Capítulo 2

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Capítulo sin editar
Perdón por los errores 🖤

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¿Sabemos lo que creemos o creemos lo que sabemos?

Por fin estoy en mi cuarto tras ser la intermediaria en una larga discusión entre mis padres. Mamá me quiso usar para que papá recapacitara y al final terminé gritándoles y regañándoles como si yo fuera la madre de los dos. Lo peor es que no puedo creer que les ordené a mis padres que fueran a tener sexo, pero creo que estaban tan sorprendidos por mis palabras que no se pusieron a repasar eso. Inhalo y exhalo con nerviosismo y vergüenza. Esta me la van a cobrar, lo sé. ¡Gracias a Dios que no tengo novio! Un escalofrío me recorre todo el cuerpo de pensar cómo sería.

En fin, no pensemos en cosas malas. Me lanzo sobre el colchón y acomodo las dos almohadas la una sobre la otra para tener la cabeza en alto. Levanto mi sudadera y saco la carpeta. Tiene una liga elástica que la mantiene sellada y aguantan los papeles. En la esquina inferior izquierda, en dorado, está grabada lo que parece ser una firma. Distingo las letras E y F. Sin mediar más retiro la liga negra y descubro dentro de un bolsillo de plástico varios documentos. Los saco y cuento. Son nueve en total y el último tiene una línea de firma; debe de ser un contrato. Espero que no termine siendo como esa película que mamá tanto odia pero ve para “relajarse” cuando papá está de viaje. ¡Eh! No hay que sacar malas conclusiones del hecho de que yo lo sepa. Ella misma me lo dijo, con las comillas incluidas.

Regreso al primer papel y me dispongo a leer. La letra es entendible y creo que puedo aproximar que usaron un tamaño de fuente número catorce. El tacto con el papel se siente diferente; más fino y aterciopelado que el papel que se utiliza en las oficinas, pero a la vez más rústico. En el mismo encabezamiento pone: Contrato de iniciación en Pandora. No sé cómo es posible que le saquen nueve páginas a eso. Mi autobiografía escolar se lleva tres. En la primera página me pongo a leer tres enormes párrafos sobre las sub-patologías psicológicas de la sociopatía y las muchas consecuencias que pueden traer éstas al paciente que la padece. Entre ellas se encuentran los ataques de ira, la esquizofrenia, parafilias sexuales poco sanas para el cuerpo humano, depresión, demencia, pérdidas temporales de memoria y extremadamente fuertes dolores de cabeza. He sufrido los dolores de cabeza en extremo fuertes, pero me suceden desde la primera vez que vi la regla y cada vez que sufro un cambio hormonal me pasa. Lo asocié con eso y el ginecólogo también. Deben de haber errores aquí.

En la segunda página ya leo algo un poco más de mi interés. Me explican más o menos que Pandora acoge a jóvenes sociópatas para ayudarlos a sobrellevar la enfermedad y saca provecho de la misma instruyéndolos en el mundo del narcotráfico y la mafia. ¡Perfecto! ¡Unos mafiosos me quieren contratar! ¡El mejor día de mi vida! No, en serio vuelvo a leer eso como cinco veces para asegurarme de que no tengo miopía. ¡¿En qué carajo me he metido?! Ahora estoy empezando a dudar si la doctora Park es un ciborg o no, pero esta vez de verdad. Continúo leyendo y la cosa se pone mejor. Se supone que voy a trabajar para un tipo al cual llaman Sangre Blanca, al parecer es un don de la mafia y es un punto medio entre la mafia estadounidense y la de su país, el cual no especifica. Es el creador del Piognet Botton que, en algunas botellas específicas y seleccionadas contiene una sustancia llamada Afrodita, que produce un efecto analgésico en los sociópatas que aún está en estudio de causas y origen. Los sociópatas dependen de esta sustancia como una especie de droga que para otras personas sin o con otras patologías sería como una especie de afrodisiaco que no provocaría la dependencia que ellos tienen. Ya veo, es cierto que me causó algo raro oler y tomar aquel vino. Ni siquiera me emborrachó, y eso que apenas tengo quince años, casi dieciséis. Un párrafo más abajo explica el porqué de tan reducido número de participantes y el porqué de que todos estén en la franja de los trece a veinte años. Ambas preguntas tienen respuestas simples y aparentemente obvias: reducido número de participantes para mantener la confidencialidad y hermandad en el grupo; todos son jóvenes porque es en esta etapa de la vida donde se descubren verdaderamente los síntomas de la enfermedad, además, mientras más jóvenes más fáciles de educar (esto último es una conclusión mía, de forma independiente).

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2020 ⏰

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Sociopath: The New Old Mystery /Libro #1/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora