001: we shouldn't be together

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Jung Hoseok detestaba cuando los Alfas se acercaban a él para hostigarlo con sus patéticos intentos de cortejo. Le molestaba que aquellos robustos y fuertes olores a Alfa le golpearan la cara cada que entraba a su salón de clases. Le sacaba de sus casillas que esos idiotas trataran de cuidar de él como si fuese una cosita indefensa y no un chico de un metro setenta y cinco con la suficiente fuerza como para noquearlos.

Simplemente los Alfas le desagradaban en toda la extensión de la palabra.

Y no lo malinterpreten, él no tenía problema con ser un omega pero lo que definitivamente no soportaba era estar obligado a seguir con los tontos estereotipos que la sociedad tenía con respecto a los de su casta.

Como el hecho de ser sumiso y complaciente para un Alfa.

O que estuviese obligado a realizar tareas del hogar como cocinar y esas mierdas.

No, él no quería ser educado para ser un buen omega para un tonto Alfa.

Él quería perseguir sus sueños, quería ser un magnífico bailarín y no sólo un omega que supiera cocinar y cuidar cachorros.

Pero tenía totalmente prohibido hacer aquello que tanto le apasionaba, ¿Por qué? Porque para bailar tenía que tener una buena condición física y su madre le negaba tan solo el pensar en ir a un gimnasio para conseguir algunos músculos.

"Los Omegas debemos tener cuerpos suaves y delicados Hoseokie, no podemos moldear un cuerpo musculoso porque eso es desagradable para los Alfas"

Eso había sido lo que su madre le respondió cuando le insistió para que lo dejara ir a sus clases de baile. Ese día Hoseok en un arranque de rebeldía se puso a ejercitar en su habitación hasta que sus músculos dolieron ante el más mínimo movimiento. Aunque su cuerpo se quejó al día siguiente por la actividad física eso no le impidió seguir haciendo ejercicios en la soledad de su habitación.

Claro que las consecuencias de estar ejercitando a espaldas de sus padres vinieron después, cuando visitaron a su tía y esta le reprochó con desagrado lo firme que lucía su abdomen y lo marcados y prominentes que sus brazos se veían para ser un omega con carita de muñequita de porcelana.

Jamás se había sentido más molesto de poseer facciones suaves, nariz perfilada y labios rellenitos como ese día.

Lo peor fue que sus padres le quitaron el seguro a su puerta para impedir que se encerrara largas horas a ejercitar.

Así que si, Hoseok odiaba tener que seguir aquellas tontas reglas solo porque era un omega.

Pero supo y terminó de afirmar que no era para nada un omega común cuando un día, caminando sin preocupaciones por los pasillos del instituto, miro como un chico bajito quizás mayor que él, era acosado por un alfa enorme.

 really don't care | hopega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora