parte 3: |Llave de la destruccion|

49 22 14
                                    

4 o 5 momentos, solo eso se necesita para ser alguien, solo 4 o 5 momentos en nuestra vida en donde podemos tomar decisiones que nos cambiarán la vida, es tu decisión si es para mal o bien.

************************************

Diana:

Pese a que no sé casi nada de mi nuevo vecino Grenvees me ha parecido un buen chico, además tiene gustos muy interesantes y que son parecidos a los míos, durante el camino a la universidad realmente disfruté esos minutos de conversación.

Al llegar a la calle opuesta a la entrada de la universidad noto como Simus luce muy alterado por algo, es muy extraño, está respirando de una forma muy agitada mientras mira las nubes ¿Quizá sea un especie de trauma? Bueno, no quiero meterme a fondo pensaré que solo le asustan los rayos y truenos, quizá eso sea y le estoy dando muchas vueltas a esto, aún así me preocupa un poco.

«–¿Simus está todo bien?» [Le digo con una voz dulce mientras toco su hombro.]

[Tarda un momento en responder y reaccionar a mi voz.] «-S-Si to-todo bien, no es nada, solo tengo hambre.» [Me dice cuando obviamente es mentira ya que ni siquiera me mira a los ojos, pero al menos empieza a respirar más tranquilo y luce mejor, hablaré en otra ocasión de esto y espero que en serio sea por el hambre, porque yo también estoy igual.]

Lo tomo de su brazo y hago que camine poco a poco, situandome por delante de él como si fuera un niño pequeño y yo fuera su guía, al tomarlo del brazo siento su músculo, está mucho más definido de lo que pensé y al apretarlo un poco siento su dureza, eso me hace distraerme por uno segundos antes de que vuelva a la realidad.

«–¡Vamos apresurate! » [Le digo para motivarlo y que no se haya dado cuenta de ese extraño momento que acaba de pasar, pero funciona poco a poco empieza a reaccionar mejor y en pocos segundos luce como cuando lo ví saliendo de su casa.]

«–Ya llegamos a la entrada.» [Me dice sonriendo y sin darme cuenta era cierto, creo que mis pensamientos mundanos me hicieron perder un poco la razón.]

Pero ahí estaba la universidad Hallfame en toda su grandeza, tiene una peculiar característica y es que está abierta a todo el público, muchas personas vienen al campus sin ser estudiantes simplemente porque es un lugar muy tranquilo y fresco 24/7 y aparte hay WiFi gratis, pero dejando es a un lado la universidad en sí es muy grande quizá tiene unos 2 kilómetros creo, en los documentos de mi padre leí que tiene más de 100 años, es de las universidades más grande en este país.

Para entrar a la universidad solo tienes que subir unas pequeñas y cortas gradas de color blanco recién pintadas que están de desnivel, una vez arriba lo primero que se observa es un árbol blanco justo en el centro del campus rodeado por una especie de muralla circular de rocas perfectamente pulidas y puestas una encima de otra en sincronía ¡Es enorme! Mi padre me contó que es considerado como patrimonio de este país, pues según dicen está ahí desde antes de que los primeros lugareños se mudaron a esta ciudad. Es como un árbol milenial, es color blanco, incluso parece que refleja los rayos del sol, muchos estudiantes vienen a esta parte del campus ya que al ser tan alto y extenso cubre una gran zona que crea sombra y al estar debajo de él se siente una especie de paz.

Lo demás es un poco menos llamativo comparado al árbol, hay caminos con azulejos que llevan a cada facultad o otros lugares pequeños para descansar, hay muchas banquetas de acero de diferentes colores, cada facultad tiene un color diferente y dependiendo de donde se esté así también cambian las banquetas.

«–Por cierto Simus, había olvidado preguntarte algo importante ¿Qué vas a estudiar? » [Le digo mientras vamos subiendo las gradas y giro un poco hacía él.]

Fairy FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora