"La vida es una sola, hay que aprender a vivirla, hay que aprender a amarla y hay que aprender a perderla".
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SIMUS:Veo salir a Diana del pasillo, me quito mis audífonos Bluetooth para poder hablar con ella, pero al verla luce diferente un tanto desorientada está muy diferente, ni siquiera me sonríe al acercarse a mi, parece asustada.
—¿Podemos salir de aquí rápido? —me dice con los ojos apagados y un poco exasperada.
—Ehehe claro… —le digo extrañado de su cambio tan repentino —Pero dime que está pasando, ¿Por qué estás así? —le termino diciendo con un tono suplicante.
—Te explico luego vale, por el momento déjalo y solo vámonos, necesito aire —habla tan diferente esta vez, no es nada parecida a la chica que venía conmigo durante todo el camino hasta acá.
Tomo mi mochila y me la acomodo en el brazo derecho mientras con la mano izquierda le abro la puerta que lleva al camino hexagonal que veníamos siguiendo antes de venir aquí.
—¡Adiós jóvenes! —nos grita la secretaria desde su escritorio muy educadamente, pero Diana solo la ignora por completo y sale por la puerta sin siquiera mirar atrás.
—Bonito día —le digo para no vernos tan irrespetuosos, no sé que bicho le picó a Diana pero espero que sea una explicación que valga la pena.
Salimos y veo que Diana empieza a respirar muy rápido, como si estuviera asustada por algo o no sé, es muy extraño.
—Diana ¿Qué cojones pasó? —le digo tomándola suavemente del brazo para que se sienta segura y trate de explicarme.
—No es nada Simus… —dice bajando la mirada y moderando su respiración.
Puedo tratar de seguir insistiendo, pero sé que sería inútil no quiero sofocarla o hacerla sentir presionada. Así que creo que lo mejor será darle su espacio, pero tampoco quiero dejarla sola. Mierda esto es más complicado, sobre todo porque apenas nos conocemos de unas horas, no puedo hacer como si la conociera de toda la vida o que confiara demasiado en mí.
—¡Hey las papas van a enfriarse! —quedo asombrado al escuchar esas palabras, aunque me hace sonreír el saber que ya está un poco más tranquila
—Entonces debemos de apresurarnos, estamos a unos 20 minutos del comedor, así que arriba —le digo extendiendo mi mano para ayudarle a levantarse de donde se había sentado en la grama para tranquilizarse.
El camino se hace silencioso, parece que Diana estaba en otro mundo, ida en sus pensamientos pero debo admitir que se veía linda, el ver como su mente estaba frágil y verla observando cada detalle de nuestro alrededor la hacía verse diferente a otras chicas que había conocido antes Diana simplemente es única.
—Simus ¿Alguna vez has sentido como si viajaras a otro mundo, pero de un segundo a otro todo vuelve a la realidad y simplemente parece más una ilusión? —su pregunta me extraña mucho.
—Algunas veces cuando me siento demasiado presionado suelo imaginar que estoy en un lugar diferente.
—Creo que estoy loca —su comentario fuera de lugar me hace verla directamente, no entiendo que sucedió hace un rato lo único que se me viene a la mente es que tuvo una pelea con su padre, ¡Si! quizá eso sucedió y tendría sentido.—Te voy a contar un secreto —le digo mientras veo como el sol empieza a verse sobre los árboles y noto como ella le presta atención al color que toman las hojas al ser atravesadas por la luz —“Las mejores personas de este mundo están locas”.
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Fairy Faith
Teen FictionSimus Greeves un chico de 19 años con una vida cotidiana como universitario, se empezará a ver envuelto en extraños sucesos junto a su nueva vecina. No tardará mucho en descubrir estas situaciones sobrenaturales que cambiarán su vida y descubrirá e...