Jung Hoseok cree fervientemente no encajar con las normas de la sociedad, ya que es un joven omega que sueña con ser más que un buen esposo para un alfa.
Quiere demostrar que los omegas también son fuertes, a pesar de tener solo diecisiete años.
E...
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Hoseok sintió su ojo derecho palpitar en irritación cuando un poco de tomate le cayó sobre el cabello, su rostro volviéndose mortalmente serio mientras dirigía una mirada molesta en dirección a sus dos amigos.
Jungkook y Jimin detuvieron su ridícula discusión, sus rostros palideciendo al ver la expresión infernal del omega.
Jung Hoseok raramente se enojaba, siempre era todo sonrisas adorables y carcajadas ruidosas, pero cuando lo molestabas podías ver al diablo personificado en su mirada y eso solo ocurría de dos formas: si jodías en su camino sobre la danza o eras un total grano en el culo.
Jimin y Jungkook eran la segunda justo en ese momento.
"¡Perdón hyung!" chillaron ambos menores mientras cubrían sus rostros en modo de defensa.
Cualquiera que los viera se reiría al ver a dos fuertes alfas totalmente aterrados por la simple mirada de un omega, pero bueno se trataba de Hoseok y ese lindo chico podía quebrarles algo de un golpe.
Después de todo su físico era increíble gracias a su dedicación a la danza.
"Son unos mocosos revoltosos, llevan todo el receso siendo un jodido grano en el culo" gruño el pelirrojo mientras apartaba el pedazo de tomate de su cabello con una mueca de disgusto, odiaba el tomate. "Si no se comportan yo jodidamente voy a rebanarles la cara con una motosierra, par de cachorros insolentes" amenazó con esos pequeños ojitos destilando enojo.
Ambos alfas asintieron al instante, porque aunque Hoseok no poseía una motosierra ellos apreciaban su integridad física y no tentarían a su suerte, no eran tan tontos.
"Bien, ahora continúen comiendo cachorritos, necesitan comer para durar lo que resta del día" añadió relajando su expresión y remplazando su tono molesto por uno meloso y enérgico.
Hoseok era... peligroso.
Sus amigos lo sabían, era tan dulce la mayor parte del tiempo pero al final podría resultar un diablillo si lograbas oprimir sus botones incorrectos. Su dualidad era algo sorprendente de ver.
"Woah, ahora me das miedo Hoseokie" la voz de Yoongi llamó la atención de todos los presentes en la mesa.
El aludido sintió todos los colores del arcoiris teñir sus mejillas en ese momento, la vergüenza de haber utilizado un lenguaje tan grosero frente al otro omega reflejándose en el rubor que subía hasta sus orejitas.
Y, ¿que mierda?
Si bien no solía ser alguien agresivo verbalmente alguna que otra vez se le escapaban maldiciones, como cualquier adolescente normal, y aunque no era realmente ingenioso en el arte de insultar sabía decirlas.
¡Pero decirlas frente a su querido hyung de ojitos felinos era tan vergonzoso!
Él quería ser un omega adorable frente a Yoongi y bueno, ahora el peliazul le había escuchado amenazar con una motosierra a sus amigos.
