Through My Eyes

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¿Por qué no había sacado el maldito collar de la mochila? PORQUE ME GUSTA SER IMBÉCIL.

Toco la puerta de la habitación de Ethan desesperadamente. 1,2,3 veces pero no me abría, ¿eso significaba que seguía fuera? ¿Pero cuánto tiempo dormí?

Con el sueño se me habían ido los cólicos y ahora un nuevo tipo de dolor se instalaba en mi pecho. No podía perder la única pista que tenía de descubrir más acerca de quien soy, no podía tirar todo esto por la borda (literalmente, porque estaba en un crucero)

Tranquila, de seguro solo agarró la tarjeta y dejó lo de más tranquilo.

Sí, de seguro solo fue eso ¿no? Es Ethan de quien estoy hablando maldita sea, probablemente llenó mi mochila de cualquier tontería que haya encontrado solamente para hacerme la broma. O tal vez la perdió junto con la tarjeta y ahora no tendría dinero y me tirarían al mar.

Mi corazón latía desbocadamente mientras recorría los pasillos de las habitaciones buscando a Ethan. Los números de las habitaciones empezaban a verse borrosos y todo estaba empezando a dar vueltas, me empezaba a costar respirar.

Ah mierda. Un ataque de pánico.

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De seguro solo está comprando comida o ropa.

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¿Estos pasillos iban a terminar alguna vez?

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Con esto no vas a lograr nada, contrólate maldita sea. Seguramente no está pasando anda, seguramente Ethan solamente tomó el dinero y dejó todas tus cosas intactas.

Busqué en la mayoría de las tiendas sin éxito muriéndome de vergüenza porque no me había dado tiempo de cambiarme a ropa normal y dejar mi pijama en la habitación, pero mis esfuerzos habían sido en vano porque Ethan no estaba en ninguna tienda.

Mierda mierda mierda...capaz volvió a su habitación. Sí, ya estuvo mucho tiempo fuera, ya debería de estar volviendo y pronto tendría mi collar de regreso y podría seguir investigando como si nada hubiera pasado.

Regresaba a los cuartos con paso apresurado intentando no tropezarme con las pantuflas que traía puesta, el camino más corto era por la zona de albercas así que desgraciadamente tenía que pasar por ahí.

Una cabellera negra llamó mi atención entre la gente que estaba en el bar de la piscina. ¿Ethan? Ignorando las miradas cuestionando mi look me acerco al que podía ser Ethan para verificar mi teoría.

Pero no. Solo era un joven que venía por un par de tragos, no Ethan.

Si me hubieran dicho hace semanas que estaría buscando a mi posible madre en un crucero que va hacia el mediterráneo buscando a Ethan me hubiera reído en su cara y luego los hubiera insultado por pensar semejante estupidez pero bueno, ¿Aquí estamos no?

Si Ethan no estaba en el cuarto que por cierto YO PAGUÉ iba a perder la cabeza, pero para mi suerte ahí se encontraba el: Con la cabeza recargada en la puerta dándome la espalda, mi mochila colgando de su brazo y la misma ropa de siempre...¿no había ido a comprar ropa? Como sea, no era mi asunto.

-Hasta que te encuentro pedazo de mugre- Me acerco a él enojada pero más tranquila, al tenerlo enfrente un fuerte olor a alcohol me llega a la nariz.

-¿Gastaste mi dinero en alcohol?- Le quito la mochila de manera brusca y reviso que todo esté en su lugar. Suelto aire permitiéndome respirar bien al ver que el collar estaba ahí.

-La próxima vez iré contigo a comprar ropa- Le miro de arriba abajo esperando una respuesta pero Ethan sigue recargado en la puerta de su cuarto. Sin hacer o decir nada.

Le doy una última mirada antes de meterme a mi habitación. Dejé la mochila en la cama y me acuesto boca arriba en la cama. ¿Debería dejar a Ethan ahí? No se veía muy bien pero no era mi asunto.

Bueno, sí era mi asunto porque si a Ethan le pasaba algo malo a mi me pasaba algo malo y todos sabíamos que Ethan no tomaba las mejores decisiones, mucho menos tomado.

¿En serio voy a hacer esto? Pienso mientras me levanto de la cama y abro la puerta. Ethan seguía en la misma posición en la que lo dejé: Su cabeza agachada sosteniendo todo el peso de su cuerpo en la puerta.

-Hey, Ethan- Hablo con una voz tranquila para no asustarlo, pero eso no evita el pequeño brinco que pega cuando mi mano hace contacto con su hombro.

-¿Quieres pasar un rato?- Sus ojos grises estaban apagados, no mostraban ese brillo de maldad o enojo que usualmente tenían, simplemente estaban...sin vida.

Ethan me mira unos segundos y estoy apunto de irme porque claro, qué estupida idea invitar a tu "peor enemigo" a pasar a tu habitación, sobra decir que me sorprendió la respuesta de Ethan:

Ponerse a llorar.

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Ufff sigo viva

Aquí tienen un nuevo cap, y después de todo creo que sí aceptaré la propuesta de Dreame y moveré la saga de Mortales Insoportables a esa plataforma :P