SCAR. Capítulo XXXIII

388 56 9
                                    

Le había encantado las sesiones, volver a trabajar con Vante, que le pidiera fotos solo para él. Escuchó la puerta del baño y pensó que era Vante que se iba a sentar en el suelo del baño, mientras él se quitaba la pintura.

- ¡Me ha encantado volver al trabajo! ¡Estoy deseando ver los resultados!

La mampara de la ducha se abrió y vio a su novio, completamente desnudo, entrar en la bañera.

- Tu impedimento para no ayudarte a quitarte la pintura era mi ropa. Así que me la quité.

JungKook se quedó en shock, solo tardó apenas unos segundos para volver en sí y besarse con fuerza y se fijó en que el miembro de Vante estaba erecto.

- ¿Te apetece dentro de la ducha o en el sofá cama?

- Creo que en la ducha es peligroso... por no hablar de que tu cuerpo parece un vómito de arcoíris.

Ambos rieron y, entre besos, caricias y, mucho jabón, acabaron totalmente limpios en el sofá cama del estudio, donde se amaron a su manera, como siempre hacían, cada vez importándoles menos lo que opinaran los demás, sólo sintiendo el amor en lo más profundo de sus corazones.

Media hora después, estaban tumbados con una manta encima.

- Se nota muchísimo que ya no tomas esas medicinas.

- Celebro oír eso. Me siento más activo sexualmente hablando, pero también me siento menos miedoso respecto a todo... bueno, casi todo. Aún hay demasiadas cosas que...

- El tema miedo no tiene nada que ver con la medicación- opinó JungKook- creo que tiene que ver contigo mismo. Hace un año, sin ir más lejos, pensabas que jamás tendrías pareja, huías de ello y del sexo. Ahora no sólo estás saliendo conmigo, sino que tenemos relaciones, incluso has apartado de tu vida y de tu organismo esas medicinas en las que confiabas y te has dado cuenta de que estás bien. Creo que han sido pequeños retos personales que los has ido superando. Por no hablar del más grande: contarme lo que te pasó y confiar en mí, confiar en otra persona. Nada tiene que ver la medicación, mi amor, ha sido tu duro trabajo. Estoy muy orgulloso.

Vante le abrazó con fuerza.

- Y mi amor- continuó- sé el empeño diario que pones en nuestra relación. Lo que para mí no supone esfuerzo, para ti supone superación y estoy muy orgulloso de la forma en la que luchas por nosotros y, de verdad, lamento si no te lo digo todos los días o si piensas que no me doy cuenta- dijo y Vante suspiró aliviado.

- Realmente, eso me lleva atormentando la cabeza un tiempo, ¿sabes? Yo nunca pondré en duda que tú sabías lo mucho que yo me esforzaba, y me esfuerzo, en nuestra relación. Pero, entiéndeme, no es fácil. Es un trabajo constante para mí el superar mis miedos: primero fue entender que no te largarías con otra persona, después que podemos tener sexo a nuestra manera y, aunque hay veces que me fuerzo a mí mismo pensando: mierda Vante, haz algo por él, al menos fóllale, ¡Te juro que no puedo!

JungKook le abrazó y besó su coronilla, hace tiempo que él había entendido que, por su parte, la penetración iba a estar prohibida, ahora empezaba a pensar que por parte de Vante también. Bueno, había alternativas y se las mostraría todas.

- Bueno, si no me puedes follar el trasero... puedes follarme la boca.

El fotógrafo soltó una carcajada, pero pronto se puso serio al ver que JungKook lo había dicho en serio.

- Si no me la puedes meter, no pasa nada, puedes intentar follarme la boca, no me va a importar. Podríamos intentar algo con el vibrador anal que te dije... se me ocurre buscar alguno para el pene...

ScarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora