➴ Ocho.

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❝ Jinnie, esa forma en la que esos shorts se ajustaban a tus muslos, uff. Te dedico tremenda paja, ya tenía deseos de que esos pantalones se te rompieran, qué bonitas nalguitas.

- I ❞

El rubio de labios gruesos al terminar de leer la carta se sonrojó violentamente, recordando la clase de educación física y lo apretado de que le quedaba ese short, en cualquier momento estaban por romperse en mil pedazos e iba a exponer sus suaves nalgas de color blanco como el talco.

Qué suerte que la clase terminó y se vistió rápidamente en los baños —en los cuales rondaban los pervertidos—, evitando ser conocido en la escuela como el chico al que se le rompieron los pantalones, justamente ese día utilizaba sus preciados calzones de Got7.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el grito del profesor Namjoon, todo este rato estuvo con sus mejillas de color rojo mientras sostenía un pedazo de papel, sin percatarse de que sus amigos estaban haciendo sus pendejadas en el fondo.

—Oigan, cálmense.– los intentó tranquilizar Hyunjin, volteando su mirada  y viendo de cerca la escena de Changbin arriba de Seungmin en una mesa, dándole sus puñetazos.

—¡Ahí el enanito te va a dar su cariñito!– amenazó Changbin.

—¡Salte de encima, narigón!– ordenó Seungmin, todos estaban grabando o riéndose a carcajadas. Entre las personas que se burlaban de la situación, estaban el dúo de amigos callados, JeongIn miraba desde las sombras con su expresión de maldad, todo gracias a que anteriormente el peli-morado le había tocado las nalgas a su futuro esposo.

—¡Seo y Kim, deténganse!– ordenó el profesor de matemáticas, acercándose a la pareja de amigos para alejarlos.

Todos quedaron en shock—y Hyunjin rodó sus ojos con fastidio, preguntándose que estupidez haría el chaneque— cuando Changbin se bajó los pantalones y mostró su poronga.

—¡Más te vale no mearme, gordo pochoclo!– amenazó el chico de mechones morados.

Changbin tomó su pene y como si se tratara de una pistola, apuntó a su amigo y dejó salir su orina, parecía una manguera de pis. El profesor no sabía qué hacer y el resto miraba la escena con asco, escuchando los desgarradores gritos de niña de Seungmin al sentir ese cálido líquido caer sobre su ropa. No era un chiquitito de orina, realmente parecía una manguera.

—¡Enano, me cayó un poco de orina en la cara!– avisó Jisu con el ceño fruncido, siendo ignorada—. Qué sabrosoide.

Seungmin no quería quedarse atrás, así que igualmente sacó su pequeño Minnie para comenzar a orinar a Changbin.

—¡Dejen de orinarse, jóvenes!– exclamó el profesor Kim con los puños cerrados, su paciencia se estaba agotando.

Los alumnos al escuchar la voz del profesor Namjoon se voltearon a él, atacándolo con su orina—al parecer no iba a terminar más—, escuchando sus gritos de ayuda.

—Esto es muy divertido, te amo, Seungmin.– confesó Changbin con sus mejillas de color rojo cuando se le acabaron las "municiones", Hyunjin comenzó a reírse por la expresión de su amigo.

—Yo también, Binnie.– admitió el menor, tomando al más pequeño de su cuello para subir su cuerpo y unir sus labios, era grande la diferencia de estatura. Todos se levantaron de sus asientos para iniciar a aplaudir porque ambos chicos fueron tan valientes de revelar su orientación sexual, estaban conmovidos.

Namjoon miró con desagrado a sus estudiantes y salió corriendo con espanto del salón, tomando sus cosas para dirigirse a la salida, todavía empapado de orina. Buscó con la mirada algún profesor que lo reemplace, porque ya no podía más con esos alumnos, por suerte encontró a otro con cabello negro y cara de fachero.

—Taehyung, ve y cúbreme como maestro.– le ordenó Namjoon.

—No hay problema, crack.– aceptó el mencionado, metiendo su mano bajo el pantalón para rascarse las pelotas.

El profesor Taehyung entró al salón con una pose de diva, sentándose en su escritorio para tomar una lista que dejó el anterior maestro.

—Hola, chiques, soy su nuevo profe– saludó Kim moviendo su mano—. Para la semana que viene van a tener que presentar un trabajo en grupo, yo elegiré quiénes seran.

—Ojalá no me toque con ningún raro.– rezó Hyunjin cruzando sus dedos, mirando disimuladamente al techo para que Dios lo escuche y no pase como la última vez, tuvo que hacer un trabajo grupal con el otaku del salón.

—A ver, el trabajo será de a dos, tienen una semana para entregarlo– continuó explicando el nuevo profesor, los demás maldecían y rezaban con que no les toque trabajar con un gil—. Bien, los primeros en la lista son... Hwang Hyunjin y Yang JeongIn.

El corazón del último en ser mencionado comenzó a latir con más rapidez, a simple vista se veía bastante tranquilo y no le daba importancia a Hyunjin—todos sabían que simplemente elegía a su "novia" Ryujin para hacer los trabajos, menos vida social que una piedra tenía—, pero en su mente ya estaba bailando de la emoción, hasta sonaba La resaca.

—Bien, me tocó con el niño que algún día hará una masacre escolar– dijo el rubio en su mente, cruzándose de brazos e ignorando a sus amigos que ya se estaban comiendo a besos, tampoco dándole importancia a los sollozos de Felix —. Al menos no me tocó con el que se come los mocos, ¿Qué podría pasar?

➴ Linda cola, Jinnie.『 JeongJin / HyunIn 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora