Capitilo 2 - 17Black.

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Detesto extrañarte, quisiera arrancarme este nudo de la garganta y alejarme de ti lo más rápido posible; Pero no lo haré. No lo haré porque es todo lo que tengo en este momento, es todo lo que me recuerda a ti y no me arriesgare a perderlo ¿Por qué no te deje cuando pude? ¿Por qué tuve que tener esta obsesión con tu aroma y con tu sonrisa? ¿Por qué deje que te metieras bajo mi piel? Realmente no sé qué estoy esperando de ti, realmente no sé quiénes somos, que es esto en lo que estamos los dos juntos; Pero no me arrepiento, no quiero dejarte solo contra el mundo, no quiero que sientas vacía tu espalda, que te sientas atrapado en un mundo de cámaras, luces y sonrisas vacías. Sé que solo me tienes a mí.

Lauren bajo por la página de internet, leyó todas las noticias y comentarios que hicieron las demás chicas, se preguntó por qué algo tan estúpido la hacía sentir tan mal y tan sola. A veces ella desearía ser más valiente, tener el coraje para salir de la mano con una de las personas más importantes de su vida, aunque fuera tiempo límite. Con el nudo en la garganta tomo su teléfono en medio de la oscuridad y llamo a la única persona que aliviaría su dolor, que la haría olvidar con tan solo el sonido de su voz.

El teléfono sono 3 veces...

"-Lo siento mucho linda, pero estoy a punto de salir al concierto, juro llamarte cuando termine. Te amo-"Y con la misma colgó...

-3 meses antes –

Ojos grises escaneaban toda la ciudad, las luces se reflejaban a través de ese color tan peculiar, casi como si fuera un espejo, un espejo en el que podrías ver reflejada tu alma en ellos. Para Lauren era algo raro sentir este nudo en el estómago, las palmas de la mano sudaban contra el cristal y este se empeñaba con el calor de su respiración.

Las luces de colores salían del estadio que se veía perfectamente desde su altura; Lo vería, hoy se encontrarían, hoy podría abrazarlo de nuevo, hoy podría dormir entre sus brazos de nuevo. Era solo cuestión de horas estar para poder estar de frente, podía soportar eso, soportaba meses enteros, todo sobre sus hombros, todos los días.

-¿Estas nerviosa? – Lauren aparto el rostro de la ventana y se centró en una de las personas que estaban percatados de su relación. Él estaba recostado cómodamente en la cama de la habitación que Harry había rentado para ellos dos. Su pelo rojo daba la impresión de estar en llamas gracias a la luz de la ciudad que eran lo único que iluminaba el cuarto a oscuras.

Lauren sonrió un poco.

-No le visto en meses Ed – susurro mientras posaba una rodilla sobre la cama y se inclinaba hasta yacer sobre su espalda – Si, estoy nerviosa o espero confundirlo con ansias de verlo. Juro que cuento las horas por que finalmente ya solo son eso.

-Aún falta un poco de tiempo ¿Sabes?

-¿Estas tratando de desanimarme? – rio Lauren, mientras jugaba con las sombras. Ed frunció el ceño y se apoyó sobre su hombro.

-¿Por qué siempre estas a oscuras? – su voz derramaba curiosidad, incluso más de la que el quería.

Ella se mordió en labio.

-A si me siento cuando no está a mi lado.

Los labios de rosados se separaron y soltaron un jadeo lleno de entusiasmo, el sudor cubría su frente y su cuello pálido; Estaba muy entusiasmada y cuando observo desde el balcón que las fans gritaban, que las luces de las cámaras destellaban entre las sombras, los guardias empezaban a salir, los ojos se le llenaban de lágrimas. Podía sentir ya su presencia, podía sentirlo, olerlo. Amarlo.

Harry salió de la camioneta lo más rápido que pudo, quería llegar; Quería llegar ya, apuraba a sus amigos, a los guardias pero ellos no se movían lo demasiado rápido, no quería ser grosero pero si no lo hacia su corazón estallaría. Recogió su maleta que estaba llena de regalos y ropa nueva para ella, sabia su talla porque cualquier cosa de ella nunca se le olvidaba. Ni siquiera su olor, planeaba muchas cosas, pero con ella todo parecía innecesario, después de empujar a algunos paparazis, de sonreír a algunas fans y maldecir mentalmente a todos, corrió hacia el ascensor y pico el botón del piso en el que se había asegurado que estaría ella. Presiono hasta que las puertas se cerraron, las luces de la caja de metal hacían resaltar el sudor de su frente. Cuando las puertas por fin se abrieron de nuevo, corrió hasta la puerta número 177 con la puerta negra. Su mano toco el cerrojo, pero la puerta se abrió antes de tiempo...

Behind the scenes. [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora