SONIDOS DE ALARMA...
Elizabeth abrió sus ojos, y volteo a ver el reloj con extremo cansancio. El aparato marcaba las 7:00 am, seguidamente lo apago ya que emitía un ruido molesto. Y dejando la pereza y la somnolencia a un lado, se levantó de la cama para dirigirse al baño, hacer sus necesidades y comenzar este nuevo día.
Se preguntan ¿Por qué Elizabeth se encontraba tan cansada?, la respuesta es simple, anoche tuvo una sesión de sexo apasionado con su esposo, no dejaron de hacer el amor hasta aproximadamente las 3:00 am, hora en que finalmente lograron su orgasmo y Morfeo lo arrullo.
Antes de cruzar la puerta que la llevaría hacia el cuarto de baño, voltio la cabeza un momento para observar la cama que comparte con su pervertido rubio y lo vio durmiendo como un niño pequeño. Se sonrojo solo de verlo, la transición de niño a hombre le había sentado muy bien.
Meliodas había dejado atrás su apariencia de niño, para convertirse en un atractivo joven que parecía tener unos 25 años, a pesar de que tenía más de 5.000 años. El cambio más significativo fue su aumento de estatura, tampoco es que haya tomado la altura de un hombre promedio, al contrario, poseía la altura estándar femenina. Su medida actual era de un 1.68 cm (solo unos centímetros más alto que su esposa). De ahí en adelante el otro cambio que tuvo fue en su rostro, este se volvió más maduro, pero seguía siendo el mismo Meliodas.
Elizabeth dejó de observar lo y al fin cruzó la puerta del baño y la cerró a su paso. Esta habitación era bastante grande, tenía una tina, que parecía más un jacuzzi, al lado de este una regadera (esta última estaba encerrada en puertas de vidrio), un servicio sanitario, un lavamanos, un pequeño mueble de madera que sirve para poner toallas y un cesto de ropa sucia.
La peli platinada, se desprendió de lo único que la cubría, su bata de dormir, todo esto lo hizo lentamente, cuando finalmente la prenda cayó al suelo, revelando una figura que al verla se notaba a simple vista que pertenece a una mujer que le gusta cuidar su alimentación, inversamente de la realidad, que Elizabeth no hacía ningún tipo de actividad física. Podía verse una espalda muy femenina, brazos delgados, una cintura fina, unos glúteos firmes y de tamaño normal para una mujer de su contextura. En frente se apreciaba unos pechos de un volumen considerable, un vientre plano y siguiendo el recorrido más abajo, se podía percibir el triángulo que presentaba escasos vellos de color platinado. El paraíso para la mente masculina. En pocas palabras esta mujer despertaría el instinto sexual de cualquier hombre que la mirara.
Elizabeth abrió la puerta que da el acceso a la regadera y finalmente entró, dio vuelta a la manilla que permite la salida de agua de fría, de por si se encontraban en pleno verano, los días no eran calurosos, pero tampoco fríos. Metió todo su cuerpo en el chorro de agua y dejo que esta paseara en todo su cuerpo. Al transcurrir los minutos terminó su ritual de limpieza corporal y salió del baño envuelta en una toalla con dirección a su habitación para vestirse.
Cuando arribó a su recamara vio que su esposo todavía estaba durmiendo, se rio por esa acción y pensó con humor.
-Pobre mi Meliodas tal parece que quedó destruido, después de nuestra noche movida, los años pasan y no puede seguir mi ritmo.
Decidió no levantarlo y dejarlo dormir un poco más a continuación, procedió a vestirse. Lo hizo de una manera semi formal, se puso un pantalón negro alto que se ajusta a su figura, una blusa con mangas de color blanco y unas zapatillas negras.
Salió de la habitación con destino al comedor, para hablar con sus chicas de limpieza-cocina. Tenían que preparar todo para la llegada de su cuñado y esposa, ellos habían dicho que llegaban aproximadamente a las 11:00 am, así que volteo la vista al reloj y vio que eran las 8:00 am, apresuró el paso mientras bajaba las escaleras, para llegar rápido al comedor.
Cuando llegó a este saludo....
-¡Buenos días chicas ¡- exclamó Elizabeth.
-¡Buenos días, señora Elizabeth! – dijeron las 3 muchachas.
