Muchas veces me he preguntado si es normal echar de menos a una persona que en su momento lo fue todo para ti.. Pero por alguna extraña razón no pudieron ser juntos, dejandolo a él como el villano de tu cuento de hadas.
Él fue todo para mí, mi primer amor, mi primera vez, fue alguien a quien intente hacer feliz con todas mis fuerzas.
Y aunque hayan pasado ya tres años desde nuestra despedida, algunas veces aparece simplemente el aroma de su perfume y sonrio como una tonta.
Me vienen recuerdos a la mente como si de una avalancha se tratara.
Recuerdo las veces que discutiamos por teléfono o whatsapp antes de vernos, recuerdo mi enojo total y también como se disipaba al verlo; se convertía en una sonrisa de oreja a oreja la cuál inundaba mi corazón de felicidad y amor con la típica frase "es que es imposible estar enfadada con él".
Algunas noches sueño con él y sonara bastante raro pero inconscientemente lo busco, espero su mensaje o su llamada; algo que no llegará y lo tengo asumido.
Hicimos las cosas mal, no era nuestro destino estar juntos.
Muchas veces me pregunto si aquel comportamiento que tenía conmigo me lo había buscado. Quizá hice o dije algo, quizá me lo gané, quizá le hice daño y me lo merecía.
No llegaré a entender el porque una persona a quien amaba tanto y por quien hubiera dado todo me hizo tanto daño.
Disipó mis ganas de amar y aumentó mi miedo de conocer a alguien especial.
Me hizo ver que no todos los príncipes azules son buenos y que no todos los lobos son tan malos como dicen los demás.
Disminuyó mis expectativas, la realidad de que alguien pudiera quererme por quien soy.
Me hizo dudar hasta de mi propia sombra, no podía confiar en nadie después de aquello.
Y aunque esto resulte una completa locura, no me arrepiento de aquello.
Me hizo ser quien soy ahora y de la cual me siento totalmente orgullosa.
Asi que supongo que de alguna manera tengo que darle las gracias.
Y aunque a veces le eche de menos, quizá sea porque recuerdo los buenos momentos que pase a su lado.
