Capitulo 3

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La morocha salió de aquel cuarto de hotel, había quedado de pasar por Paco alas 6 tenía tiempo de pasar un pequeño rato con su hijo y comer en su casa, con su trabajo muy pocas veces comía con su pequeño pero cuando así era, ambos lo disfrutaban bastante.

Paco sin embargo, se quedó comiendo solo en su cuarto, había pedido Comida a domicilio y siguió viendo la tele, eran apenas las 3 p.m así que tenía aún tiempo suficiente de bañarse y cambiarse en lo que Cecilia pasaba por el, sería su primer salida en aquella cuidad desconocida y Cecilia sería su primer amiga ahí.

Que mujer, pensó en español unos minutos después que esta se fue, era bastante bonita y alta y muy delgada, su color de piel, era un color hermoso. No se parecía para nada a Anna, era una mujer imponente se notaba desde el momento en el que llegó a aquella habitación, se veía segura de sí misma, no era igual a ninguna mujer, sin dudarlo.

Cecilia estaba comiendo con teo, el pequeño le contaba de su día y de lo que había hecho en la escuela, ella trataba de ponerle toda la atención pero su cabeza estaba en otro lado,¿porque había comenzado a pensar en paco?, que raro, muy raro para ella. Era guapo, muy guapo, demasiado guapo.¿Que tonterías estaba pensado? El era sólo su compañero de trabajo y nada más y eso tenía que grabárselo, aparte estaba casado ella misma lo había visto con su esposa.

—Mami— la voz de Teo interrumpió sus pensamientos y tenía que poner sus pies en la tierra, después de todo Teo era lo mas valioso para ella.
—¿qué pasó?, mi amor— le contesto sonriendo.
—¿qué haremos hoy?—

Cecilia siempre pasaba tiempo de calidad con Teo, cuando el niño terminaba la tarea que casi siempre era justo cuando Cecilia llegaba del trabajo ambos Jugaban, iban al cine, al parque. Si la morocha tenía que estudiar sus libretos Teo se sentaba a su lado y dibujaba a Veces la deleitaba con sus conciertos de flauta, otras veces veían películas o series para niños pero eso era muy poco, Cecilia no quería que Su niño estuviera mucho cerca de la tecnología. Incluso algunas veces en aquel patio jugaban alas escondidas, También habían dibujado una rayuela para jugar. Cuando Teo invitaba a sus amigos de la escuela ella simplemente se sentaba a verlos jugar y que todo fuera armonioso pero la mayoría del tiempo el pequeño la llamaba para que se uniera al juego.

Antes de su trabajo, de sus amigos, de ir de fiesta, de las alfombras rojas, de la fama, de todo,antes de todo eso ella era mamá y era su trabajo de tiempo completo, algunas veces sus amigos la invitaban a fiestas entre semana o cosas así, pero a veces se negaba y no porque no quisiera, se moría de ganas pero prefería estar con su niño. Aunque bueno a veces se lo encargaba a su nana cuando tenía Alfombras rojas y una que otra fiesta ala que asistía. No se abstenía del todo de salir y beber pero no lo hacía seguido y cuando lo hacía dejaba a Teo en buenas manos. Ella sabía que el tiempo es algo que no regresa y quería que su hijo tuviera buenos recuerdos de su infancia. Por eso decidía tenerlo a los 38, para darle sus mejores años.

—Ire con un compañero de trabajo por un cafe- pensó un momento en si preguntarle a Teo si quiera ir, ella sabía la respuesta y sería un si, pero no era e momento exacto para que su nuevo compañero conociera a su hijo, apenas ella lo iba a conocer y no sabía cómo era.así que pensó en que el pequeño tenía tiempo sin ver a ninguno de sus padrinos así que pensó en llamarle o a Juan Manuel o a Manolo. Pero recordó que Manolo debería estar ocupado con la serie así que esta vez acudió a Juan Manuel.
—¿que te parece si hoy vas al cine con tu padrino Juan Manuel?— sabia que a Teo le gustaba pasar tiempo con ambos.
—¡Si mami!, tengo mucho que mostrarle a mi padrino— el pequeño subió presuroso a su habitación, probablemente iría por algunas cosas que le mostraría a Juan Manuel pero ella aún ni le llamaba. Así que todo su teléfono y le llamo rápidamente, busco entre sus contactos y encontró su número, el teléfono comenzó a sonar y al cabo de un momento su compadre contestó.

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