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“La importancia de amarse a uno mismo, para poder amar a los demás”

El timbre de la entrada resonó por toda la casa,  seguido de un pesado suspiró por parte de la pelinegra

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El timbre de la entrada resonó por toda la casa,  seguido de un pesado suspiró por parte de la pelinegra. Con pereza se levanto de su cama y emprendió rumbo hasta la entrada,  pensó que tal vez se trataba de la ojiceleste que había salido de la casa hacia varios minutos.

"Seguro se olvido algo... " pensó.

Bostezo antes de abrir la puerta,  se estaba preparando mentalmente para regañar a su amiga por ser tan despistada. Incluso habia interrumpido su siesta! Kakashi por fin le da un día de descanso luego de tantas misiones y ella solo quería aprovecharlo para dormir.

Sin duda no se espero quién llamaba.

Sintió el oxígeno dejaba de entrar por sus pulmones mientras su corazón se paraba,  su ceño se frunció demostrando lo molesta que estaba y su boca se abrio levemente por la sorpresa.

-Que quiéres? -gruñó.

No estaba enojada,  por lo menos no con el,  pero aun seguia dolida.
Habia logrado evitarlo por semanas y de la nada en su día de descanso él aparece en la puerta de su casa.

-Tenemos que hablar.

El pelinegro entro a la residencia como si fuera su casa,  sin siquiera dejar que la chica le cerrara la puerta en la cara.  Claro que Hana lo hubiera hechado apenas notaba que él entró pero lamentablemente reaccionó cuando el de orbes onix estaba en su sala.

Apretó su mano en uun puño mientras se obligaba a contar hasta el diez,  cerró de un portazo la entrada y entre zancadas llego al living de su casa.  Miro molesta al mayor,  Sasuke se encontraba sentado en el sofa esperando por la joven para poder hablar  y esto logró molestarla más.

-No puedes entrar a la casa de alguien sin permiso.

El mayor alzó la vista para mirarla con sus fríos y tristes ojos,  Hana juraría quue casi se cae al suelo al ver toda la tristeza que cargaban esos precioso ojos onix. En otro momento tal vez se hubiera lanzado sobre él para consolarlo y preguntarle porque estaba asi,  pero ahora ella trataba de mantener la compostura.

-Por qué me evitas. -Cuestionó con su grave voz.

Un escalofrío cruzo por la espalda de la chica y sus piernas temblaron al notar que Sasuke también estaba molesto,  se obligo a tomar asiento a un lado del chico dejando un gran espacio entre ambos.

Por alguna razón sentía que podria ponerse a llorar en cualquier momento solo por tenerlo tan cerca después de tanto tiempo,  aunque se había obligado a olvidar todo lo que sentía por él, le era imposible matar esos sentimientos que estaban con ella desde pequeña.

Lo amaba, estaba perdidamente enamorada de él, y se habia dado cuenta tan tarde.

-Me besaste y ahora vas a tener un hijo con Sakura. -contesto al borde de las lágrimas.

O quizás no era tan tarde como ella pensaba.

-Es inseminación artificial,  Sakura es mi amiga y solo quise ayudarla.

Sus palabras se oian sinceras, ella sabia que Sasuke jamás le mentiría pero aun así seguia sintiendo esa punzada en su corazón.

-De todas formas eres el padre de su bebé, debés estar con ella no se que haces aquí. -tenia sus ojos fijos en sus manos,  no se animaba a mirlarlo porque en el momento que crucen miradas su corazón explotaría.

La tomo del mentón obligándola a mirarlo,  ambos par de onix se encontraron en una mirada tan fija que parecía que se podían ver hasta el alma.
El corazón de la pelinegra latia con todas sus fuerzas haciéndola sentir un tanto mareada,  si bién  siempre se esforzaba por entender al mayor nunca lograba hacerlo y eso le molestaba.

-Se que es mi hijo... -hizo una pausa.- Pero yo no estoy con Sakura.

-Por qué estas aqui? -insistió en su pregunta.

Entendía que Sasuke decia la verdad,  ella sabia que él no era del tipo que se quedara atado a alguien de por vida.  Pero aun así ella queria oir,  por boca de él,  si también sentía lo mismo o solo queria jugar con ella. Se sentía insegura y el hecho que Sasuke este callado negándose a responder su pregunta la ponia más nerviosa.

Espero paciente una respuesta por parte del mayor pero este se mantenía en silencio.  Luego de unos minutos estando en esa incómoda situación Hana se canso de esperar por lo que decidió intervenir.

-Si no piensas decir algo, te invito a que te retire- pero no pudo terminar su frase.

El pelinegro la había callado de un beso,  sentía los labios de él moverse sobre los suyos y por puro instinto le correspondió. Era un beso intenso, se sentían necesitados uno del otro como si ambos esperaban ese beso con todas sus fuerzas.

Porque ambos lo estaban esperando.

-Te quiero, Hana Uchiha.

La voz de Sasuke se escuchó una vez terminaron el beso por falta de aire,  los ojos de la menor se abrieron de sorpresa a la vez que un gran rubor azotaba sus mejillas.

Jamás se espero eso.

-Y yo a ti, Sasuke-san. -respondió con una leve sonrisa.

El Joven intentó acercarse a ella para volver a besarla pero apenas se movió la muchacha lo tomo de los hombros y lo alejo de ella. Este la miro desconcertado,  porque ahora que se animaba a declararse ella solo lo alejaba?  Su ceño se frunció al ver que la chica no borraba su sonrisa,  aúnque ahora lagrimas caian por sus sonrojadas mejillas.

-Y por eso no puedo estar contigo ahora. No, cuando aun no he sanado.

Uchiha Flower [Sasuke Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora