14 | Golpe De Suerte

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—No creo que esto funcione.

SeungYoun miraba la gran mansión que frente a él se alzaba, la camiseta gris picaba y la gorra dificultaba su visión, quería volver a su departamento cuando antes.

El más alto se las había ingeniado para tener un pase seguro al hogar de Lee, pasarían por alto si se infiltraban como personal de trabajo, y a cada personal de trabajo se le da una llave y un código para permitir su entrada. La idea sonaba de lujo, sin embargo, ¿quién les proporcionaría todo aquello?.
YunHo había dicho que lo tenía cubierto, no preguntó cuando horas después llegó con dos uniformes y un moretón en el pómulo.

—Yo tampoco —las manos del alto empezaron a sudar más de lo debido.

SeungYoun caminó hacia la verja, colocó una clave de cinco dígitos cuidando que sus dedos no tiemblen sobre la pantalla, el hombre corpulento frente a él asintió para después ingresar a territorio de enemigos. YunHo hizo lo mismo, alcanzó su paso y se adentró a la casa lo más rápido posible.

—Joder, que no te he dicho que le advirtieras —gritaba un hombre con un cigarrillo encendido entre sus manos—Solo atacas y ya.

—No es como si supiera quienes somos —había una chica frente a él, cabello atado en una coleta y un tatoo de brujula en el cuello.

—No es idiota como tú —dio otra calada a su cigarrillo para después arrojarlo al suelo y pisarlo.

—Vigilaré a su hermano, el otro es tu problema —la chica lanzó una mirada cargada de enojo tras salir de la habitación.

—Me aseguraré de ponerle diversión —siseó.

°°°

YunHo y SeungYoun siguieron caminando como si conocieran a qué habitación dirigirse, los pasillos eran completamente desconocidos para ellos, no seguían un rumbo solo las voces de subordinados.

No pasaron por desapercibido el refinado gusto decorativo, desde grandes lienzos pintados en óleo hasta pequeñas piezas bañadas en oro y plata.

—¡Ustedes dos! —ambos giraron sobre sus propios talones —Los necesito en la cocina. El festín está a punto de empezar.

Siguieron al hombre por un pasillo amplio iluminado con candelabros de cristal pulido, aquel pasillo conectaba con una gran cocina.

—Con cuidado —entregó a cada uno de ellos una bandeja con copas y licor dentro.

Ambos chicos copiaron los movimientos de los otros dos encargados, abrieron las puertas dobles y con cuidado entregaron una copa a cada uno de los hombres allí.

Para la suerte de YunHo, reconoció a más de uno allí. El primero fue el ministro de salud, dueño de la compañía de fármacos liderada por dos de sus hijos también presentes allí; de alguna u otra manera, YunHo no lograba encontrar vínculo entre ellos.

El rostro inconfundible del hermano abogado de un difunto Lee fue el siguiente en reconocer. Vestía un traje de costura refinada y llevaba un reloj dorado en su muñeca.

Casi deja caer la bandeja al ver a uno de los hombres de Lee, juraba haberlos matado a todos, pero allí se encontraba ese rostro familiar.

Todos eran figuras de prestigio, menos una, la más joven y a la cual todos ofrecían su brindis. A juzgar por su apariencia, el chico de traje no pasaba sus veinticinco años, quizá y esté por debajo de los veinte.
Recordaba si rostro, de algún lugar lo recordaba.

—Como sucesor de tu padre, el cargo recaerá en ti, la empresa y bienes raíces como la fortuna que poco a poco tu padre alcanzó, ahora te pertenecen —el hombre alzó la copa como si de un culto maligno se tratase y el más grande de los demonios haya abierto una puerta hacia el infierno —mis hombres ahora te sirven, Lee JunYoung .

Wonderland ×SanWoo× -Corrigiendo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora