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Narran ustedes :
Era sábado por la noche y nuestra bella parejita se encontraba abrazada en la cama, arropados con una manta calientita, ya que acababan de ver una película bastante interesante para el agrado de ambos, se encontraban hablando de cosas sin sentido y a la vez también estaban comentando sus anécdotas sobre aquella película, hasta que hubo un tema el cual fue algo extraño para cada uno o bueno, para nuestro pequeño Denki fue algo extraño.
- Oye Denki, ¿Tu eres virgen? - miro hacia el techo soltando un suspiro pesado.
- Pues si - se sonrojo al instante - ¿Por qué la pregunta?
- ¿No le puedo preguntar a mi novio si es virgen o no? - protesto en un tono burlón.
- Se supone que eso no se pregunta, bobo - miro al mayor con un leve puchero en sus labios.
- Supuestamente - hizo las comillas con sus dedos - pero yo quiero saber mas sobre ti, pequeño.
- Bueno, soy virgen, ya di mi primer beso, tengo mala suerte en el amor, entre más cosas desagradables, supongo - soltó una ligera sonrisa.
- Eres muy lindo, Kami - acaricia suavemente el rostro del menor viendo como las mejillas de este se tornaban de un color carmesí.
- Tu también estas lindo, no solo yo!
- No tanto como tu - se acerca peligrosamente al menor.
En ese momento Denki se le subieron los colores a las mejillas ya que lo anterior dicho por el mayor lo había dicho en un tono bastante seductor, mientras Denki pensaba y se iba de este mundo, Todoroki lo había amarrado a la cama con una corbata que andaba por ahí de la escuela, como vio que seguia distraído le empezo a quitar la ropa lentamente dejándolo solamente en boxer, claro que antes de empezar con lo bueno cerro la puerta con seguro para así no tener nada de interrupciones por muchachos que venían a ver si seguían vivo o no, al igual que la ventana por si al vecino de arriba se le ocurre tirarse de su balcón, uno siempre debe de estar precavido para cualquier cosa, con acto final cerro las cortinas para quedar a oscuras con su pequeño, hermoso y sensual novio. Denki cuando recupero el sentido se dio cuenta que estaba amarrado a su cama en boxer, no veía nada ya que estaba oscuro y no se veía nada de nada por el estilo, empezó a ponerse a nervioso, bastante nervioso, trato de sentarse, pero no pudo ya que unas manos lo jalaron para que se acostara nuevamente en la cama.
- No, baby, eso no se hace - una voz ronca demandó.
- ¿T-todoroki? - pregunto con algo de nerviosismo en su voz.
- Claro que sí, baby - se acerca nuevamente peligrosamente al menor poniéndo más nervioso al chico menor.
- ¿Me dices porque estoy así?
- ¿No es obvio? - su voz se había vuelto grave y el tono que había utilizado era bastante sensual para los odios de nuestro pequeño Kaminari - te haré mío.
