Fruto prohibido

6.1K 122 1
                                    

Al día siguiente suena la alarma y era momento de ir a trabajar. Ara despierta algo confundida si lo que sintió fue un sueño o fue real, no recuerda haber llegado a su casa ayer.

Cuando se levanta nota algo mojada su cama y al abrir las sabanas se da cuenta que están totalmente mojadas, sin mucho tiempo y sin darle muchas vueltas las toma y las deja lavando para colgarlas mientras se baña para ir a trabajar. Cuando llega al hospital algo apurada, sin darse cuenta choca y entremedio de la disculpa levanta su cabeza, notando que se ha topado con la directora.

- buenos dias Sr. Ara debería tener más cuidado, no puede estar chocando con los paciente.

- lo lamento -algo apenada recordando lo que soño supuestamente -

Urume sigue su camino saludando al personal a su paso, mientras ella queda enbobada mirandola y sintiendo un calor en su parte baja, sonrojandose... vuelve en si una vez escucha a su amiga llamandola insistentemente.

-estas bien Ara? -preocupada por que ella normalmente no es descuidada con su horario de llegada -

- si si lo siento -algo sonrojada por su repentino pensamiento de querer hacerlo con la directora-

- ooo mirate tu cutis esta tan brillante, pillina por eso estas tan distraída, tuviste un poco de acción anoche -manifiesta su amiga tocándole el hombro con una cara coqueta-

Ara solo sonríe ya que su marido esta de viaje de negocios desde ayer. Pasaron las semanas pero no lograba acercarse a Urume, para confirmar si lo que paso era real también intentaba pensar que lo hizo estaba mal, que debía respetar a su marido aunque no pareciera que la quería, ni siquiera la había contactado estos días, y cuando Ara le mandaba mensajes el no contestaba o indicada que estaba ocupado.

Ya pasado un mes repentinamente Ara es llamada a una sala que quedaba a la deriva del edificio, donde no entraban pacientes y ha esa hora no había nadie, una vez entra al lugar trata de prender la luz pero no funciona, repentinamente se prende una luz y la puerta se cierra con llaves apareciendo entre las sombras Urume con una sonrisa y sus brazos cruzados.

- Jefa, que esta ocurriendo? - intrigada por la situación pero de alguna forma poco a poco comienza a humedecer se le la vagina -

Urume la toma del brazo notando que no opone mucha resistencia y la amarra a la camilla, la cual queda sujeta de pies y manos con las piernas abiertas.

- tranquila querida no dolerá -mira la humedad que se notaba en su ropa interior-pero mira que chica tan traviesa, excitada por la situación-con un lápiz le frota los labios y el clitoris -

Tratando de no gemir y recomponer su voz, le pregunta porque le hace esto.

- Necesitaba un sujeto de pruebas, de hecho te analice bastante pequeña. Eres el sujeto perfecto !! - le corta sus ropa interior con un corta cartón y alcanza a oír un gemido ahogado -

- No es verdad!! Yo.. yo? Yo no soy una pervertida!!! -excitada con su cara enrojecida por la excitación del momento 

Urume ríe burlonamente pues había contradicción en sus palabras, ni siquiera se resisto a ponerse en la camilla por lo cual sus instintos estaban sobre ella.

- vamos hacer que florescas, parece que esta flor no se ha mostrado completamente.

Le introduce un dildo vibrante por el ano que era un juguete experimental. Urume era amiga de un sex shop que le daba artículos que aún no salían al mercado, además que era famosa por ser una buena farmacéutica. Ara estaba perdiendo poco a poco el control estaba tan húmeda que su liquido estaba cayendo al piso poco a poco, dejando un charco de perversión.

- por favor trata de no desmayarte, esto aún es el comienzo y para los demás  estaré de vacaciones por dos días y tu pediste dos días de vacaciones.

Una vez ve que su vagina esta muy húmeda le introduce una píldora experimental por la misma, la cual tenía un efecto afrodisiaco muy alto, Urume quería verificar los efectos secundarios y al parecer tiene efecto inmediato.

Se comienza a ver en la cara de Ara una desesperación de sus labios solo salía la palabra pene pene, lo anhelaba ya no estaba pensando.

-Te ayudaré un poco con tu sufrimiento

  pronuncia Urume, mientras se desviste  sacando un enorme pene de entre sus piernas, el cual era mucho más grande que la última vez, al introducirselo a Ara ella comienza a gemir con fuerza y se va inmediatamente, una y otra vez. Mientras es penetrada por sus dos orificios.

Perdiendo el control Donde viven las historias. Descúbrelo ahora