Las estrellas

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Muchos saben, que, desde el principio de los tiempos, el Sol aparece durante doce horas sobre el cielo (el día) y luego deja al Reino del Cielo en manos de su compañera, la Luna, durante doce horas también (la noche).

Pero alguna vez has parado a preguntarte: ¿qué pasa con la Luna cuando el Sol sale a la Tierra a presumir de sus suntuosos rayos mientras todos le admiran? ¿Se sentirá acaso sola la Luna mientras el Astro Rey sale a gobernar nuestro planeta? Yo puedo responder eso fácilmente.

Remontémonos millones de años antes de nuestra civilización, cuando la Tierra estaba recién nacida. Efectivamente, la Luna, cuando su acompañante la dejaba para gobernarnos, se sentía sola; muy, muy sola.

Durante esas terribles doce horas, la Luna lloraba tristemente deseando tener a alguien que la acompañase durante ese lapso de tiempo

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Durante esas terribles doce horas, la Luna lloraba tristemente deseando tener a alguien que la acompañase durante ese lapso de tiempo. Un día, una niña, que pasaba por allí, vio a la Luna llorar fuertemente. La niña le preguntó:

- Luna, Luna, ¿Por qué lloras, Luna?

- Oh, mi amigo el Sol se ha ido a presumir sus rayos y me ha dejado aquí varada; además, ningún planeta quiere estar conmigo y me siento horriblemente sola.

La niña meditó por un tiempo y prosiguió:

- Tranquila, Luna; yo tengo la solución.

Dicho esto, la niña sacó un manojo de semillas que llevaba consigo y dijo de nuevo:

- Toma estas semillas, Luna. Lo que harás es sembrarlas por todo el cielo. De ellas saldrán unas plantas llamadas estrellas. Ellas te acompañarán mientras tu amigo el Sol sale a presumir sus rayos. De paso, te seguirán todo el tiempo; incluso cuando sales a reinar la Tierra.

La Luna agradeció a la pequeña y enseguida hizo lo que ésta le dijo. Cuando sembró dichas plantas salieron las estrellas que rápidamente la saludaron con adorables risitas. Y así fue como se crearon las estrellas y la Luna jamás se volvió a sentir sola.

 Y así fue como se crearon las estrellas y la Luna jamás se volvió a sentir sola

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