Elizabeth suspiró y negó con la cabeza. -María, Katrina y Simone, les he dicho que no me llamen señora solo Elizabeth o Eli, cuando lo van a entender.
-Pe.. pe.. pero – tartamudeaba Katrina. Ella tiene 20 años, trabaja en la casa de Meliodas desde hace un año medio, es la más novata de las tres, tiene el cabello rubio cenizo (mismo que siempre anda sujeto en un moño alto) tiene ojos color miel, es un poco rellenita, pero es alta, su característica más común es que es muy tímida.
-Lo que Katrina quiere decir – interrumpió Simone – es que nos parece una falta de respeto llamarla por su nombre, cuando usted es la señora de esta casa. Simone tiene el cabello color cobrizo, siempre lo maneja recogido en una coleta baja, tiene ojos color celestes, tiene 25 años, es delgada y bajita, ella también es la ama de llaves debido a su antigüedad en la mansión, tiene 7 años de trabajar en la casa, por eso es la jefa de las otras dos muchachas, así que toma el puesto de vocera en el grupo.
-Simone tiene razón -habló la última de las sirvientas. María, ella tiene 22 años, su cabello es de un tono rosa apagado siempre lo camina en dos trenzas bajas , ojos color café claro, es alta y delgada, es la segunda de más antigüedad en la casa – No podríamos hablarle de esa forma tan fresca.
-Y yo les he repetido esto por millonésima vez, que no lo veo de la forma en que tu lo ves María, ustedes son parte de esta casa, somos un equipo y no quiero que me vean como su simple jefa, soy su amiga y si alguna vez necesitan ayuda en algo, saben que con mucho gusto les ayudare – hablo Elizabeth con una sonrisa en el rostro.
Dejando ese tema claro, no quiero volver a escuchar que me llamen señora, ¿entendieron? – pregunto.
-Sí seño.... – las muchachas se asustaron por un momento, cuando vieron a su jefa levantar una ceja y se rieron.
-Sí Elizabeth – exclamaron las tres entre risas.
-Me parece perfecto – dijo Elizabeth.
Elizabeth se dirigió al comedor, y casi al instante Katrina le sirvió el desayuno, mientras está desayunaba, comenzó a platicarles sobre lo que harían de hoy.
-Chicas hoy nos visitan mi cuñado y su esposa, y lo más probable es que se queden unos días, así que necesito que preparen la mejor habitación de huéspedes que tengamos, que laven el baño de dicha habitación y le agreguen los suministros de baño necesarios. En pocas palabras que todo esté perfecto, ellos llegarán aproximadamente a las 11: 00 am, lo que me lleva solicitarle algo Katrina....
-¿Que sería Elizabeth?- preguntó la rubia.
-Mi petición es que prepares un excelente almuerzo, no te escatimes en gastos, es para una ocasión, de igual manera para la cena. ¿puedes ayudarme con eso? – dijo la peli platinada.
-Hai Eli, cuenta conmigo – expresó muy feliz la chica.
-¡Genial! Lo dejo todo en sus manos chicas, Elizabeth terminó su desayuno, se dirigió a la salida, pero antes de desaparecer por la puerta, se volteo y....
-¡Muchas gracias por el desayuno chicas, estaba super delicioso! Y se fue.
Cuando Elizabeth se fue, las jóvenes sirvientas suspiraron.
-Bueno grupo, tenemos mucho trabajo que hacer, así que comencemos – habló Simone.
-¡Hai! – dijeron las otras.
Y asimismo iniciaron su rutina de trabajo y preparación para recibir al hermano de su jefe.
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Hola a todos ¡
Aquí está el segundo capítulo de esta historia. Creo que esta historia será larga, ya que tengo múltiples ideas para los sucesos que se verán a continuación.
Espero que les guste, sé que la trama va muy lenta, pero no quiero que todo suceda de forma acelerada, tengo la preferencia por historias en las cuales se vaya gestando la duda y la incertidumbre y que los hechos se vayan dando poco a poco.
Sin mas que agregar se despide...
SteisyCordero
PD: espero leer sus comentarios al respecto.
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Historia de Redención y Perdón.
FanfictionMás de 1.500 años han pasado desde de que se dieron a conocer los hechos vividos por los siete pecados capitales, y más de 5.500 años desde la gran guerra santa habida entre los cinco grandes clanes de la antigua Britania. Pero no se han imaginado...