Hija De Odín | segunda temporada

capitulo - 6

- debo admitir que es divertido estar atado a un árbol junto a ti - dijo Ubbe burlón

Lo miré fustrada y le sonreí sarcásticamente, él rió

- me duelen los brazos - tomé aire y miré a otro lado

- a mi tambien - respondió - idiotas

- ya sé que soy una idiota - le sonreí

- no me refería a ti

- lo sé, lo sé - reí bajo - sabía que ésto pasaría y aún así te hice venir, lo siento

- oye, no me obligaste a hacerlo, yo quise acompañarte

- bien - le sonreí - ahora moriremos juntos

- morir a tu lado será un honor

- hubiera sido mejor en batalla, así no cuenta

Ambos reímos. Dejamos de reir cuando llegaron dos hombres a nosotros

- ¿qué se les ofrece? - preguntó Ubbe

Los hombres no dijeron nada, se acercaron a él y comenzaron a desatarlo, Ubbe se puso de pie

- ¿al fin nos dejarán ir?

- tu sí, ella se queda - dijo un hombre

- no, si me voy ella viene conmigo - me señaló Ubbe

- descuida, Ubbe - dije y me miró - estaré bien

- Gisli

- vete - dije

Él miró unos segundos a los hombres y después a mi

- volveré por ti - me dijo

- lo sé - sonreí

Dudó un poco y dió media vuelta para irse, lo observé ir a los caballos, subió a uno y se fué.
Los hombres se fueron dejándome sola, tomé aire y miré el cielo, ya era de noche y se observaban las estrellas.

- ¿por qué volviste? - escuché la voz de Ivar

Lo miré, estaba de pie sin dejar de mirarme

- tus hermanos me llamaron - vi a otro lado - dijeron que te habías vuelto loco, ahora lo veo

- ¿loco?

- mataste a Sigurd y ahora amenazas a tus hermanos ¿que crees que signifique éso? - lo miré

Mala elección de palabras, ahora me mira molesto

- ésto no es de tu importancia - dijo

- lo sé, es asunto familiar pero le prometí a tu padre que cuidaría de sus hijos

- a mi también me prometiste que me cuidarías, que estarías a mi lado - dijo molesto

- Ivar - se cerró mi garganta

Al verlo lo único que llegaba a mi mente, era ella. Debí haber hecho más, debí haber vuelto con Ivar y estar juntos los tres.

Él suspiró, sacó un cuchillo de su pantalón

- ¡Ivar no! - grité

Se acercó a mi y cortó la soga que me tenía amarrada al árbol

- ven conmigo - dijo bajo

Guardó el cuchillo, dió media vuelta y comenzó a caminar hacia las casas de campaña. Me puse de pie y dudosa fui detrás de él.

Llegamos hasta su casa de campaña y entramos. Ivar hizo una seña y todos los hombres que estaban dentro, salieron