Una Suicida Mas.

Capitulo 9

Me encontré envuelta en un manto negro, era un pasillo, al final del corredor se desplegaba una luz roja que hacía más tenebrosa mi posición. Gemí de dolor al pisar unos clavos provenientes del piso, se me despejo la vista y me di cuenta que el camino estaba lleno de tales clavos.

-alex- se escucho al fondo.
-Alexa corre, ¡ESTA LLEGANDO!- la voz estaba desesperada, dure un momento en reconocer que era ella.

Corrí.

Me prometí a mi misma no mirar para atrás, pero yo misma me decepcionaba, voltee rápidamente, y mire hacia delante, recopilando lo que mi visión había captado, empezó a caer un extraño liquido espeso de alguna parte del lugar, supe que era sangre al sentir el olor a cobre, no podía soportar mas el dolor de mis pies.
Sentí un gran alivio al llegar al final, ese alivio se desvaneció al encontrarme en una habitación totalmente blanca, se susurraban palabras incompresibles así que agudice mi oído y comprendí de una vez, que decían.

-hazlo-
-hazlo- iban aumentando el tono de voz.
-¡HAZLO!- ese grito, fue acompañado de un sonido ensordecedor, que me hizo echarme de rodillas y taparme los oídos.
No me di cuenta que al final de la habitación había una chica, con la cabeza escondida en las rodillas.

-No me hagas caso- dijo llorando, están muy flaca, se le notaban los huesos y su cara sin vida.
-NO- abrió los ojos de golpe, se levanto con rapidez y corrió hacia mi con una sonrisa en la cara, trate de moverme
Pero no podía.

Abro los ojos, estoy sudando, me encuentro en una habitación y para mi suerte, y sorpresa, Adriano esta en una silla al mi lado. Esta profundamente dormido y no quise despertarlo, ese sueño fue muy raro y el dolor se sentía real, camine al baño tratando de olvidar lo ocurrido. Me mire al espejo,no debí hacerlo, sentí que algo se partía en mi, las lagrimas brotaban, nunca me había visto tan mal, tan horrible.

-Alexa- se escucho al fondo.
-Adriano-
-¿como estas?- Preguntó preocupado.
-estoy bien- primera mentira del día, muy bien campeona.
- se que no lo estas, ven aquí.-dijo señalándome la cama.

Me senté al lado suyo un poco incómoda.

-¿ahora qué harás ? Si quieres... puedes quedarte aquí, es..espacio me sobra- dijo agachando la cara mientras se tornaba de color rojo su cara, se veía tan adorable.

Me quiero quedar pero no es lo mejor ahora.

-me tengo que ir con mi tía- dije seca.
-ohh bueno-
-tenemos que ir a la prepa- dijo para salir de esta conversación.
-no quiero- no quería volver.
-vamos mientras dormías,traje tu ropa- dije agachando la cabeza.

Se levanto y la agarro de la mesa.-toma, cámbiate -
En ese momento salió del cuarto.

Me di una ducha rápida, no tuve tiempo de pensar pero mientras mas ocupada tenga mi mente, mejor. me vestí como siempre nada fuera de lo común, nadie debía saber que estaba destrozada,mas de lo que ya estaba.
Baje las escaleras y Adriano me estaba esperando, me tiro una naranja y salimos directo a la prepa, en el camino no cruzamos ni una palabra, solo mis miradas de reojo mientras el se encontraba absorto en sus pensamientos, me miro y yo separe la mirada.

-tu... todavía quieres matarte- dijo esperando una respuesta.
-ehhh... no se- dije nerviosa.
- ¿la vida es tan mala? - dijo frunciendo el ceño.
-supongo-
-¿porque lo hizo?- dijo esta vez hablando para si mismo. Llegamos al edificio y no nos dirijamos ni la mirada, el estaba con su ropa rara, otra vez, y separamos nuestros caminos como si no nos conociéramos, siempre termina así.

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