SCAR. Capítulo II

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Para JungKook, los días sucesivos pasaron en medio de un sueño. Le llegó un correo electrónico donde la revista Ferly le preguntaba lo que quería saber de él. Sólo eran cinco preguntas y estaba un poco decepcionado de que no fuera algo cara a cara, pero sabía que eso llegaría tarde o temprano. Así pues, se plantó frente a su ordenador y leyó bien las preguntas.

1. ¿Siempre has sabido que querías ser modelo?; 2. ¿En qué punto exacto dirías que se encuentra tu carrera ahora mismo?; 3. ¿Cuál es tu meta como modelo?; 4. ¿Te gustaría incursionar en algún campo, a parte del modelaje, a largo plazo?; 5. ¿Qué le dirías a las personas que ahora mismo estén entrando en el mundo de las pasarelas o que se planteen entrar?

Suspiró y se puso a escribir, no sabía cuánto tenía que poner, pero prefería dar respuestas largas y que luego ellos cortaran lo que consideraran.

Cuando terminó, lo envió a la revista, recogió sus cosas y se fue al gimnasio.

Al día siguiente, había quedado con Vante y, antes de pasar por su estudio, pasó por la tienda de regalos, si Vante no hubiera hablado tan bien de él, posiblemente no le habrían dado aquella oportunidad. Ahora bien, ¿Qué se le regala a un fotógrafo? Una caja de bombones o un peluche podría ser demasiado personal, un libro muy genérico, un adorno de mesa muy clásico. Se paró frente a una vitrina y vio un adorno para la casa, era una cámara de fotos, muy parecida a la que el chico usaba, en tamaño pequeño y parecía hecha de metal envejecido. ¡Era perfecta!

- ¡Disculpe!- dijo a la dependienta.

- ¡Dígame!

- ¿Me puede poner la cámara para regalo?

- ¡Por supuesto!

Y, mientras la dependienta envolvía con mucho cuidado la cámara y la metía en una cajita, JungKook escogía una tarjeta para acompañar el regalo. Al final escogió una bastante simple que no ponía nada, pero tenía un paisaje en blanco y negro.

Pidió un bolígrafo y escribió "Muchísimas gracias por tus buenas palabras. Te lo agradece, JungKook."

La dependienta envolvió el regalo, el chico pagó todo y salió.

Una vez que llegó al estudio de Vante, se sintió un poco tonto, quizás había exagerado al comprarle un regalo al fotógrafo. A final de cuentas, ambos sólo estaban siendo profesionales el uno con el otro, ¿Y si Vante le malinterpretaba? No quería echar a perder su carrera. Así pues, guardó el regalo en su mochila y ya pensaría si dárselo o no.

Cuando entró, vio al chico de espaldas, trabajando como siempre.

- Hola...

Se giró y sonrió. JungKook se fijó en que tenía una hermosa sonrisa cuadrada.

- ¡Me he enterado de lo de la revista! ¿Es tu primera aparición en una revista?- preguntó, emocionado.

- ¡Sí!

- ¡Enhorabuena!

- ¡Muchísimas gracias! Siento que ha sido gracias a ti, le hablaste muy bien de mi a mi agente.

- También hablé con los de la revista- reconoció. JungKook le miró y Vante se rascó la nuca- tu agente habló conmigo y me comentó que quería hablar con ellos, decirles que habíamos hecho una sesión de fotos y tratar de venderla a la revista. En un principio no iba a ser esa revista, sino una más orientada a modelos, pero como yo conozco al editor de la revista Ferly... bueno, le hablé del proyecto y aceptó mandarte la entrevista. Espero que no estés molesto ahora que lo sabes... yo quería ayudarte...

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