Madison.
Una semana había pasado desde la fiesta y cada día era más difícil para mí ir a la escuela, la última conversación que había tenido con Alexander fue aquella noche en la que golpeo mi ventana y su posterior mensaje, nada luego de eso. Ahora me encontraba viviendo mi faceta de cambio junto a Amy y eso me hacía más fuerte para seguir con mi rutina normal, planeábamos cambiar este año, ser más audaces, sentirnos mejor con nosotras mismas y por sobre todo, olvidar a los mejores amigos que se molestaban por algo tan estúpido como vernos con otro chico en una fiesta.
A pesar de todo hoy era un buen día, llegaba Emily a la escuela, la hermana de Andrew.
Con él seguía conversando día tras día a pesar de no haber tenido nuestra primera cita aún, por otro lado, Amy y Edward iban por un grandioso camino y hoy era su primera cita oficial, claramente ella estaba fascinada y la química entre ellos era algo que al parecer aumentaba cada día que se veían.
Al bajar del coche de Amy luego de que ella pasara por mí para ir a la escuela, mis ojos rápidamente se enfocaron en la entrada de la escuela, Alexander provocaba eso en mí siempre y mi mirada lo seguía como si no pudiera observar algo más. Allí se encontraba él, de pie junto a uno de sus mejores amigos del equipo, Tom, él me agradaba bastante, era el único chico del equipo que no intentaba guiar a Alexander por un mal camino de drogas y chicas y lo valoraba por eso, junto a ellos se encontraban Ashley y Kimberly.
Desde aquella fiesta Ashley encontraba cada momento para estar junto al dueño de los ojos azules que quería que me miraran solo a mí.
Maldición, no puede encontrar un mejor lugar. –Bufó Amy, ya que cada mañana al llegar a la escuela debía pasar por el lado de Alexander, pues él cada día se encontraba justo en la entrada y en el fondo de mi corazón sabía que lo hacía para verme al menos una vez durante el día.-
Soltando un suspiro me encogí de hombros y comencé a caminar junto a ella, no dejaría que él ganara esta infantil batalla.
Al parecer es algo que él no puede evitar. –Respondí caminando junto a mi mejor amiga.- y no le daré el placer de buscar otro modo de entrar, si debo pasar por su lado lo haré, no caeré en su juego. –Bufé al igual que Amy.-
Acomodé el gorro que llevaba el día de hoy, el invierno estaba siendo un poco duro este año a pesar de estar en Los Ángeles, lo cual no me molestaba porque adoraba el frío, con aquellos pensamientos en mi mente caminé por el costado de mi mejor amigo, sintiendo como éste se erguía y tensaba de inmediato.
¿Sola hoy, Madison? –Preguntó Alexander sarcásticamente, desde la fiesta casi cada día Andrew esperaba por mí en el estacionamiento para entrar juntos a la escuela.- pensé que durarían un poco más, digo, para haberlo preferido por encima de mí. –Susurró bajo y alcé una ceja en su dirección ante sus palabras.-
Pude notar la incomodidad de las personas que estaban a nuestro alrededor, Tom tenía una expresión de disculpa como si él estuviera haciendo aquella escena y sonreí levemente en su dirección para que no se sintiera mal por esto.
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Di mi nombre.
Jugendliteratur¿Crees en las almas gemelas? Madison definitivamente sí, desde que su abuela le regaló el libro con el que encontró al amor de su vida no deja de pensar en si ella también tendrá un alma gemela en algún lugar del mundo. A los diez años se enamoró...