Los niños de la Constelación

I

Era un bella noche pese a lo que había trasfondo. Padre e hijo riñendo como animales,pero entre ellos ya era costumbre. Los gritos salían de la casa del militar,pues esta historia en 1976 tenía que pasar.
Distintos puntos de vista,diferentes formas de pensar pero al señor esto no le ha de importar.
Ellos vivían en una casa enorme,con 5 baños y 10 habitaciones.
El soldado tenía un cargo importante,lo que le daba el lujo de bañarse en riquesas. Por el contrario,el niño no estaba de acuerdo,porque su trabajo era perverso. El motivo de aquel furor.
La señora Lauder era muy prudente,pero aunque quisiera no se podía entrometer. Cuando la pelea terminara,ella estaría dispuesta a animar a su hijo,Benjamín.
El estallido y la rotura de un florero,fue lo que hizo que la discusión acabara antes de tiempo. El jóven había golpeado la reliquia familiar con un gesto brusco,claro que las palabras del mayor,no faltaron:

Sr Lauder:-¡Benjamín Lauder! Esta discusión se terminó,a tu cuarto! A ver si así dejás de ser tan necio!

La mujer le hizo un gesto con los ojos para que lo dejase y se retirara,deseaba que esto terminara de una vez y así fue. Benja se marchó para a su habitación,con una irá por dentro que pronto sacaría. Un portaso y posteriormente un silencio.
La habitación se sentía fría y algo vacía pero todo se veía claro,aún con la luz apagada.
Benjamín observaba desde la ventana abierta,pues le interesaba mucho la astrología y en alquel manto azul se podía ver perfectamente los puntos brillantes,junto con el sol de la noche. Sin embargo,había un estrella en particular que resaltaba,era grande y luminosa,su favorita. Antes de proceder a ver con el telescopio que tenía guardado,se aseguró de abrigarse,el viento lo iba a enfermar. Pero al regresar la misma estrella se volvió más grande,y seguía aumentando su tamaño.
El susto lo hizo actuar y se dirigió a su cama. Estaba casi escondido entre sábanas,parecía un conejo en su madriguera asomando la cabeza. La luz se hizo ver más,se estaba acercando,hasta que aterrizó. En el momento del impacto el joven no pudo siquiera ver,la claridad lo había cegado pero el ruido de que un objeto se estrelló delante de él,le hizo saber que fue bueno que se corriera. Al cabo de un tiempo,logró tomar suficiente valentía y separó las sábanas,vió que aquello que cayó resplandecía tanto,que daba luz a toda la habitación. Benjamín aterrorizado,se acercó al cuerpo que estaba desplomado contra pared lentamente,había cosas tiradas por doquier y un estante roto.
Se agachó temblando y lo observó. Era un niño,su pelo era revoltoso y muy claro,casi blanco,parecía tener estrellas pegadas. Tenía pestañas largas y su piel era bien clara. Vestía con ropas holgadas,un sueter celeste azulado,un pantalón marrón clarito y zapatos gastados. También llevaba una capa con capucha de un color marrón más oscuro que el de sus pantalones.
Le tocó la cara raudamente con su dedo pero no respondía,estaba inconsciente,asique se lo quedó viendo con curiosidad.
Desafortunadamente,ese momento de "pesquisa" duró poco y nada. El ruido causado alertó a los mayores. Un llamado a la puerta y la dulce voz de una mujer diciendo:

Sra Lauder:-¿Benjamín? ¿Estas bien?

Fue lo que hizo que el adolecente de 14 años actuara con velocidez:

Benjamín:-Sí,solo me tropecé!! -Decía el pequeño tartamudeando mientras escondía a la estrella caída del cielo con una frazada oscura y ordenaba todo lo que se cayó -Estoy bien!!

Sra Lauder:-¿Puedo pasar?

Benjamín:-¡Me estoy poniendo el pijama,unos segundos!.... Listo!.

La señora Lauder,abre la puerta y ve a su hijo en la cama con su pijama puesto,avizora buscando que pudo causar aquel ruido,pero todo estaba ordenado. Sin más,entra,cerrando la puerta a su paso,camina por aquel piso de madera y se sienta en el colchón,a un lado de las piernas de su hijo.

Sra Lauder:-Ya sabés como es tu papá,no pienses mucho en eso. Todavía sos muy jóven y lo que te parezca bien y mal ahora,lo vas a poder desarrollar en un futuro,vas a tomar tus propias decisiones y actuar como te parezca. Sabés perfectamente que yo te voy a apoyar en todo lo que decidas...