gato.
Asentiste retrayendo tu cabeza.
Bakugō se irguió antes de dejar que tu asiento vuelva a su lugar y colocó su mano sobre tu cabello, ya no podías verlo.
—Haz una buena ovación.
Parpadeaste varias veces cuando Bakugō se estaba yendo de la sala, antes de que cruce la puerta exclamaste: —¡Sé que lo harás genial, Bakugō-san!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
