Capitulo 8.

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En este momento lo único que podía llegar a pensar era ...¿que haría yo ahora ? ¿Que me esperaba? Estaba sola, mas sola de lo que nunca pude estar.
La idea que me carcomía cada vez que me sentía de esta forma, llego a mi cabeza. pero esta vez más profunda,más razonable, era lo único que me quedaba y eso que no me quedaba nada, había tomado una decisión y aunque me costara asimilar todo. mi mente y en el fondo, mi corazón estaba de acuerdo con todo tal decisión. lo que mas me sorprendía es que no la necesite a ella para llegar a este razonamiento, ni se había dispuesto a aparecer.
-cobarde- pensé ante su ausencia.
La escena estaba limpia, el caso seguía abierto pero yo no quería nada de eso en mi casa, así que les dije que podían llevarse todo, pase horas viendo a los investigadores, con la mente en blanco, no pensaba en nada.
-ahora tampoco estas pensando- escuche esas palabras retumbar en mi cabeza. ¿acaso era ella? No, no era ella.
Entre en pánico, ¿quería ayudarme? ¿Quién?. Pero ya la decisión estaba tomada no había nada que me detuviera. me levante del sofá y pase por la sala, mire el piso lleno de manchas de sangre, unas lagrimas traviesas se me escaparon, trate de no recordar todo lo sucedido y había sido ¡AYER! Caí de rodillas y pensé tan poco me querían para dejarme sola, nunca me quisieron pero las palabras de mi madre parecían sinceras. tenía que olvidarla, nunca tuve familia, me convencería de eso, nací sola, crecí sola y ahora si estaba totalmente convencida de que moriría sola.
Me levante secando las lagrimas pero no paraban, me dirijo a mi habitación, mi cuerpo se estaba agotando y pensé; "pronto descansaras" entre a esa habitación que tanto odiaba, abrí el armario y saque un vestido blanco.
-Si me voy, tendrá que ser de la manera correcta-poniéndome a la vez el vestido , busque el baúl debajo de mi cama, ahí se encontraban todas mis compañeras.
-la ultima vez- por fin llego.
-te complaceré con mucho gusto- abrí el baúl y ahí sentada en la cama me proporcione corte tras corte brazos, piernas, no importaba donde y de que manera, me quede observando como corría la sangre y manchaba de carmesí el vestido color perla. esto me representaba a mi, estaba manchada de sangre, mi inocencia se había perdido, era un desastre, un pequeño defecto en la creación mientras todos eran perfectos a su manera, yo soy un defecto en todas las formas. salgo de mi habitación dejando marcas por todo el piso, memoricé cada parte de la casa, pasando de alto la sala, dejando mi rastro por primera vez, deje mi marca. con el baúl en las manos deje lo que fue mi hogar y salí en busca de mi destino. Camine por la acera, pensando en como seria si me atropellara una auto, el conductor seguiría de largo porque soy invisible, si ahora soy invisible, muerta seré nada.
Llegue a mi destino uno de los puentes más altos de la ciudad, llevaba 3 horas caminando, los pies me dolían dado que se me olvidaron los zapatos, pero ya yo sabia soportar el dolor.
Me senté en la baranda del puente, mire hacia abajo y no se veía el final, me digne a mirar al cielo, como se escondía el sol, justo como yo hacia siempre y llegaba la luna, prepotente majestuosa, ella se dejaba ver, y todos la adoran, le cuentan sus secretos y ilumina la oscuridad, te guía, aunque el sol le brindará su luz, ella se quedaba con todo mientras que nadie podía ver al sol, porque se alejaban buscando sombra. Estaba dispuesta a esto y no había contradicción.

Se dio el momento y me abalance.

Pero en ese momento unos brazos me agarraron y trate de sacarme de su agarre pero mi cuerpo están muy agotado. busque la cara de esa persona y me encontré con unos ojos azules que le robaban el estrellato a la misma luna.

-por favor, no lo hagas- su tono era triste
-la decisión esta tomada, ¡ESTOY SOLA!¡NO TENGO NINGUNA RAZÓN PARA QUEDARME!- sentí como las lagrimas rozaban mis mejillas- por favor déjame ir, déjame descansa- estaba sollozando, mirándolo directamente a los ojos.
- no puedo dejarte, nunca me lo perdonaría- otra vez se sentía culpable, ja! No le importaba, solo quería sentirse bien.
-Adriano, déjame, necesito esto lo necesito... por favor- vi sus facciones horrorizadas, estaba viéndome, suplicándole morir.
- te mostrare que hay razones para vivir , solo... Déjame mostrarte- me lo suplicaba.
No me había dado cuenta que no traía sus gafas y su ropa común, se veía normal y era realmente guapo.
-yo no puedo, no puedo mas -lloraba a mares, necesitaba desahogarme. Me señalo el cielo y me dijo "¿alguna vez te haz preguntado si las estrellas brillan por ti ?"
Sabia de dónde provenía eso y desde hace muchos meses, obtuvo de mi una sonrisa sincera.
Mi cuerpo no pudo mas y caí rendida en sus brazos, nunca antes me había pasado, me sentí infinita.

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Hola, cumplí en lo de que serían más largos y los iba a dejar con al intriga pero no soy tan mala 😂😂 si les gusto comenten y voten. cualquier pregunta y comentario que tengan no duden en hacerlo, los responderé todos ✌️ gracias por leer. 😊

Una Suicida Mas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora