Capítulo 3

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Yoongi golpeaba la página en blanco de su libreta con el lapicero en su mano. Las palabras venían e iban de su mente, pero nunca lograba sacar algo bueno de ellas.

Calculó unos 15 minutos en lo mismo hasta que, obstinado, tiró el lápiz y sacó un cigarrillo. Justo cuando estaba por encenderlo, Hoseok entró al estudio y lo arrebató de entre sus labios.

—Acordamos en que no fumarías aquí —el pelirrojo dijo dejando dos tazas de café en la mesa

—Buenos días a ti también.

Yoongi tomó una de las tazas y se dio un momento para que el sabor de su Americano terminara de ahuyentar el clima nublado en su mente. Carraspeó antes de hablar.

—Estuvo buena la presentación del sábado.

—Sí —Hoseok le contestó sin dejar de mirar su teléfono—, ya nos dirá Namjoon qué tan bien. Viene en camino, parece que con buenas noticias.

—¿En serio? Eso es emocionante.

—Ujum...

Yoongi suspiró antes de sorber un poco más del café y dejarlo en la mesa de nuevo.

—Pregúntame —el rubio se lo pidió, pero Hoseok frunció el ceño—. Vamos, sé que quieres saberlo.

Hoseok suspiró y bloqueó su teléfono para prestarle más atención a su amigo.

—No necesito preguntarlo, sé que lo hiciste.

—Ah, mi mejor amigo siempre espera lo mejor de mí —expresó con sarcasmo.

El otro chico rió.

—Ustedes no hicieron el mejor trabajo tratando de ocultar sus intenciones. Todos nos sorprendimos, excepto el novio de Jungkook, él parecía emocionado por la idea. Uno más al club de la poligamia.

—Seokie —Yoongi advirtió, pero evidentemente no usó un tono grave, incluso usó el apodo cariñoso para referirse a su amigo.

—Yoongi, no aplaudo lo que hiciste, pero solo asegúrate de no meterte en un lío.

—¿Y qué? ¿Debí preguntarle por su prometido o algo así? El hombre ni siquiera estaba en el apartamento esa noche.

—Oh, Dios —Hoseok gruñó—. Incluso lo hicieron en su apartamento. El nivel de desvergüenza.

—Cállate, no iba a llevarlo a un hotel —el rubio estaba riendo, pero muy en el fondo sabía que era cierto lo que decía el otro.

—¿Tu apartamento no está justo al lado del de él?

Yoongi solo asintió. Lo pensó esa misma noche, cuando se vestía con prisa, pero con cuidado de no parecer como si estuviera huyendo. Jimin lo miraba de vez en cuando, en silencio desde la cama, solo con un suéter cubriendo lo necesario. El chico seguía sonrojado, mordiéndose el labio ansiosamente mientras escribía en su teléfono. Estaba actuando tímido, pero cuando acompañó a Yoongi hasta la puerta, le dio un beso en la mejilla.

No fue tan incómodo, pero con un chico tan guapo como Jimin, Yoongi al menos hubiera insinuado otra ronda. O quizás hubiera hecho un chiste sobre tocar su puerta si necesitaba "una taza de azúcar", pero solo podía pensar en irse antes de que alguien los viera.

Yoongi salió de sus pensamientos, cuando Namjoon entró al estudio con una brillante sonrisa en su cara.

—Chicos —se detuvo en el medio de los dos con los brazos extendidos—, recibí EL correo.

—¿EL correo? —Yoongi sostuvo la respiración.

—¿De LA compañía? —Hoseok incluso se puso de pie.

Todo lo que he intentado olvidar [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora