29 | "YeoSang es... interesante"

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SeongHwa no se había sentido como en casa desde que huyó de sus padres adoptivos, la vida en un orfanato era tan peculiar y aburrida, lo odiaba.

Odiaba ver las mismas caras sin vida, a menudo sentía como si aquellos ojos exprimieran las esperanzas que quedaban en su pequeño cuerpo, lo dejaban frágil, deslucido y caminando entre sueños fruncidos.

—¡Bonito! ¡Las galletas huelen a quemado! —sonrió mirando la televisión y cambiando la transmisión de canal.

—¡Te dije que apagues el horno! —gritó desde el baño.

Salió con una toalla sobre su cabello, una camiseta que lo cubría hasta los muslos y unos shorts cortos coloridos. Corrió hacia la cocina y apagó el horno, soltó un gruñido de enojo, entonces SeongHwa le quitó la mirada de encima, sabía que lo regañaría.

—Se quemaron, SeongHwa —el mayor fingió no escucharlo, no hasta que se le acercó y le arrebató el control de mando de las manos —Si no fueras tan distraído...

—Si no fueras tan descuidado —le interrumpió sintiendo la furia del peligris a centímetros de él.

—¿Qué has dicho? —su mano fue directo a la toalla semi húmeda sobre sus hombros, la enrolló y la sostuvo de un borde. Había hecho eso miles de veces, siempre que MinGi tomaba sus cosas solía golpearlo con una camiseta suya o con una toalla húmeda.

—Nada —se levantó del sofá con el chico siguiéndole tras él —Honey, bonito. No dije nada.

El más pequeño sonrió sabiendo que SeongHwa no tenía escapatoria, lo había arrinconado en una esquina y estaba a punto de golpearlo con la toalla, pero eso no sucedió, no se permitió mofarse de él por la cara de dolor que pondría. Sus manos fueron tomadas por SeongHwa, en un movimiento rápido las colocó tras su espalda y las inmovilizó con la toalla húmeda.

Su mirada cambió de temerosa a una que no lograba descifrar. El brillo en sus ojos, la sonrisa en su boca, SeongHwa por sí mismo era un completo misterio para HongJoong, desde el raro hábito para la limpieza, hasta la poca compasión que tenía para matar a una persona.

—HongJoong, el chico que logró tomar el corazón de un huérfano sin hogar—susurró, su voz más grave de lo normal.

—¿Se supone que un huérfano tenga hogar? —sonrió de lado —Además, todo el mundo te ama —suspiró.

La mayoría de veces que ambos habían salido, SeongHwa había acaparado la atención de chicas y chicos. Todos con un estándar de belleza superior al de él, se sentía pequeño e insuficiente.

—Pero yo no amo a todo el mundo — acercó su rostro provocando que ambas frentes choquen, el corazón del menor se aceleró tal como lo hacía siempre que SeongHwa lo miraba de aquella manera, como si en el mundo solo existiese él —Solo a ti.

El mayor juntó sus labios en un corto pero significativo beso para ambos, besó la punta de su nariz, su frente, sus mejillas, y dio un sinfín de besos más sobre su sonrojado rostro.

SeongHwa consideraba a HongJoong la estrella más brillante en su cielo, quizá fue su error, debió ser su luna, su sol, no una estrella entre miles de ellas.

—Vamos a llegar tarde —susurró alejándolo y escondiendo una sonrisa traviesa —Vamos a llegar tarde si no te apresuras.

—Quiero quedarme a ver caricaturas contigo —un puchero en sus labios sorprendió al peligris. Eres uno en un millón, Park SeongHwa.

—Vayamos por hoy, mañana te daré más que caricaturas —yo, por ejemplo.

Ambos chicos se dirigieron a la pequeña "reunión" que MinGi había organizado. HongJoong supuso que su pequeña reunión incluiría alcohol de antemano y carne a la parrilla mínimo para diez personas, el licor era ilimitado tratándose de HongJoong, JongHo y YeoSang, el pequeño trío tenía una pequeña adicción con el alcohol.

Wonderland ×SanWoo× -Corrigiendo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora