Historia de Redención y Perdón.

Una paz plena.

ENERO DEL 2019.

Hacía apenas unas 3 semanas que le habíamos dado la bienvenida al año 2019, bueno yo ya había olvidado la cantidad de años nuevos a los cuales les he dado un recibimiento-pensé con humor.

Ni siquiera me tomo la libertad de pensar en un número exacto porque creo que no lo sabría con exactitud. Pero bueno lo único que puedo decir, es que no importa cuantas veces se repita esta celebración mientras tenga a mi lado a mi esposa y compañera; Elizabeth, siempre será felicidad.

Después de lo vivido con los caballeros sacros, seguidamente de los 10 mandamientos, el resurgimiento de los arcángeles, la aparición de Estarosa-Mael y todo lo que tuvimos que pasar después. Al fin Elizabeth y yo pudimos romper la maldición y ser felices. Al poco tiempo Elizabeth y yo nos casamos, y nuestros amigos también lo hicieron (Diana y King) (Ban y Elaine, para disgusto de King) (Zeldris y Gelda) sí, así como lo oyen al final siempre cumplí la promesa que le hice a mi hermano de ayudarlo a liberar del sello al clan de los vampiros.

Meliodas continúo pensando sobre los acontecimientos que sucedieron en el pasado, mientras se encontraba en el balcón del castillo que tenía como hogar y que compartía con su amada. Pretendía seguir metido en sus pensamientos, cuando de pronto se escuchó una voz retumbar en los pasillos cercanos a su lugar de descanso y casi por inercia sonrió alegremente al reconocer la voz de la persona que lo llamaba.

-¡Cariño! Exclamó una voz jovial.

-¡Cariño ¡¿dónde estás? -volvió a exclamar esa voz.

-¡Me encuentro en el balcón! - Meliodas contesto un poco fuerte para que la voz misteriosa pudiera escucharle. Seguidamente escuchó pasos que se dirigían a su lugar de reposo.

Elizabeth apareció en la puerta del balcón, regalándole una gran sonrisa a su amado, a quien fue a darle un abrazo y un beso apasionado, Meliodas le devolvió el beso con la misma intensidad, demostrando que, aunque tengan siglos de estar juntos, todavía se sienten como dos adolescentes que se encuentran al inicio de una relación. Cuando se separaron, se vieron a los ojos y se rieron como dos niños pequeños y voltearon la vista al horizonte ofrecido por su balcón, eran casi las 9 de la noche, así que se presentaba un hermoso anochecer, un cielo despejado y lleno de estrellas, la pareja disfrutó del paisaje por un momento.

-Cariño ¿cómo estuvo tu día? - pregunto una sonriente Elizabeth.

-¡Excelente!, aunque un poco estresado, ya sabes lo de siempre, pequeñas incongruencias con nuestros socios-amigos, pero nada que no se pueda resolver- Contesto Meliodas.

Meliodas y el resto al transcurrir los años, tuvieron que adaptarse a las formas de vivir de los humanos, entre los principales cambios habidos por ellos, fue el hecho que asumieron la realidad que tenían que valerse por sí mismo, económicamente hablando, así que se tomaron la tarea de estudiar y aprender, bueno Eli no tuvo necesidad, ella al ser una princesa en los tiempos de la II guerra santa, ya poseía conocimientos en distintas ramas, aunque con el tiempo ella se enriqueció con los nuevos aportes dados por humanos en el trayecto de la historia. Y así formaron una empresa que hoy actualmente es muy grande y les deja muchas utilidades cada año.

-Cariño ¿en qué estabas pensando? – pregunto una curiosa Elizabeth.

-Estaba pensando en todo lo que tuvimos que pasar para poder lograr esta paz-comunión entre los demás clanes – Exclamó muy tristemente Meliodas.

-¿Y eso te pone triste cariño? – indago su esposa.

-Me entristece que hayamos tenido que recurrir a tantos sacrificios para lograr esta paz, a pesar de que eso fue hace más de 1.500 años. Y lo peor es ver que los humanos a lo largo de la historia se han empeñado en discriminar y separarse entre ellos mismos - Contestó el rubio.

Elizabeth por su parte, se puso a pensar en todo lo que su esposo le decía, y llegó a la misma conclusión que él. Los humanos ya no eran como cuando vivían en la antigua Britania. En todos estos años el ego, la avaricia y el deseo de poseer todo, los ha convertido en seres peores que los Indura, causan estragos por donde van, sin nadie que pueda detenerlos. Elizabeth considero necesario cortar la conversación.

-Cariño qué te parece si damos por terminada esta conversación, y nos vamos a la cama, estoy cansada, mañana es un día especial y tengo que preparar todo para la visita de Zeldris.

Meliodas dio un fuerte suspiro y solo asintió. Se le había olvidado que mañana sábado lo visitaba su hermano y la esposa de este.

Elizabeth lo tomó del brazo y se dirigieron a su recamara, dentro de unas horas les esperaría un día agotador.

Continuará....

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¡Hola!

Espero que les agrade este nuevo proyecto que estoy empezando a ejecutar, estoy muy nerviosa porque no sé qué también recibida vaya hacer esta historia, y si será de su agrado.

Me disculpo de antemano por los errores ortográficos que se encuentren. Estoy trabajando en ello.

Me gustaría leer los comentarios con sus opiniones al respecto de esta historia, sé que hay muchas dudas, y voy a tratar de abordarlas en el transcurrir de este proyecto... si es que todo me sale bien.

Muchas gracias.

Se despide SteisyCordero.