Fantasías de un sumiso

mi modesto departamento de solteros

Observo el edificio un poco antiguo, pero de bella fachada con revoque liso color beige y detalles de ladrillos barnizados, en un costado una gran enredadera llega casi hasta la azotea de los 5 pisos con los que cuenta, es la primera vez que viviré solo aparte de mi familia, se siente extraño, pero al mismo tiempo genial, sobre todo para un chico como yo. me presento, soy Josh, tengo 20 años, soy de complexión regular, piel blanca, cabello castaño con fleco y mechas, tengo la particularidad de verme delicado y afeminado, además de los rasgos de herencia familiar, pero un detalle que debo resaltar, es que soy gay, adoro a los chicos, aunque mi relación con ellos suele ser algo complicada.

Me mudé a este edificio porque tengo muchas inquietudes sexuales, y no tenía mucha libertad en casa, así que quiero sentirme con un poco más de libertad aquí, tengo la corazonada de que así será ya que este es un edificio para solteros, por ejemplo ahora que me dirijo a la escaleras para subir al tercer piso donde está mi departamento me estoy cruzando con la mirada de un señor que es el encargado del mantenimiento del edificio, parece que le he llamado la atención, solo por qué llegue vistiendo una camiseta pequeña que deja muy descubiertos mi cuello, hombros y parte de mi espalda, un pants deportivo de licra tipo pesquero que resalta mi trasero y unas sandalias dejando ver mis pies los cuales también cuido mucho.

Se que me está mirando así que antes de salir de su rango de visión le hago un guiño lo mas coqueto que me permite mi timidez para luego subir hacia mi nueva morada, una ves allí abro la reja de seguridad, entro y después paso por la puerta, dos llaves para entrar, valla, al fin estando dentro de la intimidad del depa que tanto buscaba, me despojo toda mi ropa, pues adoro desnudarme y ahora que vivo solo podré hacerlo todo el tiempo que quiera, que delicioso es sentir mi piel así de libre, creo que lo primero que haré será refrescarme con un buen baño en la regadera, luego pondré orden la ropa de mis maletas en el dormitorio cuando tocan el timbre, me asomo por el pequeño ojo de pescado de la puerta y es nada más ni nada menos que el señor del mantenimiento.

Buenas tardes, soy Don Tito, el encargado del mantenimiento, tengo que darle unos detalles e instrucciones de su departamento y del funcionamiento del edificio. Me dijo, y valla, pero si no puse el seguro de la reja, así que le dije desde adentro que no estaba cerrado y podía pasar, su cara de sorpresa no tuvo precio cuando entro y me consiguió completamente desnudo frente a el. Adoro desnudarme y soy un exhibicionista porque me gusta y me excita que me miren (aunque a algunos chicos les incómoda mi atrevimiento) y una vez que me excito me convierto en una putita mustia, obediente y sumisa... ¿Que hará ahora? Don Tito.